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Solo había pasado una semana desde que había dejado de hablar con Yugyeom y las cosas se habían vuelto muy raras. Él había tratado de arreglar las cosas pero el peliplata no le dedicó ni siquiera una mirada, estaba demasiado distante y no sabía si era impresión de él, pero cada que se cruzaban, parecía que hubiera visto algo terrorífico.

Sumándole a eso, el chico con él cual se había acostado la otra vez no había regresado a la universidad, sus padres habían ido a preguntar por él ya que no contestaba sus llamadas sin embargo, el director de la universidad no había dado razón alguna.

A diario se veían oficiales de policías rondar los pasillos de aquella universidad, su proposito era hallar alguna pista que de con el paradero de aquel chico; pues había desaparecido sin dejar rastro alguno, dejando a todos sumamente preocupados, además, no faltaban los comentarios de varios estudiantes que decían que el culpable de su desaparición era Jimin, pues era el último que había estado con él, y a causa de eso, todos los días de lo estaban interrogando tratando de sacarle la verdad, porqué sí, aquel pelirosa era el principal sospechoso de la desaparición del muchacho.

- ¿Usted mantenía una relación con el joven Kim Jung-myeon? - preguntó el oficial mientras en sus manos tenía una pequeña libreta y un bolígrafo.

- No, les he dicho eso diez veces. Solo estaba con él ese día porque me pidió que lo ayude a estudiar - Habló un Jimin muy agobiado por pasar por lo mismo todos los días.

- Bien, eso es todo por hoy. Nos vemos luego joven Park - El oficial se despidió y se alejo del lugar en el que estaban, dirigiéndose hacía la salida.

Jimin estaba cansado de todo eso, él no había sido el culpable de nada, después de haber follado durante tres horas con Kim, se fue hasta su casa en un taxi, no había pasado nada más, desde que cruzo las puertas de aquella casa no supo nada más de él, ¿Porqué la gente sacaba falsas conclusiones sin siquiera saber algo del tema?

- ¿Jimin? - Habló el castaño mientras se acercaba a su hyung, quien parecía estar en otro mundo - ¿Podemos hablar? - dijo un poco nervioso al ver que la mirada del más bajito se posó en él.

- Claro Jungkook, dime - Habló mientras pasaba una mano por su cabello y mojaba con su lengua sus labios

- Es que... Bueno, es complicado de decir sabiendo que hace poco confesé que me gustabas - Pasó una de sus manos por su nuca no sabiendo como seguir hablando, ¿A quién se lo ocurría pedirle consejos a quien tiempo atrás le había confesado sus sentimientos? Si, a él.

- Jungkook, sabes que puedes hablar con confianza, no es como si fuéramos desconocidos - empezó a caminar hacía su casillero siendo seguido por un incomodo castaño.

- Bueno, yo sé que tú me dijiste que no podías corresponder a mis sentimientos, por eso trate de fijarme en alguien más y ...

- Vamos Jungkook, se de quien hablas, no es díficil adivinarlo - Soltó una pequeña risa y después de quitar el candado de su casillero, lo abrió viendo un extraño sobre que no había dejado antes. - Sé que te está empezando a gustar Taehyung, era algo de esperarse - tomó el sobre demasiado confundido revisando si tenía el nombre de alguien, además ¿Cómo era que llegó eso allí?

- ¿Cómo es que te das cuenta de todo sin que te lo digan? - puchereo cruzando sus brazos, estaba por creer que Jimin era una especie de brujo, estaba seguro que había hecho un pacto con el diablo o algo por el estilo - En fin, la cosa es que Taehyung últimamente ha estado pasando mucho tiempo con Hoseok, y ya casi no está conmigo.

Jimin lo escuchó quejarse, sabía que era lo que estaba haciendo su mejor amigo, pues él mismo le había dado la idea, sin embargo, últimamente Taehyung no dejaba de hablar de Hoseok, o de estar todo el tiempo con él, y estaba por pensar que Taehyung se cansó de estar trás  Jungkook y decidió darle una oportunidad a Hoseok.

Que Empiece El Juego  [yoonmin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora