6. Lo único que sé de ti

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A primera hora del día subsecuente, todos estaban empacando las maletas para emprender el viaje hasta la casa de campo, todos los familiares irían juntos y estaban tan emocionados por la próxima celebración que durante todo el camino no hubo ni un minuto de silencio.

ChanYeol y KyungSoo iban en el mismo auto que los futuros novios y desde los asientos traseros sin darse cuenta ambos habían empezado a jugar con los dedos de sus manos mientras compartían una charla con los futuros casados sobre la mejor película que habían visto últimamente, la sensación de la calidez ajena era tan relajante que se podían mantenerse haciendo eso todo el día; jugar con sus manos mientras charlaban amenamente.

Cuando finalmente llegaron a la casa de campo, las habitaciones fueron repartidas y todos los huéspedes fueron hasta sus respectivos cuartos.

—Wow— exclamó KyungSoo con una gran sonrisa, no recordaba que aquel lugar fuera tan encantador —Que cama tan grande— fue lo primero que notó al entrar en el cuarto.

ChanYeol entró enseguida y dejó las maletas del equipaje por ahí. Vio como KyungSoo brincaba sobre el colchón y terminaba por acostarse sobre el con las manos y pies extendidos. El más alto fue hasta su lado y se recostó con las manos sobre su abdomen. Los dos se quedaron viendo el techo del dosel de madera de la cama.

—Es increíble— comentó el menor tras un largo silencio.

—¿El lugar? Sí, es bastante fantástico ¿Cuántas casas más tienes por ahí, eh? — bromeó ChanYeol con diversión.

—No eso— negó KyungSoo —Es increíble la cantidad de cosas que ahora sabes de mí— dijo el más joven con serenidad —pero yo sigo sin saber nada de ti.

ChanYeol guardó silencio y apretó los labios; dar información personal a sus clientes no estaba de ninguna manera incluido en el contrato, pero para ese punto KyungSoo ya no se sentía como un cliente más.

—Tengo... 28 años— comenzó a relatar el más alto sin despegar la mirada del techo de madera, KyungSoo sonrió ante aquel gesto informativo y continuó escuchando —Toco varios instrumentos entre ellos la guitarra y el piano. Les temo a los insectos y soy la clase de persona que tiene mil pasatiempos. Me gustan los deportes de todo tipo y odio las anchoas.

—Sabía que eras más grande que yo pero no imaginé que estuvieras cerca de los treinta— dijo KyungSoo girando su rostro con levedad, haber escuchado esos esporádicos datos sobre la personalidad de ChanYeol lo habían hecho feliz aunque probablemente iba desmentirlo.

—Secreto de conservación; el sexo es el mejor rejuvenecedor— dijo ChanYeol con una media sonrisa, desviando la mirada hasta el más chico —Mencionado esto ¿Te he dicho que luces más anciano de lo que eres?

—¡Oye! — KyungSoo soltó un golpe amistoso sobre uno de los brazos de ChanYeol quien continuó riendo con alegría.

—Pero hablando enserio— ChanYeol tomó una de las manos de KyungSoo y entrelazó sus dedos con los de él —En serio serás la primera persona a la que voy a extrañar.

La suave sonrisa que había estado adornando los labios del más joven se desvaneció por completo en cuanto por fin la idea de una separación de ChanYeol se hizo presente, era obvio que siendo él un empleado, llegaría el momento en que su tiempo juntos terminara pero no imaginó que iba a sentirse tan terrible al llegar dicho suceso.

—Hablemos de eso después— pidió KyungSoo apartando su mano del más alto —Ahora... tenemos un picnic que atender.

ChanYeol se puso de pie e igual que KyungSoo se dio cuenta de la veracidad de sus palabras, aquel viaje había empezado como todo un negocio formal pero al ser un empleo de 24 horas continuas le fue imposible no involucrar más que solo su seguridad.

Asking for trouble [ChanSoo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora