-¡Cat! ¿Estas escuchando lo que digo? Pareces distraída.- Habla Raven, no puedo sacarme esos ojos de mi cabeza, a donde quiera que mire están ahí, mirándome tan fijamente como él lo hacia.
-Lo siento estoy un poco cansada, esto de haber terminado las clases y saber que viene el cumpleaños de mis hermanos me cansa.- Trato de sonar convencida de lo que digo, y al juzgar su expresión se lo creyó.
-Oh, los Sanders. Nunca me acosté con uno de ellos. - Muerde su labio inferior y mira hacia arriba como si estuviese imaginando algo.
-¡Raven! Que son mis hermanos ninfómana de mierda. - Golpeo su brazo mientras ella ríe a carcajadas. - ¿Vienes para mi casa?
-No, tengo cosas que hacer, la semana que viene me voy al sur, mas específicamente a Brasil, es emocionante. ¿Sabes cuantos chicos morenos y de buen cuerpo estarán allí? O por dios de solo pensarlo... - Hace ademán de sacarse la ropa.
-Dios mío amiga tiene serios problemas. - La abrazo y río mientras seguimos hablando de temas sin sentido hasta que veo la puerta de mi casa.
-Oye, hoy a las diez te paso a buscar, acuerdate de la fiesta y no acepto un no como respuesta Smith. - Dice mi amiga mientras camina hacia tras alejándose para seguir camino hacia su casa.
-No Raven, no iré. - Hablo casi gritándole debido a la distancia mientras saco las llaves de mi mochila.
-Eso ya lo veremos Caitlyn ¡Te amo! - Corre y salta gritando nada mas y nada menos que. - ¡HOY TENGO UNA FIESTA!
Río, y entro a mi casa cerrando la puerta de tras de mi.
-¡Mama! ¡Ya llegue! ¡Estoy en casa! - Cuelgo mis llaves y mi campera al acostado de la puerta. No oigo ruido en casa, supongo que mis hermanos todavía no llegaron y mama habrá ido de compras. No hay nadie en casa. Subo las escaleras rumbo a mi habitación. Abro la puerta y sin mas abro mis brazos tirándome de lleno a mi querida cama. Cierro mis ojos, tratando de quedarme dormida. Un ruido en la planta baja hace que me siente de golpe. Es como si hubiesen tirado algún cubierto al piso. Lo primero que hago es agarrar mi celular de mi bolsillo trasero para llamar a mis hermanos. Después de unos cuantos tonos Nathan atiende.
-¿Cait? ¿Donde estas? Estamos esperándote hace una hora en el estacionamiento de la escuela. - Habla mi hermano. Un sudor frio cae por mi espalda, no soy capaz de responder al escuchar las pisadas en la escalera, mama no es ya que ella gritaría diciendo que esta en casa, aparte de que la puerta de entrada no se escucho ni cuando se abrió ni cuando se cerro.
-Nathan... hay algu-alguien en casa... Mama no es y ustedes no están. La puerta no se escucho. No se que hacer, dios tengo miedo. -Susurro mientras me escondo debajo de mi cama tratando de hacer el menos ruido posible. Un leve suspiro de terror sale de mis labios al sentir como el piso de madera tiembla por las pisadas de aquella persona.
-¡¿Que?! ¡Maldición! ¡Noah arranca el auto! Escucha Cait, esconderé y trata de tranquilizarte ya estamos yendo para allí. Por nada del mundo te muevas de donde estes, estamos llegando tranquila ¡Noah mas rápido idiota! -De atrás se escucha como mi otro hermano le regresa en el insulto. Si no fuera por la situacion en la que estoy, seguramente ahora estaría riendo. Pero lo único que quiero es que lleguen ya. -Ya llegamos hermanita, tranquila. - Y la llamada se corta.
El miedo me invade, las pisadas se escuchan por toda la planta de arriba. Un calor inmenso me consume y mi vista se torna borrosa. Un dolor punzante en mi cabeza hace que lleve mis manos hacia ella, como si eso aliviara el dolor. Sin poder contenerlo un gemido de dolor sale de mis labios. Las pisadas se detienen pero luego se escuchan devuelta hacia mi habitación, mi corazon se vuelve loco, lágrimas caen por mis mejillas. Clavo mis uñas en la madera a causa del temor. Me repito una y otra vez que todo estará bien, cierro mis ojos y escucho como la puerta de mi pieza se abre. Muerdo mis labios para que ningún sonido de ella se me escape.
Esa persona se sienta en la cama, encima de mi. El colchón se unde. Abro mis ojos y controlo mi respiración, veo sus pies. Lleva unas botas marrones un poco desgastadas, es un hombre. El tipo se levanta de la cama y camina por mi habitación, solo logro ver sus pies. Mi respiración se corta cuando lo escucho hablar.
-Se que estas ahí Caitlyn Smith. Será mejor que salgas de donde estes escondida antes de que yo te saque. - Su voz es gruesa, hay algo en ella que me aterra de una manera inexplicable, pero por otro lado me atrae y hace que un escalofrío recorra todo mi cuerpo.
Como si fuera mi salvación, la puerta principal de abre de golpe y se inmediatamente que son mis hermanos. El hombre se sobresalta y gira rápidamente a la puerta y parece buscar donde esconderse pero ya es tarde. Noah y Nathan están parados en la puerta de lo que es mi habitación. Aprovecho rápidamente para salir de abajo de la cama y correr hasta abrazarme a Noah, quien me recibe con los brazos abiertos y besa mi cabeza. Suspiro de alivio. Nathan me mira y sonrie al ver que estoy bien.
-¿Brent? ¿Que haces aqui? No hacia falta asustar así a mi hermana. - Habla un enoja Nathan.
-Ella no es tu hermana. No la trates como si fuera de tu familia porque no lo es. - Su voz nuevamente. Giro mi cabeza para encontrarme con el chico que estaba en el pasillo del instituto. El hijo del director. ¿Como entro a mi casa? ¿Quien es para cuestionar si soy o no hermana de Nathan y Noah? ¿Porque mi vino? Muchas preguntas atormenta mi mente.
-¡¿Quien mierda te crees imbécil?! No te atrevas a decir una palabra mas porque partiré tu maldita cara en un segundo.- Noah tensa sus brazos sobre mi mientras dice esas palabras. Me sorprendo, ya que Noah, al contrario de Nathan, es un chico muy tranquilo. Nunca se enoja y siempre busca la paz.
-¿Que es lo que quieres Brent? - Habla sereno Nathan.
-Se acercan sus 18.- Dice el chico, llamado Brent, tranquilo, como si la presencia de mis hermanos no les generara nada.
-Sabemos ocuparnos de ello, no haces falta, ahora lárgate y no vuelvas. - Habla ahora mi otro hermano.
-Si hago falta, mucha. - Sonrie, y da miedo. Me aterra y lo único que quiero es correr tan lejos de el como pueda.

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Loba Blanca ©
WerewolfUna Loba, blanca como la nieve, delicada y fina sera, como una rosa en invierno a punto de quebrarse pero con sus espinas escondidas es capaz de matar... No se permite ningún tipo de plagio.