Mutable

Prólogo

13 años atrás.

Mis ojos se abrieron en medio de la taquicardia. Podía sentir como el aire se negaba a entrar de la manera correcta a mis pulmones y en vez de eso, el frió sudor seguía rodando por mi espalda y empapándome por completo. 

Bajé de mi cama, cruzando las viejas escaleras de madera iluminadas por una luz amarilla proveniente del primer piso. Mi padre debía seguir trabajando.

Continué mi camino, esa vez centrándome en la habitación del fondo y finalmente alcanzándola cuando mis nervios estaban a punto de estallar.

  — ¿Mamá? —  Mi delgada voz resonó en la habitación, apenas iluminada por la luz de la luna —  No puedo dormir.

La ventana se encontraba abierta y el viento azotaba el delgado velo de las cortinas contra la pared. Rayos de una tormenta lejana atravesaban el cielo, volviéndolo visible por unos segundos y haciendo que las figuras de la noche se proyectaran sobre las paredes.

 Tragué en seco, limpiando mis manos contra la pequeña bata que cubría mi cuerpo y dejando la tenue luz para sumergirme en la penumbra.

  —  ¿Mamá?  ¿Donde estas? — Indagué nuevamente,  subiendo a la cama y dando unos gateos sobre ella.

Sin embargo, justo cuando alcancé el lado donde ella dormía, mis manos y rodillas se hundieron en un denso y tibio liquido. Mi cuerpo se paralizo , encontrándome de repente retrocediendo a rastras en un intento de alejarme.

Caí de espaldas, rodando desde la cama y chocando contra la pared. 

Intenté reincorporarme, sintiendo como mis ojos se llenaban de lagrimas y el terror de apoderaba de mi.

  — ¡¿Mamá, donde estas?! — Grité en medio del llanto, girando en dirección al corredor y corriendo en dirección a este —  ¡Papá!—  Grité de nuevo, medianamente entendiendo mis palabras en medio del balbuceo.

Mis pies comenzaron a bajar con rapidez, un escalón tras otro en búsqueda de alguien que me explicara qué estaba ocurriendo, pero una vez abajo, mi confusión no hizo más que aumentar.

El escritorio de mi padre se encontraba totalmente destruido. Vidrios descansaban aquí y allá sobre el suelo, unos provenientes de la lámpara rota, otros de las ventanas más cercanas.

La tinta de su pluma se había regado sobre la mesa y ahora goteaba lentamente hasta el suelo, cayendo sobre los papeles que, con el viento, se habían esparcido por toda la habitación.

Mi respiración comenzó a acelerarse, las lagrimas no dejaban de salir y todo a mi alrededor se veía nublado en medio del terror.

De repente, un crujido en la entrada logró llamar mi atención. El ruido aumentó progresivamente y sin esperarlo, las luces comenzaron a parpadear a mi alrededor.

  —  ¡Alguien, por favor! —  Grité en medio del pánico, justo a tiempo para que la puerta se abriera de golpe y diera en un fuerte estruendo contra la pared.

Un chillido se escapó de mis labios justo en el momento en que los bombillos colapsaron, estallando de un solo golpe. Me acurruqué en mi lugar, abrazando mis piernas y enterrando mi rostro entre la tela de mi ropa.

Un sonido más se escuchó, esa vez referente a pasos . Estaba cerca, podía sentirlo, pero no era capaz de moverme de aquel lugar.

Subí el rostro con lentitud, una pesada respiración resonaba frente a mi. Alguien se hallaba allí observándome desde la oscuridad y por alguna razón, podía jurar que estaba sonriendo.

Un rayo más cayó, finalmente acompañado de un trueno y pronosticando que la tormenta se acercaba. Aproveché ese instante para mirarle, o por lo menos para apreciar la figura que de repente estiraba una mano en mi dirección.

Dudé por un momento, no me creía capaz de hacer algo pero, a pesar de que mi corazón por poco se salía de mi pecho y el miedo se apoderaba de mi sistema, sentía la necesidad de hacer lo que decía.

Estiré mi temblorosa y pequeña mano en su dirección. Mis movimientos eran tan lentos, que casi podía contar los segundos que pasaban mientras aguardaba a tocarle.

Un nuevo rayo. Un estruendoso trueno y esa vez, su mirada sobre la mía, culminando con su tacto y un fuerte dolor que provocó que un desgarrador grito saliera de mi garganta y me desvaneciera por completo.

En ese momento, la oscuridad ya no estaba a mi alrededor, sino dentro de mi. Podía ver como me consumía y en medio de todo, podía sentirle allí, aguardando para tenerme por completo. 

Nota de la autora:

¡Hola a todos!

Bueno, quiero traerles un genero que he probado algunas cuantas veces, pero jamás les había dado directamente: La fantasía. Enmarcada en la ciencia ficción, el romance y la acción.

Debo admitir que el termino fantasía no me agrada por completo, no sé. Por alguna razón, cuando lo digo mi mente no puede evitar teñirse de unicornios y arco iris (¡Cuando yo quiero sangre, señores!), pero qué le hacemos.

Quiero advertirles que esta novela jugará mucho con sus mentes. Quienes me han leído saben que amo los giros de la historia y los secretos y, esta especialmente, gustará de hacerles creer cientos de cosas, acertar en algunas, pero definitivamente errar en muchas otras.

Así que paciencia. Cojan bien esas creencias y prepárense para desenmascarar un pasado inexistente y desenmarañar un presente bastante cuestionable.

Espero lo disfruten y amen tanto a nuestro chico como amaron a Ryan. Diganme ¿Qué esperan de esta novela?

Besos, Faith.

PD: Segunda portada en multimedia, hecha por uno de los amores de mi vida <3

PD2: Les recomiendo escuchar las canciones de multimedia a  medida que lean, están especialmente diseñadas para cada capitulo.

PD3: —Porque no me gustan los números impares y debía haber una tercera — Las actualización, al igual que las de Sin reglas Ni Principios 2 serán semanales. 

Si  les gustó lo que leyeron, no olviden votar, comentar y sobretodo recomendar esta naciente idea para que la familia crezca. Los amo.