CAPÍTULO 1

6.1K 292 28
                                    


Los personajes de INUYASHA no me pertenecen sino a RUMIKO TAKAHASHI
Esta obra pertenece a KIM LAWRENCE, ha sido adaptada y modificada por mí
______________________________________
Los personajes utilizados pueden contener Ooc.
Los personajes son todos humanos, la trama se ubica en un universo alternativo.
______________________________________
Capítulo 1

Kagome POV

La librería no era un eufemismo para designar un par de estanterías, pensó Kagome al, contemplar la impresionante estancia llena de libros. La habitación, al igual que el resto de la casa, hablaba de dinero. Con una mirada experta, contempló los cuadros que colgaban de la pared forrada de madera de roble, mostraban un gusto exquisito y fondos ilimitados. Ahora que el mayordomo se había retirado, aprovechó la ocasión para familiarizarse con el ambiente que, al parecer, debía acabarle siendo familiar.

Se sintió culpable. La lógica le decía que era una tontería, que aunque su hermana gemela tenía el cabello completamente negro, ella lo tenía con brillos azulados, y que ella tenía un pecho ligeramente más generoso que el de su hermana, ni siquiera sus padres podían distinguirlas, sin necesidad de ver a los ojos de sus hijas, las cuales eran de un negro y azul respectivamente.

La noche anterior la idea le había parecido difícil de llevar a cabo con éxito, pero ahora casi no podía controlar las ganas de darse media vuelta y salir de allí corriendo. Debería haberse negado a seguir el plan de Kikyo, pero su hermana la había convencido con una mezcla de chantaje sentimental y encanto.

Por los motivos que fueran y a pesar de que el sentido común le aconsejara no hacerlo, había accedido a formar parte de ese ridículo engaño: fingir ser su hermana durante unos días.

Al enterarse, casi por accidente, de que su hermana se había prometido, se quedó perpleja; pero descubrir que además no tenía intención alguna de casarse con otro hombre que no fuera su novio, la dejó absolutamente atónita... ¡Incluso teniendo en cuenta el estilo de vida enloquecido de su hermana! Como se habían criado separadas, nunca habían tenido oportunidad de sustituirse la una a la otra, como otros gemelos hacían, y Kagome siempre había echado de menos eso en su niñez, al igual que otras muchas cosas.

¿Pero esto? Lo que su hermana le había pedido no era un juego inocente.

Le ayudaría conocer algo sobre el carácter de ese hombre con el que se suponía iba a casarse, además de los mínimos detalles que su gemela le había dado, detalles que no le servirían de nada. Kikyo había descrito a Sesshomaru Taisho como un hombre extraño, casi siniestro. Se puso una mano en el estómago, donde se le había formado un nudo por la tensión nerviosa.

-En ese caso, Kiky, ¿por qué accediste a casarte con él? -le había preguntado Kagome el día anterior.
Los ojos de su hermana, tan diferentes al de ella, separados y ligeramente rasgados, lo que confería a los delicados rasgos de su rostro un aspecto exótico, se agrandaron enormemente.
-¿Que por qué, Kagome? Porque me pareció una buena idea.

Los sentimientos de Kagome por su hermana, una mezcla de exasperación y cariño, en esta ocasión se inclinaron hacia lo primero.
-No me mires así, Kagome. Tenías que haber estado allí. Era la fiesta más aburrida que puedes imaginarte, y cuando él llegó... Bueno, deberías haber visto a las mujeres que había ahí, todas se lo comieron con los ojos; y él se fijó en mí -Kikyo suspiró-. Puede ser encantador cuando quiere y, al principio, pensé que le había gustado. Me sentí muy halagada.
Kagome recordó la tensión nerviosa que notó en su hermana mientras ésta continuaba.
-Las cosas rodaron después de aquello. Papá estaba encantado pensando en las ventajas que le proporcionaría estar emparentado con Sesshomaru Taisho, y el pobre de Aku no hacía más que darme largas porque tiene esa estúpida idea de que no es suficientemente rico para mí. Me pareció que, si me comprometía con alguien, Aku recuperara el sentido común. Y Sesshomaru necesitaba una esposa por la cláusula del testamento, así que no era que yo le gustara.
-Me parece una locura comprometerte con un hombre estando enamorada de otro -la frivolidad de Kikyo, espejo de la de su madre, no sorprendió a Kagome-. Supongo que no le has dado motivos a Aku para dudar de tu fidelidad, ¿o sí?
El suspiro de Kikyo al hablar de Sesshomaru Taisho había hecho que Kagome se cuestionara si su hermana gemela había sido completamente honesta al decir que no sentía nada por él.
-Aku es diferente a todos los demás, Kagome, en serio -insistió Kikyo-. Le dejé muy claro que no me entusiasmaba su idea de esperar a ganar su primer millón antes de casarnos. El problema de Aku es que, a veces, es muy tradicional. Se me ocurrió que acceder a casarme con Sesshomaru le pondría celoso y así se olvidaría de esos tontos principios.
-Pues parece que ha funcionado -había comentado Kagome.
La coqueta sonrisa de Kikyo estaba teñida de una desesperación que Kagome no habla visto nunca en su hermana.
-Sí, pero ahora el problema es Sesshomaru.
-No, el problema es cómo deshacerse de él, ¿no?
Por algún motivo desconocido, su hermana pareció encontrar la respuesta de Kagome increíblemente divertida.
-No lo entiendes, Kagome, tú no conoces a Sesshomaru. Lo único que te estoy pidiendo son dos días de tu vida,
Kagome. Lo significa todo para mí. Quizá esté equivocada y a Sesshomaru no le importe que lo dejen, pero no quiero correr ningún riesgo tratándose de mi futuro... y del de Aku. Si algo le ocurriese a Aku por mi culpa, jamás me lo perdonaría. Se trata sólo de una medida de precaución.
Kagome no se sintió muy comprensiva respecto a tan melodramática afirmación.
-Por el amor de Dios, Kikyo, no creo que ese hombre vaya a atacar a Aku.
-No, desde luego. Me temo que haría algo más sutil, pero igualmente perjudicial -respondió su hermana misteriosamente-. Ni siquiera tiene que enterarse de que tú no eres yo. Lo único que tienes que hacer es seguirle el juego y dejarle cuando ya no pueda hacer daño.

Esposa de ConvenienciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora