Mi relación con KyungSoo no parecía tener ningún avance en particular. Chanyeol al ver que me estaba acercando a Soo, solo se alejó. Ya no hablaba con él, y definitivamente parecía que se había rendido. Y mayor fue mi sorpresa al enterarme que se había cambiado de universidad al ver a Kyung a mi lado. con la frase "espero que lo cuides" se despidió de mí. Como si no fuera obvio que deseo mas que nada cuidarlo.
Los siguientes días nos seguimos viendo en la cafetería del centro.Manteniendo el secreto que que estamos saliendo. Aun no sabía por que había decidido aquello, pero poco me importaba, por que en verdad, el estar con él, para mi era suficiente.
Iba todos los días a buscar a su padre a la cafetería, a conversar un momento con el, y luego tomaba de mi mano para salir por ahí a pasar el rato.
El caminaba de mi lado, sosteniendo mi brazo, o mi mano, y dándome cortos besos llenos de timidez. Claro está siempre y cuando estuviéramos en presencia de nuestros padres. Aún que verlo sonrojado, pintaba mi mundo de colores. Hacía que los días de lluvia que ya estaban presentes, se convirtieran en los días más cálidos para mí.
Nuestras salidas siempre comenzaban y terminaban con nosotros caminando, con un café en la mano, un cigarro en la otra y largos y silenciosos vacíos contemplando la noche. Siempre mantenía ese silencio, en un principio incomodo, pero que al pasar los días, se volvían interesantes, el sólo poder mirarlo, sentir el calor de sus manos, sus sonrojadas mejillas por el frío, o sus suaves besos que me regalaba para que dejara de hablar cuando lo agobiaba con mis bromas, no necesitaba mas.
Luego iba a dejarlo a su casa en mi moto, sintiéndome aún más perdido cuando me sostenía de la cintura para no caer. A veces entraba a su casa, compartíamos un nuevo café,un par de besos, robados en su mayoría por mi y un cigarrillo a medias.
Kyungsoo era frío, de esos que jamás dice que pasaba por su cabeza. De esos que nunca me decía palabras tiernas, no me ponía apodos cursis, y mucho menos, mostraba afecto. Su único momento de ternura conmigo era en frente de nuestros padres o las veces que me afirmaba en la moto. Sin contar las veces que en algún susurro que fingía no oír me decía "no me dejes"
Al mes de salir le pedí que fuera mi novio.
En un comienzo, se quedó callado, dubitativo, pero luego de un par de insistencia, me había dicho que si. Prometí cuidar de el, y no dejar que su rostro volviera a tener lágrimas de tristeza. Bese sus suaves labios, acariciando sus mejillas, todo mi cuerpo se sentía cálido, el se colgó de mi cuello, correspondiendo a mis besos.Hasta aquí todo bien. Pero sabía que él no me amaba tanto como yo lo hacía. Muchas veces me sugirió que mejor nos alejaramos, que el jamás me haría feliz, y peor aún, que su corazón no me correspondía. Pero aún que eso me dolía, seguía a su lado.
Luego de unas semanas, le dije a todo el mundo que el es el amor de mi vida. Jamás oculte la felicidad que me brindaba el poder decir que ese enano de ojos grandes, bella sonrisa y carácter frío era al fin mi novio. El sonreía cada vez que lo presentaba como "mi novio" pero dentro de mi, sabía que su sonrisa era solo fingida. Frente a los demás, se mostraba feliz, y cuando estábamos solos solo lloraba y se apoyaba en mi hombro.
Maldecía el nombre de esa persona que le "rompió" el corazón. Aun no me contaba que había pasado. Y jamás me había enterado siquiera del nombre de ese mal nacido. Solo me limitaba a estar a su lado, abrazándolo y prometiéndole que todo estaría bien, que jamás lo dejaría, y a veces, dándole su espacio.
A veces salíamos a caminar por la facultad de derecho, tomaba mi mano y me decía cosas lindas... "Que guapo te ves hoy, Wu YiFan", pero sabía en mi que el preferiría que yo fuera otra persona, y dedicarle esas palabras a alguien más.
Después de pronunciar esas bellas palabras volvía a ser frío, distante y silencioso. Pero intentaba de todas las formas posibles que tomara en cuenta mi amor hacia el, lo ayudaba con sus clases, lo llenaba de mimos, e inclusive muchas veces cocinaba cosas para el por que ama comer y por sus horarios de la universidad, comía nada más que fideos instantáneos. Pero siempre veía esa mirada triste en el.
Mi corazón solo tenía una misión: enamorarlo.
Pero cada vez que hacía algo por el, sentía que estaba en la nada. Si, es cierto, nos besábamos, salíamos de la mano, inclusive a veces nos acariciabamos, caricias que jamás llegaron a nada, pero yo sentía que era como estar en el paraíso, pero nada de eso valía si después se alejaba de mi.
Sentía que aún que era mi novio, yo era solo un juguete para el. Alguien que estuvo justo en el momento en el que el deseaba jugar. Y me dolía el saber que podría haber sido cualquiera.
Pero no me rendí. Jamás el sentir que estaba siendo usado fue un impedimento para estar a su lado.
Comencé a encontrar más y más cosas en el que me enamoraban. Su ronca voz, aquella con la que me cantaba a veces, esa mala costumbre de cubrir su boca cuando reía, sus vicios, los cuales yo compartía, la costumbre de lamerse los labios cuando está nervioso, e inclusive sus labios sabor a café. Todo eso me volvía loco.
Nuestra vida era muy simple, conversaciones, café y cigarrillos. Nada fuera de lo normal.Íbamos siempre a la cafetería de nuestros padres, aprovechavamos el área de fumadores. Y lo hacía reír a veces. Me contaba de su día, con la misma frialdad de siempre. El siempre solía estar serio. Pero, me miraba con sus grandes ojos y mi mundo se detenía.
Pero todos esos momentos de silencio, aquellos en los que las palabras desaparecían, me llenaba de nuevas dudas.Muchas veces llore en silencio en mi habitación. Dolía saber que el no me correspondía ¿De qué me servía el amarlo tanto, llenarlo de mimos y regalos, gastar mi tiempo en él, si su corazón era de alguien más?
Luego salía de mi habitación, fingiendo que nada pasaba. Que estaba realmente feliz por tenerlo a mi lado, y aun que así era, no podía evitar sentir ese vacío.
Siempre me mostraba alegre frente a lo demás, inclusive con mi mejor amigo. No era capaz de decirle lo mal que me sentía con esta situación. Solo callaba y le hablaba de lo maravilloso que me parece mi novio... ¿Por qué eso es? ¿Verdad?
Kyungsoo se había convertido en mi mayor pena, amar a alguien que no te ama. Alguien que solo te usa para olvidar a alguien más. Y poco a poco me estaba cansado estar así.
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Between Cigarretes And Coffe.
FanfictionUn stalker enamorado. Un depresivo enamorado de alguien más. Un café para dos. Un cigarro apagado. Wu YiFan, de 22 años cae enamorado de un amargado y poco cariñoso joven de 18 años. Un amor que lo tortura, que lo hace sufrir, saber que su primer...