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-Entra a la casa inmediatamente Mackenzie. – Noah nunca me llama por mi segundo nombre, eso quiere decir que está demasiado enojado.

- Ahora Caitlyn. – Habla Nathan. No lo dudo ni un segundo y camino la puerta. Cuando estoy cerca de ellos, veo como mueven sus narices muy raramente ¿Qué bicho les pico? Al llegar a su lado sus miradas de reproche y enojo cambian a una de ira. Nunca en mi vida me miraron así, entro rápidamente a mi casa al sentir el miedo que sus miradas me trasmiten. – Caitlyn ¿Qué mierda hiciste? – Casi grita, se nota en su voz que se esta conteniendo para no romper todo. Noah se nota más tranquilo, pero sé que está enojado, y mucho.

- Solo Sali ¿Okay? Como si ustedes nunca salieran y se acostaran con todas, idiotas. – Se que me estoy yendo de tema, pero ellos también salen y vuelven al otro día, que no me jodan.

- Somos mucho mas grandes que ti, si podemos hacer esas cosas Cait. – Habla Noah.

- ¿Mucho mas grandes? ¿Es enserio? Por dios, me lleva solo un año par de estúpidos. – Me quito la chaqueta y comienzo a subir las escaleras.

- ¡¿Qué MIERDA SON ESAS MARCAS EN EL CUELLO?! – Grita Nathan. Mierda, sabía que Nick iba a dejar marca. Ahora si estoy acabada. Paro de subir los escalones, y como puedo tapo mi cuello.

- Oye, no me grites, tu siempre vienes a casa con esas marcas y no solo en el cuello. También soy adolescente, también tengo hormonas, también tengo derecho a divertirme. Así que cálmate.

- ¡¿COMO QUIERES QUE ME CALME SI SE QUE MI HERMANA ES UN PUTA?! – Sus palabras duelen, mis ojos comienzan a humedecerse, nunca hago estas cosas de salir, pero tengo derecho a hacerlo y no por eso puede llamarme de esa manera. Trago el nudo que se formo en mi garganta y parpadeo rápidamente para que mis lagrimas no caigan. Miro a Noah y veo como mira mal Nathan.

- Bien, seré una puta, y estoy feliz de ser así, estoy bien conmigo mismo por el haberme acostado con Nicholas Killen. – Lo miro de mala manera, y no puedo evitar el sentirme dolida. Veo como los ojos de mis hermanos se agrandan por la sorpresa de haber escuchado mis palabras. Nathan es el primero en salir de su shock, camina hacia a mi y me agarra bruscamente del brazo para llevarme fuera de la casa, al jardín, Noah lo sigue detrás con los ojos llenos de ira. Tengo miedo, nunca se comportaron así conmigo.

- ¿Así que has perdido tu virginidad? ¿Con ese idiota? – Me habla Nathan, sin gritar, pero noto su voz llena de enojo.

- Si, lo he hecho y no me arrepiento, no sabes lo bien que la he pasada hermanito, he disfrutado cada segundo. – Lo miro desafiadamente.

- Cierra la puta boca Caitlyn. Mama se enterará de esto, y te tratará como una ramera, porque lo eres. – Nathan me mira con odio, sus palabras duelen como el infierno.

- Bastan Nathan, estás hablando de más, es una adolescente no controla las hormonas, no la vuelvas a llamar así porque te las veras conmigo. – Me defiende mi otro hermano.

- ¿Así que te pones de su lado? Bien, como quieras, pero eso no niega lo que eres, una pu... - Noah no deja terminar la frase de mi hermano al pegarle un puñetazo en la cara. Llevo mis manos a mi boca sorprendida, mis hermanos nunca pelean entre sí.

- Te dije que no la vuelvas a llamar así Nathan, así que cierra tu culo porque no me cansare de pegarte una y otra vez. – Nathan lleva una de sus manos a su boca y mira esta para ver que esta llena de sangre, Noah le ha roto el labio.

- ¿Te atreves a pegarme? – Al terminar sus palabras golpea a Noah en el estómago, mi otro hermano se encoge y lleva sus manos a la zona golpeada. Y así comienzan una pelea. Me desespero y comienzo a gritarles para que paren. Oh dios se están matando.

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⏰ Última actualización: Oct 13, 2020 ⏰

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Loba Blanca ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora