Horneando Para La Paz / Autor original: Broken_hearted_bard / Traductor: The Snarry's Archivist
~Disclaimer: Los personajes son propiedad y autoría de JK Rowling y WB.
Resumen: Después de la guerra, Harry abandona el Mundo Mágico (aunque no la magia...
Las almas gemelas mágicas son complejas e intrincadas. Se hicieron populares en Gran Bretaña durante la guerra con el Señor Oscuro, Ash Bramamian en 1910. Las almas gemelas mágicas suelen estar casi por completo en el Reino Unido, y rara vez se ven fuera de ella.
El hechizo de alma gemela, Anmicus Conjunae, se realiza en el feto in vitro y tarda muchos años en hacerse realidad. Hay varios casos documentados del hechizo que se realiza en brujas y magos nacidos de muggles en algún momento después de la edad de once años.
En algunos casos, el hechizo de alma gemela se activa a la edad de once años, mientras que en otros se activa una vez que nace el alma gemela de la persona. En otros casos, se activa cuando una bruja o un mago alcanza la edad de 17 años. En otros casos, se activa a la edad de veinte años. No hay razones claras o pruebas de por qué estas activaciones son tan diferentes.
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Hornear era lo que siempre le había gustado más. Ya fuera para la hora del té de los Dursley o para la llegada de invitados o algún otro asunto en general, cuando su tía Petunia le había exigido que horneara, siempre le había gustado. Había sido tranquilizador, especialmente en los días de inanición, tareas y ser perseguido por Dudley.
Siendo así, no debería haber sido sorprendente descubrir que, una vez que la guerra y sus secuelas terminaron, Harry dejó el Mundo Mágico y abrió una panadería.
Pottering vendía pasteles, cupcakes, bollos, panes y algunas cosas de pastelería exclusivas. Harry cocinaba todos los días, desde muy tarde en la noche hasta muy temprano en la mañana. Después de almacenar los trastos, abría la tienda todos los días, y lo hizo todo sin un solo empleado a excepción de Dobby y Winky.
Ambos estaban atados a él, ahora. Tuvo que atar a Dobby a él para salvar su vida del cuchillo de Bellatrix. Y Winky, bueno, necesitaba a alguien que cuidara de ella, alguien quien le diera tareas, alguien que le diera un lugar en el mundo. Vivir en Hogwarts le había servido a un buen propósito, pero ella nunca había dejado de sollozar, hasta que Harry la tomó.
Dobby y Winky tenían tres días de descanso al mes y a Dobby le pagaban dos galeones por semana. Ninguno de ellos horneaba, o se les permitía hacer la cocción, y ninguno de ellos ayudaba con los clientes. En vez de eso, limpiaban y arreglaban, sacaban ollas y sartenes de los hornos, compraban comestibles (en el mundo mágico), cuidaban el pequeño jardín de la azotea de Harry y reabastecían cuando no había nadie cerca. También cuidaban de Harry cuando cerraba todas las noches y subía a su piso encima de la tienda.
No era como si pudieran ayudar a los clientes aunque quisieran también. La panadería de Harry estaba en el mundo muggle. Y, como tal, tenía que mantener a sus elfos domésticos, en su mayoría, ocultos durante el horario comercial.
Sabía que Hermione estaría enojada (de que tenía más de un elfo doméstico) y probablemente le gritaría si lo supiera, pero Harry había abandonado algo más que el mundo mágico, también había dejado atrás a la mayoría de sus amigos.
