Lizz se encuentra de vacaciones en Seul con unos amigos pero es secuestrada por traficantes de blancas y vendida con esclava sexual a un conocido empresario surcoreano quien la compra para forzarla a casarse con su hijo y convertirse en la amante y...
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Lágrimas de Lizz
Kyuhyun trataba en vano de hacer reaccionar a Lizz pero esta no respondía, solo sangraba mucho y sus lágrimas no dejaban de caer, Lizz prácticamente estaba en una especie de coma, dentro de sus pensamientos no dejaba de pensar en el terrible final de los muchachos, debía intervenir de algún modo para cambiar su destino, en ese momento oyó una voz que le susurraba al oído en forma casi inaudible para un simple humano pero muy claro para un ser de luz como ella, por lo que se dio cuenta que era un ángel de Dios:
Ángel de Dios: Athea, Athea
Lizz (Athea): (responde en su mente); aquí estoy Señor.
Ángel de Dios: Athea usa tu sangre para ahuyentar a la muerte.
Lizz (Athea): mi sangre, pero como hará mi sangre para protegerlos de la muerte.
Ángel de Dios: Athea, ya olvidaste que gracias a tu sangre pudiste derrotar a la muerte en la última guerra santa que tuviste.
Lizz recordó que cuando enfrento a la muerte en Guatemala, su sangre fue la clave para derrotarla y conseguir la victoria, su sangre es como veneno para la muerte, porque es sangre pura y celestial.
Lizz (Athea): de acuerdo Señor, voy a darles mi protección bañándolos con mi sangre, que se haga tu voluntad por sobre mí.
Después el ángel de Dios se alejó de Lizz, esta sale de su trance para calma de Kyu, lo ve y le sonríe con lágrimas en sus ojos.
Kyuhyun: Lizz estas bien.
Lizz: sí, estoy bien, solo váyanse, que se les hace tarde, debo regresar a mis quehaceres, que hoy es domingo y la servidumbre no viene a trabajar hoy, así que debo hacer todo el trabajo yo sola.
Yesung: muy arrepentido le dice; Lizz lo siento no quería... pero es cortado por Lizz.
Lizz: ya no importa solo váyanse dijo volteando su rostro para no verlo.
Yesung resignado a que Lizz jamás lo perdonaría solo suspiro profundo y estaba a punto de irse cuando Lizz les grita por detrás a todos.
Lizz: chicos esperen, debo darles algo muy importante para el camino.
Todos: que
En ese momento Lizz, quien había juntado sus dos manos para tomar algo de su sangre que salía de su nariz y algunas lágrimas que habían caído de sus ojos, se volteo y les lanzó su sangre mezclada con sus lágrimas, bañándolos a todos con ella, luego con una leve sonrisa, les dijo:
Lizz: cuidense, los amo dijo mientras subía las escaleras para llegar a su habitación.
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