X

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Sin darse cuenta desde aquel día en aquella cafetería ambos comenzaron a encontrarse cada vez más fugazmente en casi todos los lugares que iban, ya sea la plaza, la biblioteca, una tienda, no importa donde pisaba uno el otro lo encontraría de forma repentina.

Hasta en los baños.

Todo era hecho de una forma tan inconsciente y persistente que fue inevitable que la gente que les rodeaba sí bien ya sospechaban ciertas cosas ahora estuvieran totalmente seguros de algo, y es que las interacciones del chico de pelo morado con el rubio explosivo eran tan simples, tiernas y hasta inocentes.

Es por eso que el bakusquad no se pudo quedar de brazos cruzados, no señor, y también es por eso que planearon aquél encuentro fugaz atrás de un edificio haciéndoles creer que una chica X se les confesaría.

Solo rogaban que todo saliera bien y que  aquel par finalmente hablara con su boca de la misma forma en que sus ojos lo hacían cada vez que se veían.

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