Entro en la cafetería más cercana y me voy corriendo al baño. Abro el grifo y me mojo la cara. ¿Como no me había dado cuenta desde el principio? Es un capullo, un idiota, y espero a no darme cuenta hasta ahora.
Acabo de pillar al gilipollas de Nick, mi novio, besando a una tía.
Salgo del baño, me siento en una silla y apoyo la cabeza en la mesa. No hay mucha gente en esa cafetería; un señor tomándose un café y una señora con su hijo sentados en la mesa de al lado. El niño se ha pringado la cara y la madre se la esta limpiando.
A la media hora, sigo aquí, pero todos se han ido. Me he pedido un café y un cruasán.
Cada diez minutos empiezo a llorar, y me sueno los mocos con las servilletas. Cuando me estoy secando los ojos, se oye la puerta, y entran cinco chicos corriendo. El camarero les ve y se apresura a cerrar la puerta con llave.
Yo no les veo, así que no se quién son, aunque la verdad es que no me importa mucho.
- Muchísimas gracias, Richard.-dice uno de ellos.
- Joder, lo siento por ellas, pero necesitamos un poco de descanso.-dice otro.
Yo sigo llorando, ahora desconsoladamente, secandome las lagrimas de los ojos. Ellos se dan cuenta de mí, la única persona de la cafetería, y se acercan. Se van sentando uno a uno en la mesa.
Yo no me doy cuenta de que están hasta que uno de ellos me habla:
- Hey ¿Estas bien?
Levanto la cabeza, y... ¡Madre mía, son One Direction! Pero estoy tan débil que no puedo ni siquiera sonreír.
Veo a los cinco con su preciosa sonrisa mirandome.
- Hola, soy Harry, este es Liam, él Niall, este...
- Ya se quienes sois.-respondo, seca.
- Ah...-dice Harry, incómodo.
- Perdona, lo siento, lo siento mucho, enserio. Es que no se que me pasa hoy, estoy muy borde. Lo siento muchísimo, enserio.
- No pasa nada...-dice Niall.
- _________(TN).-digo sonriendo.
- _________(TN).-repite.- Que bonito.
- Gracias.-digo, sonrojándome.
Me seco las lágrimas con la manga de la chaqueta y sonrío.
Liam me mira. Se que sabe que no estoy bien, y que me preguntará que me pasa. Estoy a punto de contarlo cuando entra un chico alto, baqueros caídos y un pendiente en la oreja. Típico chico que enamoraría a cualquier chica idiota, y me incluyo en esas chicas.
Se acerca corriendo hacia mi,y me levanto.
-¡________(TN)!-dice.
-¿Que coño quieres, gilipollas?-digo.- porque si vienes a darme una explicación, ahórratela. No se que hacías con esa tía, ni me importa. Así que vete.
- Mira, no era lo que parecía...
-¿Ah, no? ¿No te estabas liando con una tía más guapa que yo? ¿Entonces que era, Nick? ¿¡Que coño era!?-digo, y salgo corriendo, dejando allí mi bolso y a esos cinco chicos a quien amo. Pero no aguantaba más estar ahí, con ese idiota.
Me siento en un banco y me pongo a llorar. ¿Como he llegado hasta esto? Yo no era así. Yo tenía amigos, los mejores del mundo. Nunca me había enamorado de nadie, al menos no así. No he estado tan pillada por nadie nunca. Y llegó Nick y con una simple sonrisa cambió todo. Pero él no estaba enamorado. Él solo buscaba sexo y con quién liarse de vez en cuando. Y yo era perfecta para eso, porque le hacía caso a todo lo que decía, le creía. Me decía que no podía quedar conmigo para ir al parque porque tenía dentista. Mentira. Ahora se que hacía cada vez que me decía eso.
