La promesa

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Meses después, así de la nada, Brandon y yo nos hicimos muy buenos amigos, hacíamos proyectos, tareas, almorzabamos, salíamos y andábamos juntos. Sólo el y yo.

Y Jacob se convirtió en mi mejor amigo, le cuento todo, hasta llegué a dormir en su casa (en habitaciones diferentes obvio).

Con todos éstos cambios, mis sentimientos hacia Brandon cambiaron mucho; antes lo que sentía hacia él era atracción física, pero ahora ya que nos volvimos más unidos lo que siento por el creció tanto, me hace muy felíz y creo que también le gusto.

- Hey conejita! ¿vamos a almorzar hoy? - conejita es el apodo que Brandon me puso por mi fobia a los conejos.

- Podrías saludar primero- suelto una carcajada- pero si, vamos, que conste te toca pagar ésta vez.

- ¿por Que? Yo fui el que te pagó la hamburguesa la última vez, claro, eso si lo olvidas ehh.

- que mentiroso eres.

- si lo que digas- de pronto su semblante se tornó serio- hace un rato te estaba buscando Jacob.

- ¿no te dijo para Que?

- no, sabes que el no me cuenta nada.

- no hables así de el ¿Ok?, bueno me tengo que ir, tengo clase - me despido con un beso en la mejilla y salgo corriendo.

Cuando entro al salón veo que Jacob me guardó un asiento (que lindo, como siempre) y me sonríe.

- ¿qué tal todo?

- todo tranquilo, adivina quien me invitó a almorzar- puse mi cara de bebé felíz.

- ¿no me digas que Brandon?

- ese mismo- puso los ojos en blanco.

- ¿qué hay entre ustedes?- tengo que admitir que me sorprendió esa pregunta.

- nada, somos sólo amigos. Aunque quisiera ser algo más que eso- puse mi cara pervertida, pero a él no parece hacerle gracia.

- ¿crees que a Dios le agradaría lo que estas haciendo?

- creo que Dios quiere que sea felíz, y Brandon me hace felíz.

- la felicidad que el te da es temporal, ¡nisiquiera va a la iglesia! ¿no te asusta lo que pueda pasar?

- si es por la iglesia no te preocupes, ya lo invité, y sí, me asusta lo que pueda pasar, pero estoy dispuesta a correr el riesgo porque él vale la pena y si sale mal al menos se que fue porque me arriesgué y no porque me quedé como una inútil a esperar que algo pase - realmente empecé a enojarme.

- si te hace feliz ok- no dijo nada más.
La hora de clase continuó normal, pero esta vez sin que Jacob me dirija la palabra.

●●●●

El día estuvo normal (si quitamos la parte de la discusión). Brandon me llevó a un sitio donde servían toda clase de comida chatarra.
Nos sentamos en una mesa que se situaba al final del lugar, el se sentó justo al lado mío.

- te noto rara ¿te pasa algo?

- discutí con Jacob.

- ¿quieres hablar de eso?

- no.

No quiso insistir mucho, cosa que agradecí internamente. Una camarera llegó a nuestra mesa y pidió nuestra orden, yo pedí una hamburguesa con un jugo natural y Brandon pidió pizza (normal).

Después Brandon dijo que me daría una sorpresa, dijo que quería alegrarme. Ya en su auto nos dirigimos hacia un lugar en el cual parece que no vive gente, era oscuro, daba un poco de miedo. Bajamos del auto en una pequeña choza.

- ¿qué es éste lugar?

- confía en mi. Sigueme.
Tomó mi mano para guiarme. Caminamos hasta llegar a la parte trasera de la choza, ahí parecía que era una loma o algo así (no estoy muy segura), subimos y antes de llegar a la cima Brandon me cubrió los ojos con una venda.

Por fin arriba me quitó la venda y no pude creer lo que vi. Desde la cima se podía ver toda la ciudad, es realmente hermoso. Las luces, los árboles, el cielo, las estrellas; todo es perfecto.

- me encanta - fue lo único que pude decir ante la impresión.

- sabía que te encantaría- entrelazó su mano con la mía.

- me haz dejado sin palabras - reí cortante.

- ¿sabes por qué te traje aquí?

- no.

- porque la belleza de este lugar me recuerda a la tuya. Las luces de la ciudad son como tus ojos, me encantan como se ven en las noches, intensos, apasionados, llenos de amor; eres como las estrellas, inalcanzable, difícil de encontrar, de obtener, pero cuando lo tienes, vale cada gota de sudor que me trajo hasta aquí, junto a ti, el único lugar donde quiero estar.
Estoy sin palabras, no se que decirle, no se si decirle que me encanta que el sienta lo mismo hacia o si ignorar todo lo que ha dicho. Es como de películas, un lugar hermoso, en la noche, sólo los dos, las estrellas, todo idéntico a las películas.

Brandon parece notar que no reacciono y se me acerca, acaricia mi mejilla y, ¡me vas a besar!

- no creo que sea el momento - lo detuve, ¿por qué lo detuve?

- tienes razón, voy bastante rápido, lo siento.

- no te preocupes - silencio incómodo- gracias por todo esto, nadie nunca había hecho esto por mi, de verdad gracias. Besé su mejilla.

- te prometo que te voy a cuidar siempre. No te voy a dejar nunca, pase lo que pase...

No se si lo que dice es cierto, pero lo que sí se, es que le creo completamente.

Definitivamente él es la persona con la que quiero estar el resto de mi vida.
¡señor te pido que permitas es esto dure!

Tengo miedo de que se aburra de mi, de que descubra que no soy perfecta, de que vea mi pasado y me juzgue. Tengo miedo de no ser suficiente.

Un encuentro inesperado Donde viven las historias. Descúbrelo ahora