Doce de la noche. Estabas en el hospital desde las seis de la tarde. Nadie salía, nadie decía nada, todos pasaban sin mirar ni siquiera en tu dirección y eso te enfermaba. ¿No se daban cuenta que estabas casi agonizando en esa sala de espera sola? ¡A la mierda! Estabas tan alterada que eras capaz de entrar y pegar a todos esos médicos idiotas que no sabían decir nada. Imbéciles, pensaban que tirando del tiempo todo estaría bien. ¡No! ¡Nada estaba bien!
Te volviste a sentar en la incómoda silla y enterraste tus manos en tu pelo, te sentías cansada e impotente, preocupada y triste, decepcionada y enfadada. Tantas cosas que ya ni siquiera sabías qué sentir y qué no. Habías entrado en ese estado donde todo daba vueltas alrededor tuyo. Lo peor de todo era que no tenías a nadie, nadie que te apoyara en esos momentos, nadie que te intentara tranquilizar. ¡Vaya, eso apestaba enormemente!
-¿Señorita _____(TA)?-escuchaste una voz masculina que te sacó de tus pensamientos amargos.
-Sí, soy yo-te levantaste de la silla con rapidez.
-Pase por aquí, necesito hablar con usted de algo muy importante-te dejó pasar primero en su oficina y después entró él.
Trece de Julio. Ese había sido el día donde todas las cosas que prometiste no hacer, las hiciste una por una. Lo habías hecho por necesidad por supuesto, necesitabas el dinero que ellos te darían y cuanto más era, ¡mejor! No es que te importara ser rica, no, era por tu hermana, era joven, necesitaba ponerse bien y tú eras la única que estaba con ella en estos momentos tan horrorosos.
-Dentro de muy poco estará aquí el chico-avisó Paul sentado en un cómodo sofá-. Hablaremos de algunas reglas básicas y de cómo hablarán de esto, nada complicado por hoy.
Asentiste mirando por la ventana, la verdad es que no, no te sentías bien sabiendo que es lo que ibas a hacer en los siguientes meses ... pero no lo hacías por ti así que ibas a hacer todo lo posible para concentrarte en lo que era tu objetivo. Habías jurado no enamorarte o siquiera disfrutar de todo esto, así que no quedaba nada, esperabas que él entendiera las cosas y que no intentara ser un seductor.
-Hola, ya estoy aquí-llegó un chico-¿qué tal Paul? ¿Todo bien? ¿Quién es esta chica tan linda?
-Siéntate Harry-sonrió Paul-tenemos que hablar de unas cuantas cosas con la señorita. ¿Te parece? Bueno, te parecerá raro ya que eres el único que está aquí, normalmente los cito a los cinco pero bueno, este asunto te involucra solo a ti.
-¿De qué trata?-preguntó sonriendo mientras que dos hoyuelos se formaban en sus mejillas dándole un aire más angelical y tierno.
-En estos últimos meses como bien sabes, has salido con varias chicas-empezó el hombre-no es malo, no me entiendas mal, entiendo que tienes amigas. Pero las fans piensan que estás saliendo con todas o que te estás acostando con ellas. No me interesa lo que haces en la intimidad la verdad pero tenemos que parar esos rumores y bueno, eres el único que no ha tenido una relación algo más seria.
-¿Y Niall qué?-replicó el chico sentado a tu lado.
-Niall es un caso aparte-suspiró Paul-sabes que está buscando a su princesa o mejor dicho esperándola y en fin, cosas cursis. Tú y yo sabemos que no eres así, por tanto, pararemos los rumores con una novia de contrato por unos cuantos meses. Esto no es una opción Harry, lo tienes que hacer. Por tu bien, por el bien de la banda, por el bien de todos.
Harry apretó la mandíbula y te miró, sabías que no le agradabas, había bastado una mirada de esas y su opinión sobre ti era la más baja. Lo entendías, obligar a alguien que saliera con una persona por un 'bien' que no tenía nada de 'bien' era tonto y entendías el odio del chico. Suspiraste y bajaste la mirada a tus dedos, sus ojos verdes demostraban solo repulsión y enfadado y aunque eras fuerte, no soportabas todas esas miradas. Y lo peor era que si él aceptaba, sabías que eso iba a salir muy mal.
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Novia por contrato | adaptada, h.s
FanficNunca habrías aceptado algo así si no hubieras tenido tanta necesidad de dinero. No te prestabas a este tipo de cosas, no eras ese tipo de persona … pero la necesidad de dinero y la salud de tu hermana había podido con todas las cosas que te habías...