Semana Soudam (Traducción)

De viaje

Día 7: Enfermedad https://archiveofourown.org/works/14964117

Gundham y Kazuichi siempre disfrutaron visitando a su aliada cercana y ex compañera de clase Sonia Nevermind en su país natal Novoselic. Como ella había sido la heredera del trono y, por lo tanto, la futura gobernante de ese reino, la Princesa de la Oscuridad había regresado a su hogar después de que todos se hubieran graduado de la famosa Academia Pico de la Esperanza. Sin embargo, esto significó para los tres aliados más cercanos, que no podían volver a verse muy a menudo, lo que les llevaba a la tradición de visitarse cada trimestre del año, cambiando cada vez quién viajaría y quién hospedaría, y cada vez que sucedía un evento en el pasado que requería la presencia del otro, como la boda de Gundham y Kazuichi o en este caso la ceremonia de coronación del ahora real gobernante de Novoselic.

Siempre fue un placer para ellos verse de nuevo después de largos períodos de tiempo y siempre compartieron muchos recuerdos felices durante estas visitas. Sin embargo, siempre hubo una parte desagradable de esta tradición. El viaje en sí, si fuera Gundham y su esposo haciendo esta parte, ya que Kazuichi sufría de cinetosis durante toda su vida. Una ironía en sí misma para el ex Mecánico definitivo, que se estaba especializando en vehículos de movimiento rápido, sufrir de tal maldición. Mientras la pareja vivía su vida en Japón, mientras que la Gatita residía en Novoselic, que estaba en Europa, estas reuniones entre los mortales significaban que tenían que viajar largas horas, lo que solo podía hacer sentir como que nunca se terminaba para Kazuichi.

Por lo general, el mortal enfermizo descansaba durante sus viajes, mientras que Gundham conducía su automóvil o servía de almohada para su consorte oscuro en el avión y el vehículo utilizado por los sirvientes de la Gatita para transportar a los invitados. Sin embargo, después de un cierto tiempo, un mortal ya no podría descansar ya que su cuerpo estaba lleno de energía no utilizada a pesar de sentirse miserable y débil.

La pareja ya había recorrido la mayor parte de su viaje después de aterrizar en Japón y ahora solo tenían que regresar a su reino compartido. Gundham, que conducía su automóvil, dirigió su atención a Kazuichi por un momento, quien estaba apoyado contra la ventana con los ojos cerrados. Sin embargo, como el Supremo Señor del Hielo, pudo ver que el otro estaba completamente despierto, gracias al malvado tercer ojo que poseía. "¿Cómo estás, mi amante?"

Abriendo lentamente los ojos y girando la cabeza hacia Gundham, respondió con voz tensa. "Como el infierno. Quiero salir de este coche". El tono de su voz indicaba que tenía problemas para evitar que su frágil cuerpo perdiera la comida que habían compartido ese día.

"Tomaré un alto en la próxima oportunidad, para que puedas descansar, mi amante. Por favor, trata de resistir hasta entonces." Gundham respondió y mantuvo los ojos abiertos en busca de una señal que revelara un lugar próximo para tomarse un descanso. Kazuichi solo asintió brevemente de acuerdo con esto y cerró los ojos nuevamente para superar sus náuseas. Conduciendo un poco más, Gundham pudo detectar un letrero que liberaría temporalmente a Kazuichi del confinamiento de su automóvil. Poniendo la señal que notificaría a los otros mortales de él planeando cambiar la dirección, Gundham se detuvo en el estacionamiento y se detuvo en uno de los muchos espacios de estacionamiento. Kazuichi inmediatamente abrió la puerta y salió corriendo, desapareciendo en uno de los baños públicos que este reino ofrecía a los muchos viajeros. Gundham también dejó el automóvil y lo cerró rápidamente, antes de seguir a su consorte para controlarlo. No fue difícil encontrar a Kazuichi, ya que actualmente solo había uno de los puestos ocupados y el sonido de náuseas también era una buena indicación. Llamando a la puerta del lugar, Gundham esperó por un momento hasta que escuchó que estaba desbloqueado.

Al entrar, encontró a Kazuichi apoyado en la pared y sosteniendo su cabeza. "¿Puedes caminar?" Gundham le preguntó con preocupación en su voz. Nunca se acostumbraría a ver a Kazuichi en un estado tan miserable, especialmente porque incluso los poderes de Gundham no eran suficientes para ayudar al otro a superar su maldición.