Llueve y está mojada la casa y su entorno.
No me molesta ni me incumbe.
Las cascadas desgastadas de nostalgias se han secado.
Olvidé que existe un almanaque y el reloj es un juguete tonto.
Sólo vuelven a mí tu sonrisa nacarada y el oscuro brillar de tu mirada.
Vuelven con la lluvia, o con el sol o las estrellas, no importa,
siento que el tiempo se detiene y doy gracias al cielo.El tiempo se detiene en tu risa y en tu boca, en tus besos y caricias.