Asking for trouble [ChanSoo]

3. La ex pareja

Mientras tanto KyungSoo se había encerrado en el cuarto de baño para refrescar su rostro con un poco de agua fría, eran aquella clase de encuentros los que quería evitar a toda costa, el asunto de la boda era un tema delicado para él, su madre no pararía de echarle en cara su propio festejo nupcial arruinado y no podía entender como su propia progenitora se ponía en su contra cuando el lastimado había sido él. Frunció el entrecejo y salió del baño con una nueva actitud, no iba a dejar que los comentarios sin tacto de su madre le arruinaran el ánimo.

Con decisión avanzó por el pasillo para bajar las escaleras y poder volver a reunirse con el resto de los invitados.

—¿KyungSoo?

El suave y aterciopelado tono de voz en que fue dicho su nombre lo hizo quedarse completamente en blanco. El mencionado levantó el rostro y observó la alta y estilizada figura del interlocutor al otro lado del pasillo.

—Viniste— una encantadora sonrisa y pasos acelerados fueron en su dirección.

—Es la boda de mi hermano, claro que iba a venir— KyungSoo comenzó a sudar frío y espero lucir tan bien como aquel chico de la tienda lo había hecho creer. Elevó la mirada y sonrió con nerviosismo.

El otro joven le dedicó una sonrisa igual de amplia y se acercó para envolver el cuerpo ajeno en un apretado abrazo.

—Oh...— murmuró KyungSoo en voz baja, rodeando la estrecha cintura del otro y reconfortándose bajo el cuidado del más alto una vez más. Cerró los ojos cuando el otro acercó su rostro al suyo y juntó sus mejillas con cariño.

—Es bueno volver a verte— susurró con suavidad, acercando el cuerpo de KyungSoo un poco más al propio.

—Lo mismo digo, SeHun— KyungSoo se deleitó como en aquellos días en los que solían estar juntos; no podía odiar por completo a su ex novio, por más destrozado que hubiera dejado su corazón, simplemente no podía odiarlo, porque SeHun había sido lo suficientemente importante en su vida como para si quiera sacarlo de ella.

—Luces genial— sonrió el más alto separándose por fin de KyungSoo, tomó ambas manos del chico y las sostuvo durante varios segundos.

—Gracias— un pequeño sonrojo se vislumbró en las mejillas del más chico en estatura y sonrió con timidez.

El momento parecía ser un verdadero encuentro romántico, encuentro que terminó por ser destruido por un ruidoso invitado que se paró justo en medio de los dos chicos.

—Ya lo tuviste demasiado tiempo— bramó el recién llegado —y lo arruinaste todo, así que... con permiso— el pelinegro tomó una de las manos de KyungSoo y lo alejó de aquel lugar.

KyungSoo bajó las escaleras corriendo siendo obligado por el chico que los había interrumpido —JongDae, basta.

—Ah sí, basta— el mencionado desaprobó el comentario y siguieron caminando de prisa hasta llegar a la planta baja donde todos los demás invitados se encontraban.

—Quiero decir, gracias— KyungSoo alejó su mano de la de su primo — por salvarme de ese tipo.

—No te estaba salvando de él— negó con la cabeza, tenía un trago en una de sus manos y bebió su contenido de una sola vez —Te estaba salvando de ti.

KyungSoo frunció los labios, ciertamente no quería imaginar lo que hubiera sido capaz de hacer de haber permanecido por más tiempo a solas con SeHun.

—Por otro lado— JongDae desvió la mirada hasta el grupo de amigas de la madre de KyungSoo y observó con lujo de detalle al hombre de alta estatura que charlaba con ellas —¿De dónde lo sacaste? Se ve que es todo un profesional con las mujeres.