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Jeongin abrió los ojos poco a poco, acostumbrándose a la tenue luz que entraba por la ventana. Tocó con sus manos las sábanas bajo de él  y sobre de él, tenían una textura demasiado suave, el aroma a suavizante hacia deleitar a su pequeña nariz.

Siguió palpando en la cama, y sus ojos se abrieron como platos cuando sintió un cuerpo más ahí, pudo sentir un torso desnudo, y cuando se percato de que se encontraba en un lugar verdaderamente desconocido su corazón se aceleró por el miedo y desesperación. No sabía donde estaba, ¿cómo había llegado hasta esa habitación él? Con temor, miro bajo la sabana que cubría su hermoso y pequeño cuerpo y miro que efectivamente, contaba solo con sus pantalones y calcetines en los pies.

—Ah, despertaste —la persona al lado de él habló. Giro y se congelo al percatarse y que la voz provenía de un hombre, —¿Estás bien? —preguntó el chico de cabello castaño y Jeongin no respondió.

Llevó la sabana hasta su cuello, cubriendo su torso desnudo y sus ojos curiosos no pudieron aguantarse a no mirar al chico que estaba frente a él con una mirada confundida, Dios ¿conocía al tipo siquiera?

—¿Quién eres tú? —interrogó el menor, con voz temblorosa.

El castaño frente a él suspiro, como si tratara de entender lo que estaba pasando.

—¿No recuerdas mi nombre, Jeongin? —el corazón del menor bombeo demasiado rápido mientras el chico se aproximaba él —Creí que al menos recordarias mi nombre... —parecía decepcionado, pero aún no respondía la pregunta y Jeongin se veía desesperado, su cabeza daba fuertes punzadas y dolía demasiado.

—¿Quién eres? —repitió ahora más seguro de su voz, el castaño pareció comprender y se acercó un poco más a él, lo cual sólo causó que Jeongin se intimidara aún más.

—Descuida, no te haré daño —se adelantó a hablar —Soy Chan, Bangchan, de último grado —los ojos de JeongIn se abrieron aún más (si es que se podía) al escuchar ese nombre ¿Cómo había llegado hasta la habitación de él?

Cuando sus ojos viajaron por el torso desnudo de Chan, se sintió avergonzado, ¿por qué lo estaba mirando?

—¿No recuerdas nada? — el mayor temió por la respuesta —¿Cómo llegaste aquí? ¿Qué pasó anoche? ¿Algo?

Jeongin negó varias veces con la cabeza y con temor se atrevió a preguntar;

—¿Pasó algo entre nosotros...? —su tono de voz era tímido y a la vez intrigado, cuando vio que el chico negó con la cabeza se sintió aliviado.

—Tranquilo, no pasó nada —lo bueno era que el pequeño no recordaba nada —Ayer por la noche hice una fiesta, tú llegaste aquí con un par de amigos pero después de unas horas ellos se retiraron ya que tu  insistencia por quedarte en la fiesta los enfado —agregó Chan.

¿Cómo es que Chan sabía todo eso? ¿Había escuchado todo aquello? ¿Lo estaba inventando?

—¿Y sabes todo eso por que...?

—Porque estabas llamando mucho la atención —respondió— después de eso te pusiste a beber hasta más no poder y cuando yo subí a mi habitación para descansar tu ya te encontrabas aquí —termino y el más pequeño agachó la cabeza.

Se atrevió a entrometerse en la habitación de su mayor... En la habitación del anfitrión de la fiesta. ¿Dónde estaban sus amigos? ¿Estarían molestos con él? Seguramente sí, lo que aún no entendía era el porque sus torsos estaban desnudos pero justo cuando iba a preguntar el castaño se adelantó.

—No tenías tu playera cuando entré, te quite los zapatos y te acomodé en mi cama. Habría sido egoísta tirarte al suelo —aclaro con una sonrisa que los ojos de JeongIn no pudieron ignorar.

E̷l̷ C̷l̷u̷b̷ D̷e̷ L̷o̷s̷ C̷o̷r̷a̷z̷o̷n̷e̷s̷ R̷o̷t̷o̷s̷ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora