capítulo veintiuno♡

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Estar borracha e intentar abrir una puerta era muy, muy difícil. Cuando por fin abriste la puerta entraste en la casa y te estiraste, bueno, no estabas tan borracha solo que estaba también oscuro y la tarea era más difícil. Eran sobre las cinco de la madrugada así que no ibas a ir a por Scar, mejor mañana ya que ahora ni estabas en condiciones ni era momento para despertarlas. Tiraste el bolso en el sofá y te quitaste los tacones tirándolos lejos, te habían hecho los pies pedazos.

-¿Me has extrañado hija de la gran puta?-sentiste a alguien detrás de ti.

Quisiste darte la vuelta para confirmar si eso era posible pero un empujón de tiró al suelo bruscamente. De inmediato quisiste gritar pero te tapó la boca haciéndote daño. No habías pensando que podrías ver alguna vez a Ben, no a estas alturas pero ahí estaba enfrente de ti mirándote con esos ojos helados y furiosos. Empezaste a temblar y a forcejear para quitártelo de encima pero él era fuerte, más fuerte de lo que recordabas. Te tiró del pelo haciéndote gemir de dolor y te ató la boca para que no pudieras gritar.

-¿Pensabas que no me ibas a ver nunca más?-sonrió pareciendo macabro-Sorpresa puta, ¿qué tal te va la vida? Bien por lo que veo. A tu hermana no la he encontrado, una suerte, pero estás tú para pagar por ella también. ¡Dos años, dos malditos años en la cárcel! ¿Sabes lo que ha sido para mí eso? ¡Y solo por tu culpa! ¡Pum! ¡Pum!-dos bofetones cayeron.

Las lágrimas ya estaban empezando a caer y tus deseos de gritar eran cada vez más fuertes pero no podías hacer nada, él te había atado bien la boca y lo único que podías era gemir en voz baja, nadie te escucharía así. Cerraste los ojos con fuerza y empezaste a rezar, esto no podía estar pasando, ¿qué demonios quería Ben ahora? ¡Pensabas que había olvidado todo esto y que ahora estaba con otra persona revolcándose! Nunca habías pensando que él estaba en la cárcel.

-Por haberme denunciado la policía me investigó-habló cerca de tu cara-, me pillaron fabricando cocaína y me jodieron. ¡Dos años en una puta cárcel mientras que tú estás aquí viviendo la buena vida! Eres una maldita.

-Mmmhhhhhhhhhh-intentaste hablar pero no pudiste.

-¡Cállate!-otro bofetón cayó-Aquí hablo yo, no tú.

Te moviste de un lado a otro intentando escapar de él pero sujetaba tus manos con fuerza. Intentaste arañarlo pero lo único que lograste fue otro bofetón, demonios, a este paso te dejaría los dos ojos morados y no querías que Scar te viera de ese modo, ¡menos mal que estaba en casa de la vecina!

-Veamos-te levantó-, muy bonito vestido, ¿para quién te lo has puesto? Eh puta, dime, ¿para quién? ¿Ya tienes a otro? No pasa nada, te olvidarás de él. Veo que has engordado un poco, bien, bien, ya bajarás esos kilos también. Tu hermana ya no está así que supongo que la has dejado a su suerte, buena chica. Voy a quitarte eso de la boca si me prometes que no gritarás, ¿entendido?

Asentiste desesperada y él te quitó eso de la boca, al estar libre gruñiste y lo primero que hiciste fue escupirlo, ese hombre te daba asco. Él te cogió del pelo casi arrancándotelo y te escupió de vuelta. Quisiste arañarlo de nuevo pero tiró aún más de tu pelo haciéndote gemir y llorar de dolor. Maldito hijo de la gran puta. Lo empujaste y tuviste oportunidad de escapar de sus brazos. Con rapidez te dirigiste a la puerta pero antes de abrirla él te estampó contra ella golpeándote la frente.

-Esto no es hace dos años querida-te empujó aún más contra la pared-, esta vez no tendré piedad maldita seas, por tu culpa han destrozado mi vida.

-Yo solo puse una denuncia-hablaste con dificultad-¡yo no hice nada!

-Claro que hiciste, ¿por qué tuviste que denunciarme? ¡Yo te amaba! ¡Nos amábamos!-te besó el cuello-Podemos seguir amándonos. No somos perfectos pero te amo, prometo no volver a pegarte, lo juro, no lo haré más.

Novia por contrato | adaptada, h.sDonde viven las historias. Descúbrelo ahora