Era por la tarde y todos estaban en sus habitaciones... mm... intimando.
Harry llegó empapado por la lluvia.
Tú reíste, se veía tan mono con eses pucheritos que te hacía.
-Ai, que mono estás.- Dijiste muy dulce y le besaste.
Fuiste a vuestra habitación y le trajiste unos pantalones de un chándal y una básica blanca.
-Eres la mejor.- Dijo dándote un beso y se cambió.
-¿Qué peli has traído?.- Preguntaste mientras metías las palomitas en el microondas.
-Una de miedo.- Dijo.- Sé que te asustan.
-¿Y para que la traes?.- Reíste.
-Para que te abraces a mi.
Tú sonreíste y sacaste las palomitas del micro, mientras él cogía refrescos en la nevera.
Pusisteis la película, os tapasteis con una manta y empezasteis a comer palomitas.
Terminasteis las palomitas, salió una escena de miedo y tú sobresaltaste.
Él rio y te besó.
Tú te tumbaste y él estaba a tu lado, acariciándote la barriga y dándote besos en la frente.
Terminasteis de ver la película, aunque realmente, la mayoría del tiempo os la pasasteis besándoos