05: Último intento. [2/2]

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Ninguno de los intentos de su "plan maestro" habían salido como a ella le habría gustado. Bueno, eso es decir poco, todos habían salido mal. Pero, existía la posibilidad de que esta vez si ella tomaba la iniciativa, la mayor aceptaría sus sentimientos puros.

Citó a Sooyoung a la terraza de su edificio a las cuatro de la tarde del día viernes. Podía ser un poco rebuscado confesarsele a alguien en una terraza, pero era mejor que cometer el cliché de hacerlo en un parque o algo por el estilo; además Jiwoo quería que tuvieran privacidad.

Eran las 3:50 cuando Jiwoo ya se encontraba arriba con una caja de chocolates en forma de corazón, moviendo sus pies y jugando con los volados de su falda blanca con nerviosismo. Los próximos quince minutos fueron una tortura para Jiwoo, que casi siempre era la reina de la positividad y las sonrisas pero ahora debía tener una cara tremenda de preocupación, y ya se había planteado mil y un escenarios donde la mayor nunca llegaba porque se olvidó, la dejó plantada o por otras cosas que de sólo pensarlas hacía que quisiera llorar.

Todo lo que pasaba por su cabeza se disipó cuando vio la delgada figura de Sooyoung entrar por la puerta de la terraza, de la nada había olvidado el mini discurso que tenía preparado para confesarle sus sentimientos y sus nervios aumentaron casi al doble, escondió los chocolates detrás de ella y saludó a la mayor con la mano intentando no ser muy obvia.

—Hola, Jiwoo-ya. ¿Cómo estás? ¿Qué tienes ahí?

—Ah, unnie... Son chocolates, para ti... digo, para nosotras, para compartirlos, claro. —soltó una risa que sonó demasiado nerviosa y se dio una bofetada mental.

Sooyoung rió levemente y tomó la caja de chocolates, dejándola a un lado en una mesa cercana. Tomó ambas manos de Jiwoo entre las suyas para después mirarla fijamente. La menor se sonrojó notablemente por esta acción y bajó la mirada.

—Jiwoo, en serio, bebé. ¿Para qué querías que viniera? —Jiwoo trató de pronunciar aunque sea dos palabras de forma coherente, pero no pudo, estaba en blanco. Completamente en blanco.

Miró a Sooyoung a los ojos para después seguir sus instintos, e hizo lo único que le salió hacer.
Tomó a Sooyoung de la nuca y la acercó demasiado a su rostro, podía sentir su respiración caliente chocar con la suya. Se relamió los labios y la besó. Lo hizo. Era un beso tierno e inocente, el único contacto que había era el de sus labios juntos. Jiwoo no sabía que más hacer, no había besado a muchas chicas y las pocas veces que lo habían hecho, ellas llevaban el control.

Pero se olvidó de su casi inexperiencia cuando sintió la lengua de Sooyoung pasar por su labio inferior, asumió que pedía permiso para profundizar el beso. Jiwoo no lo pensó dos veces y se lo concedió. Ahora sí que se sentía en lo más cercano al cielo, estaba besando a la chica que le gustaba desde los 14 años; a su primer y único amor. Sooyoung puso una mano en su cintura sosteniéndola firmemente mientras Jiwoo acariciaba su cabeza. Ambas querían que ese momento durara para siempre, deseaban que ese contacto fuera eterno, pero tuvieron que separarse.

La imagen de Sooyoung con los labios un poco hinchados mientras le miraba con intensidad a los ojos era algo que quería plasmar en su memoria y conservarla por siempre. Ella aún tenía su mano en la cintura de la menor.

—Ah, Jiwoo... ¿Sabes cuánto esperé para esto? —musitó, acariciando su mejilla.

—Yo... ¿siempre te gusté? —Aquello había sonado hasta descabellado para la menor.

—Sí... ¿no te habías dado cuenta? Es que eres tan linda, podría hasta llorar... —Jiwoo sintió como el aire abandonaba sus pulmones.

—¿No te parezco demasiado infantil, unnie? —Sooyoung chasqueó la lengua al escuchar eso, y se separó un poco de la menor.

—Ah, ¿es por eso que te has estado comportando extraña todo este tiempo, cierto? Jiwoo, escúchame. No pienso que seas infantil, eres muy inteligente y capaz de muchas cosas. También eres valiente —entrelazó su mano con la de Jiwoo lentamente—. Precisamente lo que me hizo caer por ti fueron tus sonrisas tímidas, sonrojos y tus gustos por las cosas lindas y suaves... Como tú. —dio un corto beso en sus labios. Jiwoo sintió que podía morirse ahí mismo, estaba demasiado enamorada de Sooyoung.

—Sooyoung unnie, eso... es precioso. —sonrió mientras escondía su rostro en el cuello de la mayor, estaba avergonzada en el buen sentido. Su corazón latía rápido.

—Aunque aún no me has hecho la pregunta. ¿O debo hacértela yo? —dijo Sooyoung sacándola de su trance— Es que me gusta cuando tú tomas la iniciativa.

Jiwoo estuvo a punto de preguntar a qué se refería como si hablara sobre algo de otro mundo, pero se dio cuenta antes de quedar como una tonta. Era esa pregunta.

—Ha Sooyoung, ¿quieres ser mi novi..?

—Sí. —respondió rápidamente y la abrazó, muy fuerte, Jiwoo apenas pudo corresponder el abrazo. Se rieron, no entendían porqué había tardado tanto en suceder aquello. Pero lo importante era que ahora estaban juntas.

Definitivamente, el último intento había sido el mejor.

fin

Childish. [ChuuVes]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora