Lizz se encuentra de vacaciones en Seul con unos amigos pero es secuestrada por traficantes de blancas y vendida con esclava sexual a un conocido empresario surcoreano quien la compra para forzarla a casarse con su hijo y convertirse en la amante y...
Vaya como vuela el tiempo ya ha pasado una semana desde que me casé con Yesung, conocí a sus primas y a sus prometidos, hice nuevas amigas, me instale en los apartamentos de la empresa, lástima que separada de mi esposo, pero estoy con Caroline e Hyorin y me gusta su compañía me convertí en la señora Kim y todos me tratan como una reina, bueno reina ya soy pero esto es demasiado, quien pensaría que de ser esclava sexual pasaría a ser dueña y señora de la casa; esto era lo que Lizz pensaba mientras Caroline e Hyorin la observaban.
Caroline: Lizzunnie en que piensas.
Lizz: ah, dice regresando en sus pensamientos, pensaba en que me pondré para la boda, solo faltan dos semanas y no sé qué ponerme mintió.
Hyorin: no te preocupes el emo antisocial te comprara algo bonito para ti, digno de una princesa.
Lizz: jajaja emo antisocial, quien es ese, hablas de Yesung.
Hyorin: ese mismísimo demonio.
Yesung: veo que se divierten hablando de mí.
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Lizz se sobresalta al tener a Yesung detrás de ella, ni siquiera se dieron cuenta cuando entro. Idiota me asustaste como te atreves a entrar así a nuestro apartamento, y más aún como te atreves a escuchar conversaciones privadas, le dice con los brazos cruzados y el ceño fruncido.
Yesung: oye eres mi esposa y como tal debes tratarme con respeto y no estar hablando de mi a mis espaldas, pero sobre todo debes de complacerme, le dijo mientras la abrazaba por detrás y le aprieta los senos.
Lizz se puso roja de la furia por el atrevimiento de Yesung, pero se mantuvo con calma; quieres un cariñito amor, pues está bien le dice mientras le da un codazo golpeando en sus intimidades, ahí está tu cariñito idiota le dice mientras sale furibunda de la habitación mientras Caroline e Hyorin no dejan de reírse mientras Yesung está en el suelo retorciéndose de dolor.
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Caroline: hay tortuga cabezona no dejas de regarla con Lizz, aunque ella sea tu esposa no puedes tratarla como una ramera, a estas alturas creo que te pedirá el divorcio antes de tiempo y lo perderás todo.
