|CAPITULO 1|

4.6K 311 182
                                    


Sans tenía un sueño en donde estaba en un pasillo de color dorado, el único pasaje hacia la casa de los Dreemurs, que, sería manchado por unas salpicaduras de color rojo.

Su falta de respiración en el suelo al acercarse poco a poco a lo que sería una ilusión lejana de ser su hermano que se desvanecería cuando caería de rodillas a su muerte sin antes oír unos pasos que hiban en dirección a el, una mano tocándole en su hombro.

- ¿Que esperas a unirte a el? Costal de huesos -dijo una voz infante con el único echo de sonar como un desquiciado que tiene el objetivo de matar a todos.

Al mero instante de oir esto, se despierta de su pesadilla haciendo hiperventilar para recuperar aliento, notando que está en su sótano, el cual por suerte necesita un poco de mantenimiento y limpieza.

Sentía algo en su pecho, se toca para llevarse la sorpresa de que es una cadena, estaba encadenado como si fuera alguna clase de mascota que está castigada con tal de no salir.

Mira a su alrededor para ver algo, trata de usar magia pero una fuerte descarga eléctrica desde su collar no le dejaba usar su magia. Maldice en voz baja y se levanta para ver a su alrededor. Hay un plato con agua y croquetas de perro, una manta que es cómoda y unos barrotes bien echos que no podía escapar saliendo de estos.

Observó una nota en su plato de "comida" que juraría que antes no estaba hay para tomarla y leer; "Enfrente de ti".

Al terminar rápido de leer esto, mira al frente para llevarse el susto de que su contrario de aspectos de ladrón o de pandillero estaba enfrente tuyo, haciendo que caiga al suelo por el susto.

- ¡Oye por qué demonios me traes aquí encerrado como si fuera tuyo! -exclamo enojado Sans por la situación- ¡Y de paso quítame esta cosa! -toco su collar de púas que lo tenía en su cuello como un perro.

- ¿A que te refieres? -en su mano tenía una correa la cual estiró con suficiente fuerza para levantar a Clásico del suelo y tenerlo enfrente de el para tenerlo con su mano derecha con la correa tirando de él y con la otra tomándolo de la cintura como si fuera una chica cualquiera.

Sans sorprendido se trataba de apartar teniendo un rubor en sus mejillas de color azul un poco notable.

- ¡H-hey, d-dejame!, No soy tu...

-Es interrumpido por Fell- ¿Mi que?, ¿Mi putita acaso?~ -dijo de una manera picaresca que provocaba que la cara de Sans se tornará de color azul Cyan.

- ¡N-ni eso soy! -dijo molesto al punto de gruñir al verlo.

- Vamos, por algo te traje a este lugar, por qué a partir de este momento, serás la más grande puta que podré haber tenido -tira con fuerza el collar dejándolo muy apegado a el y que sus cuerpos se froten- Por que yo sé que les gusta las putas, empezar con un beso~

Fell saca su lengua roja brillante que podía iluminar la poca luz que tenía el cuarto, con ella le empieza a lamer en la mejilla de este haciéndolo gemir un poco y luego pasarla sin separarla de él hasta tu boca.

- Si te atreves a morderme, te haré pasar los peores momentos de tu vida -decía con su lengua acariciando los labios del Sans original.

Este intentaba negarse, pero, Fell le dió un golpe en sus costillas haciéndolo gemir un poco de dolor y aprovecho para meter su lengua adentro para acariciar la lengua de su presa, sus dos lenguas estaban muy juntas, Sans intentaba separarse de el, empujándolo, pero este se resistía.

Cuando llegó el momento de separarse por falta de aire, ambos observaron como las puntas de sus lenguas tenían un hilo de saliva que era lo único que podía unir sus lenguas.

Dejó a Clásico teletransportandose al otro lado de los barrotes, en donde sacaría de su bolsillo un cigarrillo y encenderlo con su encendedor que tenía las iniciales de S.F. Sans estaba aún en la pared en shock por lo que acaba de pasar, teniendo saliva de Fell en su mejilla, alrededor de su boca y en parte de su lengua con un rubor fuerte en su cara.

- Te déjare para que reposes y cuando venga, traeré algo para que comas y podamos llevarnos muy bien, hasta tal vez, divertirnos como ya sabrás -saca por un momento su cigarro para exalar el humo de su boca.

Sans aún en la pared, lo mira con una mirada de enfado le saca el dedo del medio a Fell y este empezó a burlarse de la acción que hizo.

Sale del cuarto en donde al poco tiempo, Sans se sienta en el suelo y colocando sus palmas en su frente tratando de recordar lo que acababa de pasar.

- ¿El es mi dueño?, ¿Soy alguna clase de juguete sexual? -se decía a si mismo- No, no, tengo que escapar antes de que el vuelva y si lo hace, que Dios me ayude a saber qué cosas tiene preparado ese maníaco.

Mascota || Fell Classic ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora