Capítulo 33- ¿Por qué ella se empeña en estar en mi presente?

104 4 5
                                    

.

“Un libro abierto es un cerebro que habla; cerrado un amigo que espera; olvidado, un alma que perdona; destruido, un corazón que llora”.

Proverbio hindú.     

En menos de lo que imagino ya nos encontramos en la entrada del resort y siento como que si hubiese estado aquí anteriormente, un deja vu pasa como corres camino en este instante, y la percepción me confirma la duda que tuve hace menos de un segundo.

Los botones van de arriba abajo haciendo su pesado trabajo el cual para ellos es una costumbre ya que lo hacen diario, cosa que moriría si hiciera yo, así que adelantó mi pequeña y a la vez abundante maleta hacia el grupo que se encuentra delante de nosotros. Cada quien pone seguridad a su maleta y avanzamos al área de almuerzo porque a la verdad que morimos de hambre.

Una vez todos reunidos en la mesa puedo notar como mis manos empiezan a hiperventilar de una manera que ya me es conocida. Tomo la botella de agua que se encuentra a un lado donde se encuentra Henry con su teléfono haciendo pequeños Boomerang con todo lo que le queda alrededor.

-Ya la familia de Sandy se encuentra hospedado en el hotel, nos están esperando en la reserva que está al otro lateral del resort.... es decir, nos equivocamos de sala.- Dice papá con una sonrisa cansada.

Se que tanto el como todos estamos muy estresado por el gran recorrido que hicimos hasta aquí y conozco tanto a mi familia que se que lo único que pasa por nuestra mente en este momento es echarnos a una cama y no levantarnos jamás de ahí. Pero como es una responsabilidad según mamá, mostramos los mejores ánimos que nuestro cuerpo - hipócritamente- expresa tener.

-Esto me costará un riñón, lo juro.- Digo para mis adentros pero creo que sólo yo pense que fue así porque al mismo tiempo todos voltean su rostro a mi y con cara de estreñidos me miran y me dedican una mirada de reproche, a mi defensa sólo levanto mis manos al cielo en song de paz.

Caminamos unas cuantas cuadras y al final de un camino de piedras blancas puedo ver como un pequeño gaceo con cortinas blancas y sillas de este mismo color, dos de estas están ocupada por una señora de la misma edad de mi madre- probablemente- y el señor un poco más mayor que mi padre por, así decir, nos esperan con una sonrisa ladeada.

-¡¡Oh mis viejos amigos como los he extrañado!!.- Habla la señora que Supongo que es la madre de Sandy dándole un majestuoso abrazo con mucha euforia a mamá, está le devuelve el saludo mucho más eufórica y se abrazan por más de dos minutos por así calcular..

Siento como intencionalmente mis ojos ruedan al cielo y un bufido molesto se escucha a mi lado.

-¿Qué? No me jodas tu también ahora.- Le reprochó a Henry.

-Jodete Nadil.-Dice y avanza al lado de Daniel que se encuentra con una bebe durmiente en sus brazos.

Después de unos largos minutos de saludos afectuoso y anécdotas acerca de Henry, Daniel y yo de cuando éramos niños salen a luz - Recuerdos s que ni yo recuerdo para ser sincera- y así entre más cuentos y halagos terminamos sentado en la misma mesa que los padres de Sandy.

***

Tres horas después.

Ella, solo ella sabrá de mí.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora