VIII

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El amor duele, y más cuando no eres correspondido.

Había pasado ya más de dos años y la "feliz pareja de esposos" tenía un pequeño retoño de apenas un año, la pequeña Lee YoungMin, o Min, como a Mark le gustaba llamarle.

Había sido unos buenos años para los dos, no había peleas y estaban muy felices... estaban.

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Los rayos del sol se asomaban por las cortinas del cuarto, dando calor para un frío día pronosticado.

Jaemin sintió esos rayos que molestaban varias partes de su rostro haciendo que se removiera en su lugar. Al abrir sus ojos soltó una sonrisa mientras se estiraba queriendo voltearse para encontrarse con el hombre que amaba.

Cuando volteó solo sintió almohadas, el mayor no estaba y eso hizo que hiciera un mohín en sus labios.

Cuando tomó fuerzas para levantarse se dirigió al cuarto de la pequeña para darle los cuidados necesarios.

Entró al cuarto y se encontro con la imagen más tierna que había visto en toda su vida.
Mark estaba tirado en el piso con Min en su pecho, los dos dormidos.

Sonrió por eso y salió, les iba a dejar un tiempo más de "padre e hija"

Se sentía feliz, muy feliz... nunca se  había sentido así, tan alegre y sonriente por la mañana.

Que triste que la felicidad no es para siempre.

Para en la tarde, el menor llevó a Min a casa de los abuelos, solo para que disfrutaran tiempo con ella y se familiarizara con el ambiente.

Su familia se había ofrecido a cuidarla, solo un fin de semana... como cualquier familia.

Y si que fue mala idea aceptar y regresar temprano a casa...  fue mala idea regresar.

Llegando a su casa, con una sonrisa, con la felicidad que llevaba cargando desde la mañana, entró.
Entró a casa esperando ver al mayor viendo la televisión... pero nada.

Hasta que escucho un ruído, uno que no pudo distinguir muy bien.

¿Makku? --preguntó al aire, pero no hubo respuesta, solo simple sonido que provenian del cuarto de arriba.

Extrañado subió, con un ligero temblor pasando por su cuerpo. ¿Qué estaba pasando? ¿Por qué su sonrisa se desvanecía?

Iba a abrir por completo la puerta, apenas iba a soltar una palabra hasta que lo escuchó...

Mark.

Esas no eran sus palabras, esos sonidos jadeantes no provenian de sus boca.

Ver por la abertura de la puerta no fue una buena idea, tal vez se hubiera ahorrado el dolor fuerte que sentía en el pecho.

Ahí estaba, viendo como el mayor hacía suyo a otra persona... se lo hacía con fragilidad y dulzura, con el amor que nunca le dió.

Es horrible que te cambien.

Sin valor de enfrentarse a sus problemas se fué al cuarto de su niña.
A pesar de que la niña dormia placidamente despues de su paseo, mantenía la misma sonrisa.

Lloraba en silencio en una esquina, mientras que sabía lo que pasaba en la otra habitación, pero era cobarde para ir a pelear.

No.

No se iba a quedar así, tenia que luchar contra ese miedo y dejar de sufrir por su amor no correspondido.

Ya eran las diez de la noche, solo escuchó los paso que desaparecian, murmullos y algunos sonidos de besos en la planta baja. Qué descaro.

Con mucho cuidado de no ser escuchado bajó las escalera, estaba a unos metros atras del bastardo que era su marido.

Este cerro la puerta con una sonrisa y al darse la vuelta esa sonrisa se volvió una mueca de disgusto al ver al menor a unos paso enfrente de él.

Jaemin deslumbrana enojo y tristeza, tenía la palabra desepción en su frente, sus ojos demasiado hinchados y rojos de llorar al igual que se marcaban sus venas del esfuerzo de no gritar o hacer algún tipo de rabieta, solo apretaba los puños a tal punto de querer encajar sus propias uñas en sus palmas.

¿Jae...Jaeminie? --Intentó acercarse al menor pero este dió un paso atras.

Eres un desgraciado. --Claro que las lágrimas saldrían de nuevo, no solo por lo sucedido, si no por todo, desde su noviazgo hasta ese maldito día.-- Yo hago todo por tí y por Min ¿y así me recibes?

Lo siento.-- Escupió como si fuera la cosa más insignificante.

¿qué hice mal? ¿por qué me haces esto? --Fue la peor pregunta que pudo hacer.

Todo.

Su pecho se estrujó demasiado y solo escuchó el sonido de la puerta principal cerrandose.

Esa fue el peor día de su vida... y probablemente el ultimo.

Todo lo hice mal.

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Creo que habrá un
cambio de planes.

[Por cierto, perdón por no actualizar;;]

《Relatos de un amor disfuncional.》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora