Llegasteis a casa, subiste arriba para ver a Harry, él todavía estaba en pijama, lo primero que hiciste fue darle un abrazo, ya que antes no pudiste estar con él.
-Te quiero.- Te dijo mientras te abrazaba.
Perdisteis la noción del tiempo besándoos.
Harry te tumbó en la cama, sin hacer peso sobre ti.
Le quitaste la camiseta.
Esos oblicuos, ese abdomen, esos pectorales, sus tatuajes, te ponían a cien.
Pusiste las sábanas sobre los dos.
Él te quitó la camiseta, y posteriormente el sujetador.
Empezó a besar tus pechos, a morderlos suavemente.
Tú gemías ante su acción.
Subió a tus labios, te dio un beso todo lo contrario a casto, sensual.
Bajó de nuevo a tu cuello.
Pasaba su lengua, después sus labios, mordía, notabas húmedo tu cuello y eso te gustaba. Te hizo un chupón, pero la manera en que lo hacía era tan buena, que no parabas de gemir.
Te quitó los shorts.
Subió a tus labios y sobre ellos dijo:
-¿Está segura de esto?.
-Nunca lo he estado más en mi vida.- Contestaste.
-Está bien, tú solo relájate y disfruta.- Dijo y posteriormente formó una sonrisa picarona en su rostro.
Te quitó la única prenda que tenías, y después el se quitó el pantalón, y los boxers.
Te miró, tú asentiste y entonces, él se introdujo en ti.
Soltaste un suspiro, él puso su cara sobre la tuya, y siguió moviéndose.
Él suspiraba muy fuerte, y tú también, ibas notando cada vez más placer, gemías.
Os besabais, él se movía lento, mirándote, eso te incomodaba un poco pero sabías que lo hacía para saber si estabas bien.
Cerraste los ojos, lo notabas dentro de ti.
Él te beso, y preferiste abrir los ojos.
-Harry...- Susurraste.
Él te mordió una oreja.
Cuanto más gemías más aumentaba el ritmo, pero no llegó a hacerlo rápido, quería que fuese especial.
Hubo un momento en el que gemiste realmente fuerte.
-Te amo.- Suspiraba sobre tus labios.
-Harry...- Tú te dejabas llevar.
Él te sonrió y tú le dijiste que le querías.
Nunca pensaste que hubiese algo mejor que besar a Harry, pero lo había, hacer el amor con él.
-____(tn).- Susurraba tu nombre
Él también gemía.
Finalmente estabais llegando al orgasmo
-Harry...- Fue en el momento en el que tú gritaste su nombre, el suspiró, te besó y se puso los boxers, y a ti tu parte de abajo de la ropa interior, te ofreció su camiseta y te abrazaste a él.
Los dos teníais todavía la respiración agitada, pero pensabais que había valido la pena, ya no sólo por dar un paso a delante en
vuestra relación, sino porque los dos os transmitiais mucho placer.
Él seguía sin camiseta, tú tenías la cabeza un poco más subida de la altura de su pecho, él te acariciaba el pelo.
Giraste la cabeza y te estaba sonriendo. Tú estabas seria, pero era porque estabas pensativa.
Él se preocupó al ver tu reacción.
-¿Te he hecho daño?.- Preguntó preocupado todavía.
-No, no, para nada.- Sonreíste.- Ha sido perfecto.
-¿Estabas preparada de verdad?
-Sí, amor, lo estaba, lo necesitaba ya.
De repente apareció Liam:
-Ei, cuando querais bajad, Sara y Lola han ido a por la comida.
Los dos asentisteis.
Tú te levantaste y le diste un abrazo.
Él apoyaba la cabeza en tu hombro.
-Lo haces genial.- Dijiste provocativa.
-Pues que sepas que nunca he disfrutado tanto.- Contestó picaron.
Os besasteis, salvajemente, por así decirlo.
-Te amo.- Cortó el beso.
-Y yo.- Volviste a besarle
