Estoy en el coche, yendo a el autobús del campamento que me he apuntado. Es un campamento de música que esta a las afueras de Londres, mi ciudad natal. Mis padres no querían que fuese, pero al final insistí, y me apuntaron. Amo la música, la amo más que a mi vida. Me encantan muchos cantantes y grupos como Little Mix, The Vamps, 5SOS, Demi Lovato, Miley Cyrus, los de la serie Glee... pero One Direction es mi favorito. Los amo muchísimo.
En la radio suena Happy, de Pharrell. Empiezo a tararearla.
Al llegar, saco la maleta, me despido de mi padre y subo al autobús. Me siento al lado de un chico moreno, porque no hay más sitio en el autobús.
- Hola! Me llamo _____.- digo.
- Hola, yo soy Samuel, pero puedes llamarme Sam.- y sonríe.
Todo el camino nos lo pasamos hablando, riendo, cantando. Y me doy cuenta de que Sam es un chico muy amable, seguro de si mismo, y que ama la música, como yo. Bueno, supongo que aquí a todos les gustará la música.
Vamos a nuestras habitaciones. Se llenan en seguida, y Sam y yo nos quedamos sin habitación.
- Bueno, esta habitación esta reservada para una cosa, pero sobran dos camas.- dice el monitor.
- Vale, vamos.- le digo a Sam.
Entramos y cada uno nos cogemos una cama.
- Wow! ¿Aquí los dos? ¡Genial!- dice Sam.
- Sí, es genial.- digo.
Es raro, porque lo acabo de conocer, y ya nos llevamos súper bien. Tenemos mucho en común.
Saco mi guitarra, con la funda con fotos de 1D, y la dejo en la cama.
- ¡Eh! ¿Te gusta One Direction?
- Sí, ¡Me encantan!- digo.
- A mi me encanta Miley Cyrus. Es una diosa.- sonríe, emocionado.
- Ajajajaja sí, lo es.- digo, riendo.
*Dos días después*
Han pasado dos días, y han sido los mejores de mi vida. Sam y yo estamos todo el día juntos. Es un chico genial, y toca muy bien la guitarra. Yo también toco la guitarra, y a veces hacemos dúos.
El monitor nos ha dicho que nos vayamos cada uno a nuestra habitación, que tiene una sorpresa preparada. Asi que Sam y yo entramos en la nuestra. Empiezo a tocar la guitarra, "Little Things", de One Direction. Al cabo de diez minutos tocan la puerta y entran cinco chicos. Sam y yo, que estamos de espaldas a ellos, sentados en el suelo, nos giramos.
- ¡¡MADRE MÍA!!- grita Sam, y se pone de pie.
Yo solo me levanto, con las manos en la boca. Pero no grito, aunque quiera, no vaya a ser que los espante.
- Pégame.- me dice Sam. Yo le pego.- ¡Auch!
- Jajaja, somos reales eh. No estáis soñando.- dice Zayn.
Y yo me pongo a llorar. Me tapo la cara con las manos.
- No llores, bonita.- me dice Harry, quien viene a abrazarme.
- No puede ser. No es real. Estoy soñando. ¡Joder!
Sam sigue flipando.
- Soy ______, y él es Sam.- digo, aún con lágrimas en los ojos, separándome de Harry.
Tocan la puerta.
- ¿Qué? ¿Os gusta la sorpresa que os tenía preparada? No contaba con que faltaran cuartos, pero estoy seguro de que no os importa dormir aquí.