Capítulo 5
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Jason nunca pudo entender la afición de las mujeres por comprar tanta porquería de un solo golpe. Por más que buscara razones coherentes, no lo comprendía, digo ¿para que tanta ropa? ¿que? ¿acaso cada vez que se colocaban una camisa, la desechaban para que no se la volvieran a ver puesta nunca más? Aunque de una persona como su querida "hermanita", era muy comprensible.
Grayson era una de las féminas más bonita que había visto en su vida (por no decir que la mujer más bella del mundo y tal vez de la galaxia), era normal que todo el sector masculino le pidiese citas o acompañarlos a actividades tanto en la intemperie como en un ámbito normal, como ver películas, algún reencuentro con amigos cercanos, entre otras cosas...
A ella se le aceptaba esa hiperactividad por correr por todo el centro comercial cuando iban a comprar algo para la mansión.
Volviendo a la realidad, por eso estaban allí, con él cargando de a tres bolsas en cada brazo y observándola elegir más de diez conjuntos para luego salir disparada hacia los vestidores, probándose la ropa que seguramente no compraría. Miró vagamente el reloj de la pared de la tienda y se percató de que llevaban más de tres horas, por lo que su deber era decirle que ya debían irse, de lo contrario, Bruce los regañaría de muy fea manera.
- Rahil...
- JayJay, dime ¿como se me ve este vestido? - preguntó alegremente mientras salía del probador con lo mencionado puesto y una gran sonrisa en sus hermosos labios.La detalló sintiendo una punzada en el pecho. La prenda era de un precioso color azul que resaltaba sus brillantes ojos zafiro, además de que se ceñía a la perfección a su esbelta y bien trabajada figura, a la vez que dejaba al descubierto la cantidad de piel suficiente, haciéndola lucir elegante pero libre al mismo tiempo.
Jason peleó mucho contra sí mismo para contener su impulso de saltar y besarle. Cerró sus manos con fuerza ¡diablos, que placer le daría arrancarle de un tirón aquella vestimenta!
-... Luces preciosa... - dijo a secas, obligándose a desviar su mirada y ver a lo lejos unos cuantos chicos que no despegaban su atención de la muchacha. Gruñó por lo bajo.
- ¿En verdad? ¡Me lo llevo también, entonces! - informó feliz, yendo otra vez al probador para probarse otro vestido.
- Rahil, nos debemos ir.
- ¿Ya? ¡pero si es temprano!
- ¡Dile eso a papá! - dijo en cierta forma de orden, viendo la puerta cerrada del vestidor. En eso, se escuchó un golpe en seco dentro de éste, alertando al chico - ¿estas bien?
Sin contestar con palabras, salió la mayor con apuro y llevando en sus brazos la ropa escogida, mientras que con su mano desocupada arrastraba a Todd hasta la caja registradora, donde tira todo sin cuidado y le lanza sus dos tarjetas de crédito a la cajera.
- Jay, dale la ropa.
- ¿Se puede saber que te sucede? - cuestionó con seriedad, obedeciendo y entregándole la ropa a la chica que trabajaba en la tienda, quien rápidamente la tomó y unió al resto.
- ¡Tengo que verme con alguien! - expresa con una gran sonrisa, esperando impaciente a que terminaran de cobrarle.
- ¿Con alguien? - repitió entre dientes y usando un claro tono receloso, como quien no quiere la cosa. Rahil notó aquello y, simplemente, rió algo fuerte y con dulzura.
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Una Confesión Antes de Explotar // JayDick //
FanficUna confesión que dejará a más de uno de su familia con la boca abierta. No era de esperarse que alguien como ella, tan correcta y respetable en todo, hiciera ese tipo de cosas... Pero como dijo Bruce alguna vez, todos tenemos algo que guardamos ba...