Ahora Es Tuyo [NamJin]

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Se dice que las lágrimas de tristeza y las lágrimas de felicidad son muy diferentes, que tienen diferentes compuestos y yo creo que es verdad, porque el sabor amargo y nauseabundo que queda cuando lloras por dolor o desamor no se compara con lo dulce de la felicidad.

Tragué duro cuando me detuve frente al edificio donde NamJoon y Jimin trabajaban. Rezaba para que NamJoon no me viese, no quería meterme en problemas, sabía que él se molestaría por estar yo ahí. 

No sé cuánto tiempo estuve esperando.

—¿Podemos hablar un momento?

Jimin alzó la mirada y contuvo una exclamación cuando me vió. Sus mejillas se tornaron rojas como la última vez y asintió para después despedirse de sus compañeros de trabajo.

En silencio caminamos dos calles más y me detuve. Sabía que estaba extrañado cuando me vió fuera de su trabajo, seguramente parecía un loco acosador. Afortunadamente NamJoon no había hecho presencia. 

—¿Qué puedo hacer por usted? —su formalidad era demasiado educada, parecía un muñequito de porcelana.

A leguas se notaba que Jimin era un buen partido.

—No vengo aquí para amenzarte o reclamarte. Puedes estar tranquilo con eso, tan sólo quiero decirte un par de cosas antes de que todo suceda.

Los hombros de Jimin cayeron flojos, liberando esa tensión que era totalmente justificada.

—¿Qué es? —preguntó aún sin mirarme por mucho tiempo.

Jamas creí que haría algo así, yo me imaginaba feliz junto a él hasta mi muerte, no frente a su nueva pareja. Fijé mi vista en el cielo, intentando tragarme las lágrimas, y entonces bajé la mirada.

—Ámalo mucho ¿Sí? NamJoon es un chico muy sentimental y adora sentirse amado.

Jimin frunció el ceño tratando de seguir mis palabras.

—Yo lo respeto a usted, pero no entiendo por qué me dice eso ¿Qué quiere decir?

—Le gusta que lo mimen, que lo consientan y que coqueteen con él... A veces se pondrá en plan enojon, déjalo ser, su trabajo es estresante y tener que lidiar con un jefe homofóbico no es fácil —la confusión seguía en su mirada—. Cuando duerme ronca mucho, supongo que lo has notado, lo que puedes hacer es pedirle que se recueste de lado, y cubrelo, él no puede exponerse al frío. Y cuando quiera salir a la lluvia pídele que use abrigo, que ande con cuidado si usa audífonos y miré a los lados cuando cruce la calle... A él le gusta tomar el café tibio cuando regresa, con dos de azúcar y canela. Trata de que no rompa sus anteojos, no puede ver mucho sin ellos y recuérdale que tome sus medicamentos. Tocalo mucho, a él le gusta el tacto y nunca pidas ser el de arriba —reí sin fuerzas—. Puede enojarle mucho, por lo tanto no hieras su orgullo de hombre ¿Si? Admiralo, es un hombre de valores. NamJoon te ama, y espero que tú lo ames con la misma fuerza. Valoralo, respetalo y nunca le falles.

Sostuvimos la mirada. Nuestros ojos estaban cristalizados, pero no entendía porque Jimin quería llorar.

—Yo, lo haré. Prometo ser lo mejor para él. Pero-

—No digas nada, no es necesario hacerlo. Ahora es tuyo, Jimin. Cuídalo con todo tu corazón ¿Está bien?

No quería saber su respuesta. Me dí la vuelta.

Oficialmente había dejado ir a Kim NamJoon. Me había rendido, no podía seguir destruyendome por nada. Las fuerzas cada vez se me iban más, tuve que tomar el último impulso para aceptarlo.

Tenía que seguir adelante.