Capítulo 4

44 4 5
                                    


Random no entendía nada. Estaba seguro que lo que veía no era efecto de los hongos. Todo se veía completamente real. Lo que más lo sorprendió fue que justo delante de él, había una gallina, un pez baboso, una metalera sucia y otro pendejo. Random gritó como fangirl. No lo podía creer. 

  — Muchas gracias, Pedrito. Ahora sí que la cagaste.— dijo Oasis al ver a Random el unicornio.

 — ¡Pensé que ese libro era útil!— se quejó Pedrito.

  — ¡¿Qué mierda esperabas si seguramente no tenés ni la más remota idea de magia?!

 — ¡No te enojes conmigo! ¡Por lo menos lo intenté!

El portal se cerró, pero Pedrito y Oasis no iban a parar de pelear.

  — ¿Todo bien, chicos?— interrumpió Random.

  — ¡Además ese unicornio deforme habla! ¡Hay que sacarlo de acá! ¡Puede ser peligroso!— se enojó Oasis. 

  — Eh... perdón. Me llamo Random y no vine hacerle daño a nadie. LOS AMO, SOY SU FAN NÚMERO UNO.

   — ¿Nos conocés?

   — Obvio, ustedes salen en un libro maravilloso.

   — ¡¿Libro?!— gritó el resto al unísono.

  — Sí, y ahora me siento especial por estar aquí junto a todos ustedes.

  — Claro que no, amiguito. Vos vas a volver a tu dimensión, mundo, lo que sea. FUERA.— le dijo Oasis.  

  — P...pero... Oasis, yo te quiero ayudar en tu plan.— le susurró al oído.

  — Vas a tener que ganarte eso.

  — Dame una oportunidad, por favor.

  — Agh, está bien.

Cuando Oasis miró a Eternal, vió que Zack había desaparecido.

  — Es hora... Pedrito, ve con el resto de las gallinas. Es lo mejor para todos.

  — Claro.— respondió Pedrito mientras se iba.  

  — Eternal y... Random el unicornio deforme, vengan conmigo.

Random y Eternal siguieron a Oasis. Los llevó a su cuartel secreto.

  — Ay, vamos a dominar el mundo.— se emocinó Random.

  — No, inútil. ¿Acaso en la historia no decía lo que está pasando ahora?— le preguntó Oasis.

  — No tengo ni idea que está pasando, así que no.

  — Yo le dije a Zack que traiga a todo su ejército de blobfishs.

  — ¡¿Eso debería ser algo bueno?!

  — Para nosotros sí, es parte del plan.

  — Ah, entonces... wiii. Y, otra cosa.

  — ¿Qué?

  — ¡No quiero seguir siendo un unicornio estúpido! ¡Hagan algo para que vuelva a ser humano!

  — Yo sé algo de magia negra y esas cosas. Espera que recuerde.

  — Espero que no me mates...

  — A vos no, pero a él sí.— Oasis señaló a Eternal.

  — ¡¿Qué?! ¡¿Qué hice mal?!  — gritó Eternal.

Amor Sin LímitesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora