Después de aquel beso, de aquella discusión, los dos bajasteis para comer, no había casi gente, Louis estaba con Liam en la playa, las chicas de compras, excepto Ana, y Zayn con ellas.
Justo entrasteis en la cocina y Niall y Ana se estaban besando.
Ejem, ejem.- Tosió Harry para que se dieran cuenta de que estábamos allí.
-Amm... perdonad.- Dijo Ana, poniendose roja como un tomate, al igual que Niall.
Ana tenía tanta vergüenza que se fue al salón.
-Voy a hablar con ella.- Dijiste riéndote.
-Vale.- Harry te besó mientras metía la mano en tu espalda, acariciándola. Fue un beso que duró pocos segundos.
Al salir, le diste un beso en la mejilla a Niall, queriendo dar los buenos días.
Entraste en el salón.
-Bueeeeno, tenemos aquí a la enamorada.- Dijiste con un tono burlón.
-¿Yo?, ¿y tú qué?.- Rió.
-Aaaanda, pero yo lo admito.- Reísteis las dos.
-Bueno, bueno, a mi me gusta.
-Estais saliendo, ¿no?.- Dijiste sentandote en el sofá, con un cojín en la mano, bajando un poco el tono de voz.
-Sí.- Dijo y se le escapó una pequeña sonrisa.
De repente apareció Harold por la puerta.
-_____(TN).
-Dime.- Sonreíste.
-¿Quieres ducharte ahora o esperas a que vengan ellos para comer?.
-Ahora.- Te levantaste.
Harry subió contigo.
Mientras tanto...
Niall entró en el salón.
-Hola.- Dijo tímido.
-¿Cómo que hola?
-¿Qué quieres decir?.- Niall estaba extrañado.
-Tenemos un beso pendiente, ¿o lo has olvidado?.
Niall rió suavemente y se acercó a Ana mientras acariciaba su rostro, la besó, primero le dió un beso el los labios, normal. Después entrelazaron sus lenguas, y Niall se tumbó en el sofá, haciendo que Ana quedase encima de él. Niall metió la mano por debajo de la camiseta del pijama de Ana, acariciando su espalda, entre besos se sonreían, se gustaban, se notaba que se gustaban.
*Tú y Harry*
Te quitaste la camiseta, porque hacía mucha calor. Cogiste cualquier cosa que encontraras, mientras cogías unos zapatos, alguien te agarró de la cintura.
Te levantaste, ya que estabas agachada, te diste la vuelta y quedaste a centímetros de sus labios.
-Perdoname.- Dijo, apoyando su nariz en la tuya, quedando frente a frente labio a labio.
Reíste.
-¿Otra vez?
-Esque me siento muy mal.- Dijo triste.
-Pues no te sientas así.- Le dijiste.
Los dos rompisteis la poca distancia que había entre vuestros labios, el tenía una mano el tu espalda medio desnuda, y otra en tu trasero.
Tú mordiste sus labios. Mientras los dos sonreíais.
-Te quiero.- Te dijo con una mirada sincera, sus ojos, oh sus ojos.
-¿Ah, sí?.- Te mordiste el labio- ¿Cuánto?.
-Muchísimo.- Te dio un beso.- ¿Tu a mí?.
-Yo más.
-Mentira eh.- Rió.
Tú sonreíste.
-¿Pero cuánto me quieres?.- Dijiste
-Mmm...
-¿Mmm?.
-¿Tu a mí?.- Dijo Hazza.
-Mas que a nada en este mundo.- Dijiste sonriendo.
-Mi amor.- Sonrió.
-No me has contestado, ¿cuánto me quieres?.
-Hasta la luna y vuelta.
