Mi lindo acosador

Miedo.

Un día Otabek despertó algo tarde, se arregló, desayuno y preparo todo, pero olvido su uniforme de deporte.
Se dio cuenta hasta que llegó al salón

-¡Que nervios!- Grito Leo revolviendo su cabello

-¿Qué ocurre?- Preguntó dejando sus cosas

-Hoy tenemos examen de física- Respondió con la mirada en blanco

-¿Y?- Preguntó sin tomarle importancia

-Olvidé mis tenis- Suspiró

-¡Yo olvide todo!- Dijo alterado, era inútil intentar marcarle a alguien, sus padres estaban de viaje

-Al menos no soy el único, creo que diré que me siento mal- Respondió su amigo

-Nos irá peor, quien falta reprueba ¿Lo olvidas?- Dijo apoyando su barbilla sobre sus manos

-¡Presten atención!, nuevamente su compañero Yuri no vendrá así que les pido que alguien le lleve las notas- Les informó mientras entraba al salón -¿Algún voluntario?-

Tan pronto como realizó la pregunta todos dijeron ¡Yo!, mientras alzaban la mamo, bueno todos menos los amigos que estaban más preocupados por sus uniformes

-¡Altin y de la Iglesia!- Dijo fuerte el maestro haciendo que estos salieran de su mundo, ambos chicos voltearon a ver -Le llevarán los apuntes a Yuri, más tarde les daré la dirección- Respondió a su mirada de confusión

-Pero...- Antes de que el se argumentara el maestro dijo

-Nada de peros, ahora tú y tú comadre presten atención. Voy a comenzar la clase- Le dijo a Leo

La clase empezó y ellos "prestaron atención", su mente estaba en otro lado, seguían pensando en como se salvarían de la clase o el regaño.

Al finalizar su clase de literatura el maestro que es su encargado, les dio el sobre con la tarea de todos sus maestros del día anterior y tan pronto como se fue las chicas se acercaron a él.

-¿Sabes donde vive Yuri?- El pelinegro negó con la cabeza

-Entonces ahí debe estar la dirección, yo lo haré por ti- Le extendió la mano

-Esta bien, nosotros lo haremos- Dijo Leo sonriendo nervioso, Otabek lo vio confundido -Es una excusa perfecta para saber donde vive- Respondió su duda una vez que las chicas se fueron murmurando

Las clases pasaron y el notó que había una nota dentro de su libro.

" Beka, ¿Qué tal estas hoy?

Yo no me encuentro muy bien pero nada de que preocuparse aún así me ocuparé de ayudarte.

-K"

Extrañado se quedo pensando en porque K pero por más que lo intentó no encontró respuesta, en especial cuando notó que su libro estaba en casa y no había salido de ella, entonces ¿Cuando metieron la nota?

Al contarle a su amigo este dijo

-Eres muy despistado, pudo ser en cualquier momento-

Otabek no contestó y simplemente se levantó para ir a guardar sus libros, pronto comenzaría el examen de física

-¿Qué?- Preguntó para si mismo

-¡Bek, Dios es real!- Dijo mostrándole su uniforme

-Una nota- Le mostró a su amigo

-¿Qué esperas? leelo- El pelinegro asintió