T ú

1.5K 227 29
                                    

Semana y media sin saber de Namjoon. Todos los días pensaba si le había ocurrido algo malo, o si estaba triste, si habría comido o dormido bien, pero al ver que estaba en línea en sus redes sociales, bueno, me daba cuenta que tan sólo no quería saber de mí.

—Jin... Jin, estás regando el café —su voz calmada me hizo mirarlo y miré la taza de café desbordandose.

—Demonios —exclamé alejándome de la barra donde tenía varias tazas.

—Supongo que no has tenido un buen día, te noto distraido —comentó Yoongi chasqueando la lengua y tomando servilletas para secar.

—No. Lo siento. Te serviré otro café, perdoname, este va por mi cuenta —dije.

Yoongi asintió, y volvió a fijar su vista en el libro que estaba leyendo. Esa vez era una novela gótica, esas que tanto le gustaban. Lo sabía porque llevaba más de dos años viniendo aquí a comer (o a cenar como ese día) y siempre portaba un libro; una vez llevaba un libro de mi escritor favorito, supongo que desde ahí empezó nuestra amistad, pues desde ese día se sienta en la barra a comer y platicar conmigo. 

—¿Quieres que te lleve a tu casa? Tienes cara de querer vomitar en cualquier momento —cerró su libro y me miró analizando mi estado.

—Eso sería demasiado genial —suspiré y me quité el mandil—. No tengo ganas de tomar el bus.
Lo cual era cierto, pues me recordaba que cuando bajaba de éste, Namjoon me esperaba en la parada para irnos a casa juntos.

Yoongi asintió levantándose del taburete.
Estaba a punto de oscurecer, y ya no había clientes.
Sin decir nada subimos a su auto, el cual estaba tan limpio y fresco, como él.

Lo que me agradaba de Yoongi era su serenidad y su aura a veces casi invisible para los demás, la cual denotaba una paz y tranquilidad que te hacia sentir cómodo, o al menos conmigo eso pasaba.

—¿Cómo está Namjoon? —preguntó cuando el semáforo se puso en rojo.

Lo miré, Namjoon no sabía de la existencia de Yoongi, pero Yoongi si sabía de mi esposo y sabía perfectamente que algo andaba mal con él.
Pasaron varios minutos, tal vez quince, yo no quería contestar.

—Jin —pronunció.

—Bien, él está más que bien.

—¿Dónde está tu anillo? —preguntó sin rodeos cuando se estacionó frente a casa.

—Tú no pierdes ningún detalle ¿Verdad?

—De eso vivo —se encogió de hombros— ¿Pelearon? ¿Te hizo algo?

Volteé a verlo. Sabía que Yoongi estaba preocupado por mí, lo podía ver en su rostro. Sonreí inconscientemente, él era un buen chico.

—Namjoon quiere el divorcio, conoció a alguien más y en un momento de furia tomé el anillo y lo lancé por ahí, honestamente no lo encuentro.

Yoongi no dijo nada, tan sólo me miraba.
Y después asintió.

—Él se lo pierde, está perdiendo a alguien genial —bufó.

—No digas eso, Namjoon en realidad encontró a alguien mejor que yo.

—Oh ¿Kim SeokJin siendo modesto? ¿Dónde quedó el chico que alardea su belleza veinticuatro-siete? —se burló soltando una risa.

—¿Qué dices? Si yo no hago eso.

—¡Oh, claro! Disculpa, señor "tengo un rostro perfecto" —volvió a reír y yo no pude evitar soltar una carcajada.

—Yo jamás di- —el sonido del vidrio siendo golpeado me hizo voltear hacia la ventana.

Namjoon estaba ahí afuera, parado a un lado del auto con una mueca y el ceño fruncido. No dijo nada, no había necesidad. Inmediatamente me volteé a ver a Yoongi.

—Es él —dijo y asentí.

—Si... Debo irme, hablamos mañana ¿Te parece? Gracias por traerme, que tengas una buena noche, Yoongi.

—¿Vengo por ti mañana? —miró a Namjoon detrás de mí.

—No es necesario, pero gracias.

—Me avisas si ocurre algo, tienes mi número ¿Okey? —asentí y murmuré un gracias.

Abrí la puerta y Namjoon dio un paso hacia atrás. Me quedé quieto hasta que el auto de Yoongi se alejó lo suficiente.

—¿Quién es?

No contesté su pregunta, no tenía por qué hacerlo ¿Cierto? Namjoon ya no quería formar parte de mi vida.

—¿Se te olvidó algo? —comencé a caminar hacia la entrada, la puerta estaba abierta, seguramente Namjoon la habia dejado así cuando salió.

—Te hice una pregunta.

—Si sólo viniste a eso, te puedes ir. Tengo sueño, Namjoon —yo mismo me sorprendía de mi comportamiento, jamás le había contestado así a Namjoon.

—Si, seguramente te cansaste mucho hoy —escupió con sarcasmo, siguiéndome.

Lo miré, sabía que estaba insinuando algo y en mi mente estaba riendo.
¿A caso Namjoon estaba celoso? No lo pude negar, eso aceleró mi corazón.

—La verdad es que si —asentí mientras caminaba hacia la escalera—. Cierras bien la puerta al irte ¿Si?

—Esta también es mi casa.

—Bueno, ya sabes dónde está la habitación de invitados —entré a mi habitación.

¿Pero que rayos había sido eso?

Ahora Es Tuyo [NamJin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora