Suffer [Martin Garrix]

13. Bye bye baby blue.

Capitulo final.

-¡¿Donde está?! -Escuché el grito de Jordy en la sala, la carcajada de Martijn se escuchó con fuerza, yo solo mantenía a Jade abrazada a mi regazo, se había quedado dormida.

-Tranquilízate príncipe azul, tu damisela te esta esperando en esa habitación -Escuché los pasos acelerados de Jordy, el brillo me segó y me hizo cerrar los ojos, sentí sus brazos rodear mi delgado y golpeado cuerpo mientras unas pequeñas lagrimas caían por sus ojos mojando mi camisa.

-Tu saldrás con vida junto a Jade de aquí, sé que no podrás cambiarlo, dile que me fui de viaje por trabajo pero mantén mi recuerdo con ella -Jordy negó con la cabeza llorando, se rehusaba a salir de aquí sin mi-

-No permitiré que te haga más daño -Martijn miraba la escena con una sonrisa en su cara.

-Jordy, eso es lo que va a suceder -Me acerqué más a él y le susurre -Martijn planea dejar a la niña huérfana y ser su tutor, no quiero que eso pase, yo lo distraeré como sea mientras que tu y la niña se van lo más lejos de aquí.

- ¡Que tierna escena!, un reencuentro familiar, que adorable -Martijn hizo una mueca y nos miró a ambos -Supongo que ya se despidieron -Se fue acercando cada vez más, Jordy lo miró con odio y luego me miró a mi.

-Si, ahora déjalos ir -Martijn comenzó a reir con la guardia baja, no se de donde saqué la fuerza pero me levante y me tiré sobre el, las cadenas en mis manos me lastimaron pero no me importaba, solo golpearlo lo más que podía mientras Jordy se iba corriendo con Jade en sus brazos.

- ¡Perra! -Sentí un fuerte dolor en el vientre, me había disparado, me dejé caer a su lado sujetando mi abdomen por el dolor, sentía como mi cuerpo iba cediendo a la perdida de sangre, estaba cada vez más débil, mi boca se iba llenando de sangre y mis ojos se iban cerrando, solo podía escuchar un llanto. Martijn -Lo siento, lo siento tanto -Sentí como me tomaba entre sus brazos y sus lagrimas caían por mi cara.

Liberó mis extremidades de las cadenas y comenzó a acariciar mi cara, eso fue lo último que sentí antes de sentir una total paz.