Un encuentro inesperado

Quiero lo mejor para ti

Me desperté muy animada y ¿quién No?, después de lo de anoche no paro de reír, es como si todo se viera color rosa.

Lo único malo de todo esto es que pude haber besado al amor de mi vida y no lo hice; muy estúpido por cierto. Mi auto está averiado así que Jacob me llevará a la Universidad, hablando de el, ya debería estar aquí. Tal vez pasó algo. Tomo mi celular y opto por llamarlo.

- ¿dónde estás? ¿estas Bien? ¿te pasó Algo?

- creo que primero se saluda, y por cierto buenos días.

- veo que estas bien- empiezo a reír- espero no llegar tarde por tu culpa.

- no vas a llegar tarde ¿acaso no confías en Mi?- al parecer amaneció de muy buen humor.

- si, lo que digas. Te espero.
Cuelgo la llamada, bajo los escalones y me dirijo a la cocina donde se encuentra mi mamá.

- ¿dónde estuviste anoche?- nisiquiera me mira a la cara y sigue cocinando.

- donde debiste haber estado, en la iglesia- mentí.

- en la iglesia eh ¿estas segura de eso?- se está empezando a poner intensa.

- ¿ por qué de pronto de preocupas por Mi?

- porque soy tu madre y además Haz estado actuando muy raro en estos días. Faltas a la iglesia, casi no estas en casa ¿qué mierda te pasa? No eras así.

- ¿quieres que te diga que pasó?- le alzo la voz - resulta que desde que papá se fue con esa estúpida a ti no te ha importado como me siento, nunca estás en casa, te la pasas con hombres ¿cómo quieres que este? Que sonría porque mi mamá de repente se preocupa por mi. Vete a molestar a otro lado- y sin más salí de la cocina, ya era hora de decirlo.

Justo cuando abrí la puerta para salir veo a Jacob, iba a tocar el timbre.

- llegas tarde- creo que ha sido muy evidente que no estoy bien.

- Podrías agradecer por el favor que te estoy haciendo.

Y sin más nos montamos en el auto.
El camino ha sido muy largo (tal vez porque hay un silencio incómodo) hasta que él decide romper el hielo.

- ¿dónde estuviste ayer? Me quedé esperándote en la iglesia y como no llegaste llamé a tu mamá para saber dónde estabas - eso explica muchas cosas.

- estaba haciendo cosas, si adivinas con quien estaba yo pagaré tu almuerzo- empezó a reír.

- ¿no me digas que estabas con Brandon?

- si- su semblante pasó de divertido a molesto, muy molesto.

- ¿puedo saber a donde te llevó? ¿a una disco, a un bar o a fumar?

- deja de exagerar, sólo fuimos a mirar la ciudad desde lo alto, fue hermoso- pongo cara de niña enamorada- y me dijo cosas tan lindas...

- cualquier idiota sabe decir "Cosas lindas"- imitó mi voz- pero si te gusta, lo acepto. Con la condición de que no vuelvas a hacer estupideces como dejar a Dios de lado.

- no lo dejé de lado ok.
Llegamos a la Universidad a tiempo.

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Terminó la clase y tengo que ir a comprarle un sándwich a Jacob. Me despedí de el y tomé su auto para llegar más rápido.

Narra Jacob

Estoy muy molesto con Britany ¿cómo se le ocurre hacer esa clase de idioteces con Brandon, lo más que el puede hacer es hacerle daño.
Pero si ella quiere sufrir, yo no puedo hacer nada Sólo tener una charla pacífica con el.

- Hey! Brandon.

- Jacob, ¿cómo estas? - que hipócrita.

- bien, quiero hablar contigo.
- dale.

- ¿enserio te gusta Britany?- fui al grano.

- ¿a ti que te importa?

- soy su mejor amigo, y si le haces daño a ella me haces daño a mi. Responde.

- si, me gusta mucho.

- no creo que te guste lo suficiente como para saber lo que es bueno para ella.

- claro que se lo que es bueno para ella, yo - que ganas de golpearlo.

- ¿qué clase de idiota eres?

- ¿te gusta No?

- no te importa.

- si, te gusta. Lástima que ella me quiere a mi- pero que idiota.

- no voy a discutir contigo, pero si te diré algo; valorala, ella es mejor que un millón de estrellas, más hermosa que la misma luna. Nunca te cansarias de mirar sus preciosos ojos, su sonrisa es como el cantar de los mismos ángeles y lo mejor que te puede pasar es que ella te ame.

- gracias por el Consejo, lo tomaré en cuenta.

Ni le respondí, sólo me fui. Ya cumplí con mi parte, protegerla.