Estoy en la sala del Concilio, pronto empezará la reunión. La sala es completamente blanca, los pisos y columnas son de mármol, las 5 sillas puestas en un amplio círculo, un gran ventanal que daba al bosque, me siento en mi silla dándole la espalda al ventanal. Me siento a pensar mientras llegan los delegados de los habitantes, ¿Cómo tendré hijos sin mi mate? ¿Cómo pudieron entrar los vampiros? Esas y más preguntas me acechan cuando escucho que me llaman.
-Alfa.-Llega Eldar, de los elfos, es un hombre negro, cabello largo y ojos azules casi blancos, orejas en punta y vestimenta muy fina, me da una reverencia y se sitúa en la primera silla a la derecha. Es un hombre muy sabio, de pocas palabras. al poco rato entra la representante de las hadas, Carlin.
-Alfa.- Dice con una cara de preocupación y pesar, me da una reverencia hasta el suelo y se coloca al lado de Eldar. Carlin una mujer normalmente muy alegre, con cabello castaño, le llegaba a las caderas, un cuerpo menudo pero muy hermoso, con alas naranjas, su vestido parecía echo con las hojas del otoño, está demás decir que es un hada nacida en esa época.
Nadie habla, hay duele en el salón, al poco rato, llega Calipso representante de las ninfas, me da una reverencia y se sitúa en la primera silla a la izquierda. Se nota su pesar, ella tan viva y alegra como los de su especie y hoy el duelo le quita aquella chispa. Era una mujer de cabellos dorados, ojos tan azules como el cielo, piel blanca parecía de porcelana, llevaba el vestido de duelo, un vestido gris hasta el suelo y con mangas largas, no mostraba nada de piel. En eso llega La Suma Sacerdotisa, Aradia, se sitúa a mi izquierda y empieza la reunión. Giro mi mirada a la derecha y me dirijo a Carlin.
-¿Qué pasó con la protección?- pregunto severo, las hadas eran las que mantenían la protección en contra de los vampiros.
-Él Círculo fue atacado, alfa, los sobrevivientes dijeron que fueron unos rebeldes, pero no saben de qué especie venían- dice apenada.
-¿Qué haremos?, si siguen sueltos esto se va a repetir- dice Calipso al borde del llanto, seguramente perdió a alguien en el ataque.
-¿Tenemos la protección?- pregunto preocupado, si los vampiros nos atacan, se perderían muchas vidas.
-Si, Alfa, levantamos la protección lo antes posible, Él Círculo está bien protegido por nuestros guerreros- se apresura a decir Carlin.
-¿Cómo hallaremos a los rebeldes?- habla Eldar por primera vez.
-Mientras menos busquemos más rápido los conseguiremos- dice Aradia, con un tono calmado, como si un grupo de rebeldes que ponen en peligro Anycus no fuera la gran cosa, no aguanto más y exploto.
-¿Qué sugiere Suma Sacerdotisa? ¿Quedarnos de brazos cruzados a esperar su próximo ataque y que se cobren más vidas? Eh, oh claro lo siento, se me olvidaba que las brujas son los seres más frívolos que puede haber, presumen su gran poder pero siempre prefieren quedarse de brazos cruzados- digo iracundo. Aradia me ve, y se ve muy molesta, se levanta de su silla y me encara.
-Le agradecería que si tiene algún problema con mi alguien de mi gente lo resuelva con esa persona, alfa.- dicho esto se retira.
-¿Qué hará con el brujo, alfa?-dice Eldar, en tono curioso.
-Será exiliado, y acerca de los rebeldes que le hagan un retrato hablado y serán buscados por todo Anycus y refuercen al Círculo.- digo y me voy de aquel salón, me siento sofocado.
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La bruja y el alfa
مستذئبEn un país donde los Dioses son la Diosa Luna, El Dios Sol y Las Estrellas, ellos decidían el destino de todos Anycus, el país donde los hombres lobo gobernaban, el alfa Daemon encuentra a su mate, nunca pensó que sería una bruja llamada Artemisa y...