Fragmento de Luis López Nieves.
*****—Profesor, ¿está ocupado?
—No, entra y siéntate. ¿Todo bien?
—Sí, gracias. Quisiera aclarar unas dudas con relación al uso de las rayas en los diálogos. ¿Me puede ayudar?
—Claro.
—Gracias. Estoy haciendo el ejercicio y sigo con dudas. Cuando se coloca el diálogo sin ninguna acotación, ¿sólo se usa la raya al principio?
—Sí, debes crear un párrafo nuevo para cada diálogo. Lo sangras, pones la raya y de inmediato escribes la primera letra, sin colocar un espacio. Fíjate que en esta página sangré el primer párrafo, coloqué la raya y de inmediato comencé con "Profesor", sin espacio después de la raya. Asimismo hice en el segundo diálogo, que empieza con "No".
—De acuerdo. Creo que ese caso ya lo entiendo. Pero la acotaciones me confunden.
—Una acotación es una nota que explica la acción, el pensamiento, el espacio circundante, la apariencia física o el estado emocional de los personajes —aclara el profesor.
—Pero he notado que hay diferentes usos —Julia coloca su cartera sobre el escritorio.
—En el diálogo anterior, empecé igual que cualquier otro diálogo: con sangrado, raya y la primera palabra, sin colocar espacio entre la raya y la primera palabra. Al terminar el diálogo se coloca un espacio, una raya y de inmediato comienzas la acotación —explica el profesor.
—Es decir, ¿la oración anterior comienza en "Al terminar" y finaliza en "explica el profesor"? ¿No son dos oraciones? —pregunta Julia.
—Exactamente. La acotación es parte de la misma oración. Es una oración que termina con la acotación. Pero puede haber más de una oración, como en el caso de este párrafo. Lo importante es que la última oración culminará con el espacio, la raya y la acotación —el profesor levanta las manos para dar énfasis a sus palabras.
—Gracias, profesor, ahora entiendo mejor —Julia sonríe aliviada—. Pero se me complica el asunto cuando deseo colocar la acotación dentro de un diálogo, como en este párrafo.
—Es igual de sencillo —responde el profesor—. La diferencia es que al terminar la acotación colocas la raya junto a la última palabra, sin espacio. Luego pones el punto. Con este punto terminas la oración y la acotación. Por tanto, tras el espacio normal que siempre se coloca después de un punto, empiezas la nueva oración del diálogo. En este párrafo la acotación es "responde el profesor". Como puedes ver, la he colocado entre rayas, como si fueran paréntesis.
—Es decir, en esos casos se necesitan tres rayas —aclara Julia—. ¿Una para comenzar el diálogo y dos para separar la acotación?
—Asimismo —confirma el profesor, satisfecho—, aunque hay veces en que deseas que lo dicho antes de la acotación no sea la oración completa, sino el comienzo. En este párrafo, en vez de poner un punto después de la acotación, verás que coloqué una coma después de la raya de "satisfecho". Tras un espacio, continúo la misma oración que empezó con "Asimismo". Por eso la primera palabra después de la acotación, "aunque", no lleva mayúscula. No es el comienzo de una oración, sino su continuación.
—¿Se puede colocar más de una acotación en un diálogo? —sigue preguntando Julia.
—Claro —responde el profesor—. Nunca hay reglas para limitar la creatividad de los escritores —aclara mirando su reloj—. Si deseas colocar más de una acotación, lo haces con las mismas reglas de una acotación dentro del diálogo —el profesor echa en su maletín un libro—. Eso lo puedes ver claramente en este párrafo, que contiene tres acotaciones.