Loba Blanca ©

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Camino entre las personas hasta llegar a la barra y pedirme un trago.

- ¡Cait! Mi bella doncella de pelo blanco ¿Qué quieres beber muñeca? - Habla Nicholas, el barman de la fiesta. El mismo Nicholas del que hablo Raven. Tuve una historia con él, estuvimos en algo, no de novios, pero si tuvimos nuestros encuentros. Besos, caricias, pero nunca llegue a tercera base.

- Nick, dame lo más fuerte que tengas. - Apoyo mis codos sobre la barra y lo miro divertida. El me responde con una sonrisa pícara, vine a divertirme así que un poco de ligoteo no me viene mal.

- Lo que la princesa pida. - Me guiña un ojo y se da vuelta para prepararme el trago. Lo miro de arriba abajo, es un hombre guapísimo, de ojos verdes pelo castaño, alto y bien formado. Lo conozco desde hace años. Fue mi mejor amigo en primaria, pero nos distanciamos cuando empezamos el instituto. - Aquí tienes Cait. - Me un vaso típico rojo, ni me preocupo en mirar el contenido y lo llevo a mi boca para tragármelo de un solo sorbo. Con sentir el ardor en mi garganta me doy cuenta de que es vodka puro. - Siempre me sorprendes dulzura, eres tan bella Caitlyn.- Mira descaradamente mis labios. Rio como idiota y le pido otro. Termine mi cuarto vaso y lo invite a bailar, a lo que el acepto encantado.

Agarro su mano su mano y lo guío hasta la pista, lo miro a los ojos y me acerco a sus labios rosándolos apropósito, veo como el cierra los ojos esperando el beso, pero me separo bruscamente y me doy vuelta dejando mi espalda en su pecho y muevo mis caderas al son de la música. Nick, toma mi cintura y la aprieta, mostrando su excitación, apegándome más a él.

- No sabes lo necesitado que estoy Cait, déjame hacerte mía. - Grita en mi oído a causa de la música. Hago como que no lo escucho y sigo bailando, sigo moviendo mis caderas refregándome contra él, lo escucho gruñir. Siento como me empuja contra una pared y mira mis labios nuevamente, luego mira mis ojos, se que quiere besarme, y no me voy a negar, siempre nos besamos. Se acerca rápidamente y captura mis labios, acaricio su cuello y lo empujo para que esté más cerca de mí. Siento un cosquilleo en el vientre, se que estoy perdiendo el control, pero por culpa del alcohol no le doy importancia y me dejo llevar. Nick acaricia todo mi cuerpo. Se separa de mis labios y continúa besando mi cuello. ¡Maldición! Se siente tan bien. Tomo el cuello de su camiseta, no pienso lo que hago, solo lo hago, y me acerco a su oído.

- ¿Qué esperas para hacerme tuya? - Estoy viendo todo borroso, pero me dejo llevar por sus caricias. Miro sus ojos, y veo como me mira sorprendido, pero no dura mucho tiempo ya que ahora me esta mirando con deseo y lujuria. Agarra mi brazo y me lleva hasta la segunda planta. Entramos en una habitación. Nick me mira y cierra la puerta con seguro, me empuja sobre la cama, quedando yo acostada. Se sube arriba mío y comienza a besarme desesperadamente. Se que estoy ebria, pero no tengo conciencia alguna de lo que estoy haciendo. Le sigo el beso por que no se que hacer. Comienza a desvestirse, se saca la remera y deja a la vista su abdomen plano bien formado, soy mujer y se darme cuenta cuando alguien esta en su mejor estado. Vuelve a besarme con más ganas, mientras acaricia mi abdomen y sube sus manos colándolas bajo mi top, tocando mis pechos. Comienzo a sentirme sofocada, encerrada. ¿Qué estoy haciendo?

-Nick...-Trato de empujarlo para que salga, no quiero esto. - Nick edtoy ebria, no te aproveechess. - Hablo como puedo.

- Tú me lo pediste Cait, ebria o no lo quieres. -Besa mi cuello, succiona y muerde ¡Diablos! Duele como la mierda.

- Bassta ppor favor. -Lo empujo con más fuerza.

- No Cait, hace meses que venimos así, que me dejas con las ganas, ya no mas nena. – Toma mis brazos y los pones arriba de mi cabeza, me ha cagado. Grito lo mas que puedo, no quiero que me toque más, me asqueo, al sentir como intenta sacarme el short. Muevo mis piernas para impedirle que me lo saque. - ¡Quédate quieta Maldición!