CAPITULO VI

7 6 0
                                    

Al empezar a leer la primera línea de dicha nota, escucho el ruido de la puerta del departamento abriéndose.

Demonios, es Derek.

No pude leer más y dejé la carta justo en donde la encontré, me puse a "revisar" mis mensajes de WhatsApp para que Derek no sospechara nada.

Lo cual no creo, pero al menos hago el intento.

-¡Llegue!- Dice él mientras dejaba sus cosas en la mesa del comedor.

-No llegaste tan tarde, jure que llegarías como a las 2 AM.- Le dije sin quitar mi mirada de mi celular.

-Pues no, me dieron dos días libres ya que he estado tan enfocado en el trabajo que no me da tiempo de descansar como se debe.- Dice él mientras se sentaba a mi lado y agarraba la carta para ponerla lejos de mí.

Que astuto.

-Oh vale, pues duerme temprano hoy para que tengas energía mañana.- Dije yo.

-Eso haré.- Me responde y prende la televisión para ponerse a pasar canales a ver que conseguía.

Pasa el rato, cenamos y nos quedamos viendo películas hasta que Derek se quedó dormido a los 15 minutos de la película. Cuando se durmió, me levante y apague la televisión para dirigirme a mi habitación y hacer lo mismo, pero me entró un poco de curiosidad en leer la carta.

No creo que sea buena idea... Ya que la tiene en su mano y no es fácil quitársela.

Decidí quedarme tranquila y no meterme en problemas con él. La verdad lo que menos quiero es tener problemas y menos por una carta.

Me dirigí a mi habitación, apague la luz y dure unos 15 minutos tratando de dormir hasta que por fin pude conciliar el sueño. A la mañana siguiente, desperté con tranquilidad ya que era sábado, salí de mi habitación y vi que mi hermano no estaba en el sofá, lo cual es raro ya que cada que sale deja una nota de que hará o a donde irá.

Fui a su habitación y veo que está todo acomodado, así que supongo que si salió. Me dirigí a la cocina y a preparar un desayuno todo sabroso para mí, pero al rato escucho que una puerta se abre provocando un sobresalto en mí.

-Así que estas cocinando...- Dice Derek quien está en toalla recostado al marco de la entrada de la cocina y riéndose por mi susto.

-Pero yo... Yo juré que habías salido y que estaba sola en el departamento.-

-Pues no, hermanita. Te toca cocinarme algo.- Dice el con una sonrisa burlona.

¿Por qué no salió? Era mejor que hubiese salido, ahora debo cocinar dos desayunos.

No tuve problema en darle el desayuno que se supone que era para mí y hacerme otro, pero la verdad es que tenía algo de pereza en hacer dos desayunos. En fin, al terminar de comer él se puso a lavar los platos mientras yo fui a darme una ducha, se suponía que hoy iba a salir de compras con Leah y voy algo tarde a lugar donde habíamos quedado vernos.

Al terminar de arreglar las cosas que me iba a llevar, tomé mi bolso y mi teléfono para ir al sitio y cuando paso por la sala, veo que mi hermano me ve algo extrañado.

-¿Tan mal estoy?- Le pregunto.

-No, no es eso. La pregunta aquí es ¿A dónde demonios vas?- Dice él.

-Simplemente saldré con Leah de compras.-

-Debiste haberme dicho, no puedes salir así porque si Juno. Solo tienes 17 años, aun tienes que preguntar antes.- Dice Derek cruzando sus brazos. -Te la dejaré pasar esta vez, pero a la próxima no, ¿Vale?-

-¡Gracias, gracias, gracias!- Digo dando un pequeño salto para luego ir a darle un abrazo.

-Es en serio Juno, para la próxima no te dejo salir.- Dice él en tono serio, mientras yo me alejo de él para dirigirme a la puerta.

-Vale.- Digo y salgo del departamento.

Lo bueno del lugar en donde quedamos es que está muy cerca del departamento, en unos 10 minutos ya me encontraba con Leah. Por sorpresa, veo a Leah acompañada de un chico... Era Damian Robinson.

Si, aquel que me hizo caer en el salón de clases al levantarme de mi asiento para entregar mi trabajo.

Por qué demonios lo invitó.

-¡Hola Juno!- Dice Leah dándome un abrazo.

-Eh... Hola.- Respondí algo extrañada y cortante.

-No lo invité yo, me lo encontré en el camino, me pregunto a donde iba y le dije que iría contigo entonces él dijo que quería venir para disculparse contigo.- Dice Leah susurrando en mi oído mientras me abrazaba.

-Vale... Supongo.- Le digo en forma de susurro igualmente para que luego esta se separara de mí.

Estar con Damian cerca es algo incómodo la verdad.

-Ahm... Hola Juno.- Dice él mientras se acerca a nosotras.

-Hola.- Le respondo con un tono de seriedad. De verdad lo que menos quería es que estuviese aquí.

-Bueno... Sé que es algo incómodo que yo esté aquí pero solo vine a disculparme. Siento haberte hecho caer.- Dice Damian. -Espero no tengas rencor hacia mí por ello.

-No no, no te preocupes. De todas formas ya pasó, no hay rencor.-

-Vale, supongo que eso era todo.- Termina de decir Damian y éste se da la vuelta para irse.

-Oye si quieres te quedas, no tengo problema en que nos acompañes. A no ser que no te gusten las compras. Normalmente a los hombres no les gusta ir de compras pero... Nosotras no somos del tipo que se queda una hora o más en cada tienda.- Dice Leah quien aparece a mi lado.

¿Qué demonios ocurre contigo, Leah?

-Pues si no tienen problema, pues vale.- Damian sonríe levemente al escuchar la propuesta de Leah.

-Claro... No tenemos problema.- Digo yo en un tono algo bajo de sarcasmo.

-¡No no! Claro que no hay problema. ¡Vayamos!- Dice Leah con entusiasmo.

Y así fue, pasamos la tarde con Damian. Cada cosa que nos probábamos era cada cosa que le enseñábamos para que nos diese su opinión acerca de cómo se veía en nosotras.

La verdad él no es tan malo, siempre ha estado molestándome pero lo que parece algo extraño es que se haya disculpado por su cuenta luego de tanto tiempo. Supongo que algunos si asumen sus errores... ¿No?

En fin, luego de aquella salida he estado hablando más seguido con Damian, y la verdad es que me ha caído muy bien desde ese día, tenemos muchas cosas en común y no es el chico egocéntrico que creí que era. Supongo que no debo anticiparme a pensar en cómo es una persona.

Lo bueno es que hice un nuevo amigo. Es divertido tener más amistades.

Lo que espero es que esta amistad dure.

SHELTER.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora