"Día lluvioso"

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El pequeño pelirrojo caminaba hacia la salida, veía a todos salir con amigos y paraguas, era una desgracia que sus dos amigas con las que se supone debería de estar en este momento se fueran antes que él. Al fin de cuentas el que él haya perdido su cuadernillo, donde guarda sus más preciados o vergonzosos dibujos no era culpa de ellas; tampoco creyó que tardaría tanto tiempo buscándolo, cuando se dio cuenta de que tardaría más (ya que no quería irse sin haberlo recuperado) les dio a saber que sería mejor que se fueran, ellas se negaron al principio pero al ver la lluvia que empezaba a caer prefirieron aceptar, despedirse y correr a sus casas. Cuando por fin se había rendido al no  haber podido encontrar ni una pista de aquel guardián de bocetos, decidió ir a casa, sin paraguas y tal vez corriendo. No llevaba algo con que cubrirse ya que no sabía de los pronostico del clima que pasaron en las noticias, no le gustaba ver las noticias.

Prácticamente su día se vio arruinado, perdió su cuadernillo de dibujo, corriendo el riesgo de paso a que alguna persona curiosa husmeara lo que hay dentro.  Además de que tendrá que mojarse al volver a casa todo por no saber cual iba a ser el clima de ese día. 

Sus pensamientos se vieron interrumpidos al ver dos cabelleras pasando a su lado, una castaña y otra azabache, ambas chicas levantaron su mano y se despidieron de él con una sonrisa, pero no respondió el gesto ya que se quedo inmerso con la linda sonrisa de una de ellas: Marinette, la dueña de los dibujos más vergonzosos en su cuaderno y de muchos de sus sonrojos involuntarios. A veces le gustaría acercarse, y poder tener una charla normal con ella, sin balbuceos de por medio o comentarios que lo hicieran desear que la tierra se lo tragase y no lo volviera a escupir. Sin más que un intento de despedida que no fue captado por las chicas, soltó un suspiro de derrota, otra vez se perdió en ella.

Rendido y paciente a que la lluvia bajara su intensidad, empezó a repasar todo lo que había pasado ese día, ese día se volvió el más escandaloso y extraño y no solo para él, sino para todos, era exactamente el día que nunca espero en su vida, con la llegada de ese gigante de piedra (que a fin de cuentas resulto ser uno de sus compañeros de salón), que vino acompañado de dos personas más: una chica vestida con un traje rojo y con puntos negros y un chico con orejas,  cola y totalmente de negro, los cuales fueron nombrados como los héroes de París a partir de ese día, al resolver todo lo que ocasiono dicho monstruo. Aunque el desastre había pasado y todos parecían tranquilos, se sabía muy bien que dentro de todos existía un miedo al comprender que esa no seria la última vez que pasará algo así.

Empezó a pensar en ¿Qué habrá pasado con esas dos personas para que obtuvieran esos poderes?, ¡brincaban por todas partes y hasta parecía que podían volar por los aires! A menos que una mariquita y un gato radioactivo los hayan mordido, no le veía lógica (aunque el hecho de pensar en la posibilidad de animales mutantes tampoco era algo muy lógico). Cuando salió de sus pensamientos, la lluvia se había intensificado y no sabía el por que de seguir afuera mojándose cuando puede meterse, lo que hace el perderse en sus pensamientos que ni sentía la lluvia que caía sobre el.

Cuando por fin había decidido volver adentro y llamar a su mamá advirtiéndole que llegaría un poco más tarde que lo habitual, se vio interrumpido por el sonido de unos pasos que se detuvieron detrás de el, al instante en que lo pasos pararon, él dejo de sentir la lluvia caer sobre su cabeza, ya que algo sobre ella no lo permitía.

Volteó para saber quien era el portador de ese paraguas, y vio a un chico casi afuera de la escuela como el, pero en un punto exacto donde la lluvia no lo tocaba, (tal vez si no fuera tan distraído, hubiera esperado en ese punto para no mojarse). Vio su brazo estirado sosteniendo el paraguas para cubrirlo a él. Se lleno de intriga ya que dicho chico le resultaba familiar pero al mismo tiempo no, una cara familiar sin nombre. Cabello rubio y bien cuidado, tez prácticamente perfecta y sin dejar a lado los ojos verdes e intensos.

Cuando él otro chico carraspeo un poco, agito un poco la cabeza despeinando un par de cabellos en el acto, y se avergonzó un poco ya que no se había dado cuenta de que se quedo un corto tiempo analizándolo. Espero un poco ya que parecía que él otro tenía algo que decirle pero se arrepentía cerrando su boca hasta que tomo una pequeña bocanada de aire y se decidió a hablar.

—Hola, yo...bueno, primero que nada, tú eres Nathaniel ¿cierto?

—Sí pero...¿Cómo sabes mi nombre?

—Este cuadernillo— Empieza a decir mientras saca este de su mochila— lo encontré en el salón de clases, busque al dueño por un rato y púes no perdía nada con preguntarte a ti si eras el dueño, así que... ¿esto es tuyo?

—¡Mi cuadernillo! Dios no sabes cuanto te lo agradezco ¿Dónde lo encontraste? 

—En el salón, ya lo había dicho pero no te preocupes— Dijo mientras soltaba una pequeña risa al ver la expresión de vergüenza del otro— Tranquilo, ten ¿lo vas a tomar?— Extiende el cuadernillo que el otro toma sin dudarlo de manera lenta.

—En verdad es muy importante para mi, muchas gracias hmm... ¿Cuál es tu nombre?

—¡Ah! claro, soy Adrien Agreste un gusto.

—Un gusto Adrien yo soy...

—Nathaniel, ya lo sabía- Dijo extendiendo una mano hacia el pelirrojo, la cual fue estrechada- Perdón por haberlo abierto, se que tal vez sea muy privado, pero tenia que ver quien era el dueño, y al no verlo en la pasta lo abrí, y lo que vi fue grandioso, tienes talento— Alagó al chico que sonreía tímido ante el cumplido, cuando algo atrapó su atención, un lujoso vehículo que reconocía perfectamente, ya llegaban por el— Tengo que irme, nos vemos mañana.

—Esta bien, nos vemos mañana— Dijo para después voltearse e ir dentro a seguir esperando a que la lluvia se aminorara.

El rubio al ver que el otro regresaba a la escuela en lugar de irse a su casa volteo con un ceja arqueada y habló.

—¿Y tú todavía no te vas a casa? no creo que haya algo importante ahora para quedarse aquí.

—Esperare a que la lluvia pare un poco, no quiero mojarme.

—Podría llevarte de paso, no creo que pare pronto.

—No quiero ser una molestia además estoy cerca, de seguro solo serán unos minutos más— Él rubio se quedo pensativo por unos segundos, pensando en alguna solución para no dejarlo solo, ignorando los pitidos insistentes que su guardaespaldas hacía resonar, apurando a ya irse.

No paso mucho tiempo para que después, casi sin pensarlo extendiera el objeto en sus manos al pelirrojo, el cual no pudo más que dedicar una mirada confusa.

—En ese caso, al menos llévate esto.

—Pero tú... gracias también por esto- Suspiro, al fin y al cabo lo necesitaba, después lo devolvería y agradecería nuevamente infinitas veces. 

—Y bueno... ¿lo vas a tomar?— Espero a que este lo tomará, viendo como el otro algo dudoso se decidía entre tomarlo o no a pesar de ya haber aceptado, pero cuando al fin lo hizo este casi sale volando haciendo que el pequeño cuerpo del de cabello rojo luchara para mantenerlo estable. Y así el pequeño Nathaniel quedó pasmado unos momento por todo el movimiento provocado en solo unos instantes, volvió de su asombro  al escuchar una carcajada de parte del rubio, a la cual el pelirrojo se le unió, ambos riendo por la absurda situación.

—Adiós Nathaniel, nos vemos mañana.

—¡Adiós! Buscaré la forma de recompensarte.

—Dibújame algo, eso bastará, dibujas increíble, como ya lo dije antes, tienes mucho talento— Dijo antes de dirigirse a la limusina la cual lo estaba esperando hace unos cinco minutos.

—¿Por que tan amable y caballeroso con ese chico?— Dijo una pequeña criatura negra saliendo de la bolsa del rubio.

—Tal vez sea un nuevo amigo Plagg— Fue lo que dijeron los dos chicos, obvio uno sin la mención del kwami.

Nathaniel se dio cuenta que ese día fue bastante acelerado y raro para su pacifica vida, pero al fin y al cabo todo esta bien, los héroes llegaron a protegerlos, recupero su amado cuadernillo, y por último, conoció a un futuro buen amigo.

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¡Hola! Espero les haya gustado, se que es corto, pero para el primer capítulo creo que esta bien.

Gracias por su atención!!!
Los quiero <3

¿Lo vas a tomar? - AdrinathDonde viven las historias. Descúbrelo ahora