Favor de leer-Pues aquí en esta sensual historia ok no encontraras varias perejillas uwu obvio de akatsuki, es mi primera historia así que paciencia con migo ok? u.u y si no te gusta mucho las groserías (y faltas de ortografía:v) y obvio si no te gu...
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Se dice que el matrimonio es una forma de demostrar el amor que hay entre dos personas, el anillo se pone el dedo anular, la razón por la que esta tradición es mundial es porque ese dedo conecta con una vena que va directo al corazón. Es sorprendente como miles de personas durante miles y miles de años creen que por ir en el dedo anular representa amor eterno...
Deidara seguía fielmente aquella creencia, quería que su amor con Itachi fuera eterno... Pero el Uchiha había dicho entre platicas que no era necesario casarse para demostrar que el amor entre ellos era de lo más puro y eterno. Deidara claro que se estremeció con la idea de saber que probablemente nunca en su vida Itachi le propondría matrimonio. El único anillo que Itachi le dio fue uno de simple plata que parecía ser usado sólo por señores viejos, pero a pesar de la apariencia, Deidara amaba ese anillo por venir de Itachi y ser el único que tendría un lugar en su dedo anular.
Un suspiro inundó la taza de café que quedaba frente a él y puesta sobre la mesa negra que hacía lindo contraste con la cafetería de colores carmesí, cafés y blanco. Noto como Hidan trataba de ver su rostro atravez de su flequillo y lo único que pudo lograr fue enojarse por no lograr su objetivo, algo andaba mal con su amigo, y sabía que nuevamente se trataba sobre ese pensamiento abrumador pero sencillo que ponía mal a Deidara.
–¿Ahora por qué estas triste? ¡Todos los días estás triste! Estoy seguro de que nos equivocamos al decirle "emo" a Itachi... Oh espera, ahora todo tiene sentido, ustedes son una linda pareja de emos eso es.
Deidara trato de ocultar su rostro entre la bufanda color bofetada que traía colgando de su cuello y envolvía este con suavidad.
–Aún no me ha pedido matrimonio...
Hidan rodo los ojos y miro con suma molestia a el rubio, era la décima vez que le mencionaba aquel tema en solo tres días.
–¿Y qué? No tienen que casarse para seguirse amando Deidara ¡Ya te lo dije! Creeme, un matrimonio podría arruinar todo, vienen las discusiones, los pañales-
–¡No puedo tener hijos, soy hombre!
–Para el amor no existe limites, o tal vez para ti si, tu amor llega solo al noviazgo pero está bien son más libres así y no tienes porque cargar un anillo cacá a todos lados.
Deidara dio nuevamente un suspiro y a Hidan no le quedó de otra más que hacer que su amigo obtuviera lo merecido.
Azotó sus manos contra la mesa haciendo que todos dirigiera la atención hacia el rubio y el de cabello grisáceo.
–Escuchame bien Deidara... No se como pero haré que Itachi te proponga matrimonio hoy mismo.
Dicho esto saco dinero de su bolsillo y lo aventó a la mesa para después tomar la mano de Deidara e irse corriendo junto con el pasando atravez de toda la lluvia.
Ambos sonreían como hace tiempo no hacían, la lluvia les hacía volver a la época en la que ambos eran niños y se escapaban de sus casas solo para pasar cientos y cientos de horas jugando con los charcos y visitando las aguas termales. Esta carrera entre quien era más veloz ¿sí la lluvia o Hidan y Deidara? No era la excepción, iban a recordar tiempos a las aguas termales, donde se distraian de la sociedad y del trabajo. Su estancia fue de lo más agradable, mientras Hidan contaba su vida sexual con Kakuzu, Deidara hacia lo posible por repetir cada párrafo de la biblia en su mente.
