HOODIE

VI

(N/A: Escuchen la canción. Es hermosa)

Capítulo 6: Bang

Mi padre estaba en la camilla, con oxígeno, la pierna derecha elevada con un arnés y vendada y su estómago estaba vendado también.

Me vio y se bajó la mascarilla, yo ya esperaba el insulto.

-Hijo -Dijo en un leve gimoteo. -Lo siento, en serio, sé que no eres mío, lo descubrí tan solo el otro día, la carta estaba guardada en tu habitación y al saber que no eras realmente mi hijo, me dolió, porque a pesar de no ser el mejor, los primeros ocho años de tu vida intenté serlo.

-Ya no importa, el daño está hecho.

-Lo sé, solo quería decirte que lo siento y que espero que encuentres a Noah Stilinski, nunca supe porque eras Stilinski, ahora lo sé y espero que sea mejor padre de lo que yo fui.

-Pero, ¿Qué pasa si no lo es?, ¿Qué pasa si tiene familia?, ¿Qué pasa si no me quiere? -Me senté en la silla frente a él y comenzó a acariciar mi cabello, este era el padre que yo solía tener y me gusta tenerlo de vuelta.

-Yo intente odiarte todos estos años diciéndote cosas que no creía en realidad esperando que me golpearas para poder hacerlo, poder odiarte, pero nunca lo hiciste, nunca me faltaste el respeto, nunca alzaste tu mano contra mí y sé que pudiste hacerlo -Lo mire con los ojos abiertos, él no puede saber eso, ¿O, sí? -Sé que sabes defenderte Stiles, ¿Quién crees que fue el que pago tus clases o el que dejo ese folleto esperando que lo vieras?, me rindo, ya no quiero odiarte, pero ya no importa porque a pesar de que te amo tu a mí ya me odias.

Lo mire vi sus ojos con lágrimas al igual que los míos, lo abrace levemente y me dirigí a la puerta.

-Te amo Stiles y lo siento.

Me gire tomando el pomo de la puerta.

-Yo también.

- ¿Lo sientes o me amas?

-Creo que eso deberás averiguarlo tú mismo, después de todo eras el Sheriff de Beacon.

-Lo tendré en mente, que te vaya bien con la familia Hale, dile que se los agradezco mucho -Lo mire confundido. -sé que estas con ellos, después de todo, era el Sheriff de Beacon.

Con una sonrisa salí de la habitación para ver a Derek apoyado en la pared de enfrente inspeccionando mi rostro.

- ¿Estas bien?

-Lo estoy -Le sonreí y el me la devolvió.

Fuimos hasta el auto y todo me miraban preocupados, pero al ver mi sonrisa tan solo sonrieron de vuelta.

Partimos a la casa, yo al lado de la ventana escuchando como en la radio pasaba ‘Small bump’ de Ed Sheeran.
Mi teléfono sonó y conteste sin mirar el identificador de llamadas.

- ¿Usted es Stiles Stilinski? -Pregunta una voz desconocida.

-Si, yo soy Stiles Stilinski.

-Queremos informarle la muerte de Robert Mooney a las 16:18 p.m. fue un paro cardiaco. Lo siento. -Corté la llamada, los mire con lágrimas en los ojos a los chicos que me miraban sin entender, sentía mi corazón latir fuertemente y parar de momentos, mire la puerta del auto en movimiento, saque el seguro y la abrí lanzándome fuera en cuestión de segundos.

Rodé por el suelo y sin importarme el dolor corrí hacia el bosque que estaba al lado de la carretera que por suerte estábamos pasando, no fui muy lejos solo lo suficiente para poder gritar de dolor y rabia, golpee árboles, patee piedras y aun así el vacío en mi estomago no desaparecía.

Esto no podía suceder.

No ahora que era el mismo de antes.
Caí de rodillas al suelo, con los pies destrozados al igual que mis manos y el corazón.

Sentí unos brazos rodearme y luego otros y luego otros y muchos más.

-Yo lo maté, yo maté a mi madre y ahora a él, ahora hice -Sollocé. – exactamente lo que él dijo que haría, yo hice lo que él dijo, él tiene razón, él tiene toda la maldita razón, soy un estúpido asesino.

-No, no lo eres -Susurro esa conocida voz que me está haciendo bien escucharla, se siente como un pilar. -tu eres bueno, ¿Entiendes?, no puedes culparte por algo que no tienes control -Baje la cabeza. -Escucha, la muerte es algo que a todos les pasa en algún momento, no discrimina entre santos y pecadores solo te lleva con ella, no he perdido a muchas personas en mi vida así que no puedo decir que comprendo tu dolor, pero puedo decir que yo también me he culpado de cosas que no están en mi control y es estúpido hacerlo, porque te dañas a ti mismo y a las personas a las que les importas.

-Yo no le importo a nadie.

-Me importas a mi -Lo mire. -Le importas a mi madre, a Scotty, a Laura -Todos asentían a sus palabras. – a Isaac, a todos, incluso al frio de mi tío Peter.

Mire al hombre de ojos azules que me miraba con una sonrisa asintiendo también.

-Debes recordar que de ahora en adelante -Dijo Talia. – NO estas solo. Nada mas de soledad para ti, pequeño. Nunca más.

Y por primera vez desde hace mucho tiempo el castaño se sintió a salvo, querido, acogido y… feliz. Una felicidad que no llegaba a comprender de cierta forma. Estaba roto, si, pero eso no era justificativo para aquellas personas, supieron sus heridas el porque de su alma rota y no hicieron mas que integrarlo, si, definitivamente la familia Hale eran ángeles.