Capítulo 1

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Mi pierna lleva moviéndose nerviosamente durante todo el camino, este autobús está lleno de hombres que da mal royo a simple vista y después estoy yo, un tipo delgado, más pálido que la leche y con una cara de cagado que es imposible de ocultar. Yo estoy aquí por un error y espero no quedarme más de dos días en la prisión Luna del Este. Suspiro y me tenso un poco cuando el hombre que está a mi lado clava su mirada en mí.

- ¿Y tu por qué estas aquí?- Me pregunta con una voz grave, lo miro a los ojos y un ligero temblor se apodera de mis manos, así que las cierro en un puño.- Por tu físico apostaría  por la prostitución.- Me dice asintiendo, yo niego rápidamente y vuelvo a mirar hacia delante.

- Estoy aquí por un error.- Le digo en un susurro, él suelta una risa y niega con la cabeza.

- Pues menudo error para llegar aquí.- Se burla antes de dejarme en paz. 

Suspiro y miro entre las rejas del autobús. Un gran edificio gris se puede ver enfrente nuestro, y no hace falta ser superdotado para saber que hemos llegado. Un montón de personas armadas están vigilando la puerta por donde entra el autobús y otras cuantas se pueden ver en el techo.

El policía que nos ha metido aquí se pone de pie y nos mira a todos con desprecio. Mis manos tiemblan más cuando empieza a nombrar al primer turno. Un grupo de seis baja y quedamos otras cinco dentro. El policía mira la lista y abre los ojos sorprendidos.

- Miec... Mitzy. Stilinski.- Gruñe furioso yo me levanto y me pongo delante de él, nombra a los otros cinco hombres y nos obligan a bajar. Miro todo sorprendido, esto no se parece nada a las películas. El guardia de la prisión que camina delante mío me mira de reojo y yo trago saliva, un hombre de treinta y pocos años, alto y muy atlético, pelo negro y ojos verde. Su mirada no se aparta de mí hasta que una mujer con cara de mala leche se detiene a su lado.

- Gracias Derek, puedes seguir con la ronda.- Le dice dándole un pequeño golpe en el brazo, el hombre asiente y se va quitando, por fin, la mirada de encima de mí.- Mi nombre es la gobernanta, no soy vuestra amiga y no soy vuestra confidente así que me haréis caso sin chistar.- Nos empieza a decir mientras se pasea por delante de nosotros.- Ahora quiero que os quitéis la ropa y la dejéis en la cesta de vuestra derecha.- Veo como los demás empiezan hacerlo y yo con las manos temblando me quito la camisa, los pantalones y los zapatos.- Toda.- Añade mirándome fijamente, trago saliva y me quito la ropa interior.- Bien ahora pies encima de la línea amarilla, piernas abiertas y las manos en la pared.- Ordena mientras se dirige al mostrador que hay detrás. Vuelvo a tragar duro y obedecer la orden. No quiero llevarme el primer castigo antes de entrar. El ruido de un guante de látex pone a todos mis sentidos alerta y miro por encima de mi hombro, necesito saber que no es lo que creo que es. La gobernanta se está poniendo cinco guantes, uno encima del otro mientras nos mira con una sonrisa.- Cuando acabe de verificar que no lleváis nada dentro os pondréis la ropa que hay a vuestra izquierda.- Ella se acerca al compañero que tengo al lado y mete un dedo en su culo. Me tenso y empiezo a respira un poco más acelerado. Se quita el guante que acaba de usar y se acerca a mí, no quiero que me meta nada. Me giro con las manos en alto y la miro con miedo.

- No llevo nada dentro te lo juro.- Le suplico mirándola a los ojos, ella resopla y me da la vuelta.

- Las manos en la pared.- Ordena antes de meter el dedo, muerdo mi labio mientras intento ignorar la incomodidad que siento. Retira su dedo y suspiro antes de girarme y empezar a vestirme con la ropa amarilla. Dios que mal lo voy a pasar aquí, cada vez lo tengo mas claro.

El agente de antes llega con una lista en las manos y, cuando todos hemos acabado nuestras revisiones, lo seguimos hasta una sala donde otro preso está detrás del mostrador. Este esta apoyado en el mostrador mirándonos a todos divertido.

- Peter sácale una bandeja al 2233.- Le pide mientras se apoya en el mostrador dándole la espalda. El tal Peter agarra una bandeja con ese numero y lo deja en la mesa, la mirada del guardia cae en mí y hace un gesto con la cabeza para que la agarre y vuelva a ponerme en la fila.

- Encantado de conocerte 2233.- Me dice Peter con una sonrisa, yo asiento y se la devuelvo.- ¿Puedo saber tu nombre?- Me pregunta mientras apoya su cabeza en la mano para mirarme. Yo trago saliva y abro la boca.

- 2233 Espera en la puerta.- Ordena el guardia y yo asiento mientras bajo la cabeza. Me llevo mi bandeja sin levantar la mirada y espero en la puerta.

- Ya nos veremos por ahí, 2233.- Se despide con tono de burla Peter, yo le doy una ultima mirada y espero que los demás acaben.

Empiezo andar detrás de el guardia hasta llegar al módulo 3, un edificio enorme con tres plantas y un montón de celdas. Van distribuyendo a mis compañeros y el último soy yo así que sigo al guardia hasta la que será mi celda estos días. Un chico de mi edad pero con pinta de ser un chungo se pone de pie mirándonos con una ceja alzada.

- Stilinski tu celda.- Dice poniéndose aun lado, me quedo mirándolo y él hace un gesto con la cabeza para que entre.- Entra.- Ordena con su voz firme.

- No entres.- Lo contradice el chico de dentro, detrás suyo aparece otro más alto y atlético con pelo rubio.- Sourwolf esta está llena.- Le dice al guardia, este resopla y me da un pequeño empujón para que entre.

- Entra y pon las sábanas en la cama.- Vuelve a ordenarme mientras hago un poco de fuerza para no hacerlo, lo que menos quiero es que este preso me apuñale en mi cama.

- No entra.- Gruñe el otro chico poniendo su mano en mi pecho, el guardia gruñe y deja de hacer fuerza.

- Theo no molestes y deje que Stilinski se instale.- Le pide el guardia mientras me vuelve a empujarme hacia dentro.

Theo pone su mano en el marco de la puerta impidiendo el paso y mira fijamente al guardia. Yo trago mientras tiemblo ligeramente. La mirada azul de este tiene un toque de maldad que congela a cualquiera que se cruce por medio, y en este momento soy yo.

- Como metas aquí al pálido este, te juro que deseara morirse.- Susurra la amenaza mientras su compañero se ríe y asiente, apoyando completamente las palabras del que puedo asegurar que es el cabecilla de este modulo. El guardia me mira y me aparta de la puerta, gracias a dios, pensaba que iba a conseguir que me matara.

- De este te libras, pero el siguiente viene de cabeza a tu celda.- Gruñe con rabia, Theo se ríe y se pone al lado del otro chico, veo como la mirada del tal Theo me recorre de arriba a bajo, orgulloso de su victoria.

- Vale, Ethan y yo necesitamos un criado.- Se regodea mientras pasa su mano por la cintura de su amigo. Trago saliva mientras me dirijo hacia la otra celda, giro mi cabeza y veo a Theo despidiéndose de mí con una sonrisa que me provoca escalofríos, me he librado por ahora de él, pero algo me dice que no será tan fácil más adelante.

Vis a Vis (Steter)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora