White Rose 1 V2C1

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Y ahí estaba yo apunto de ser brutalmente golpeado por, una sandía, muchas cosas pasaron por mi cabeza como el hecho de nunca hubiera sido aceptado esta clase comportamiento en casa, todos lo hubieran desaprobado, mamá, papá, Whiteley en especial Winter, seguramente ella me daría una severa reprimenda, pero ellos no importaban ahora. Eso y muchos otros pensamientos ocupaban mi atención.

La sandía de Nora estaba a unos instantes de mi, no tenia tiempo de acción, sólo podía resignarme a recibir el golpe, cuando de repente frente a mí apareció una figura conocida y muy molesta en muchas ocasiones. 

Sin duda por mas que trata de agradar a todos no podía hacerlo, así soy yo con desperfectos como cualquiera, sin embargo esos desperfectos, aunque no me gusta admitirlo, me distancian mucho de las personas, pero no de mis compañeras de equipo, menos de Rubi, ella siempre es tan leal, y podrá ser muy torpe como alocada a veces, pero sin lugar a dudas cuentas con ella para cubrirte, ya sea de un Grimm o de una sandía. Aunque la enorme fuerza de Yang o la semblanza de Blake hubieran sido mucho más útiles, me alegraba mucho que fuera Rubi la que protegía.

Recibió el golpe por suerte no de forma directa, Nora golpeó el suelo de tal forma que generó una onda que lanzó a Rubi por los aires en dirección mía, esta vez mi mente estaba activa, así que pude esquivarla moviendome hacia un lado, en mi trayectoria de escape vi una posible arma, un pez. Era más sensato cambiar mi posición e iniciar un ataque planeado, pero no lo hice, estaba muy molesta porque hubieran lastimado a Rubi, por alguna razón que no entendía del todo. Me lance al ataque, en un desesperado intento de cobrar venganza por mi compañera, no, por mi amiga.

Nora alcanzó a cubrirse pero aun así acerte el primer golpe lo que la hizo retroceder bruscamente, a pesar de ello logró detenerse y volver hacia mí, comenzamos un intercambio de ataques y de defensas, pero rápidamente me vi superada. En un descuido que cometí ella consiguió darme un fuerte golpe arrojandome por los aires tan duro que las mesas y la comida se levantaron del piso, finalmente impacte con una columna del comedor, perdí la conciencia por unos instantes.

-Weiss. !Weiss¡ No me dejes-

"¿De quién es esa voz?" Me preguntaba aun teniendo los ojos cerrados. No entendía bien lo que ocurría, poco a poco recordé, la pelea de comida, el enfrentamiento con Nora, una sandía golpeándome en el estómago,Rubi protegiéndome.

-Nooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooo-

En ese momento reconocí la voz, era Rubi, y además me tenía entre sus brazos, primero me sobresalte  y pensé en apartarme, pero estar tan cerca de ella era tan cálido, tan reconfortante, sus brazos cobijandome y ella gritando por miedo a perderme. Seguramente sabía que me encontraba bien y solo estaba jugando, pero me agradaba la idea de que fuera tan importante para ella, que me pasara algo ella entraria en panico y no sabria que hacer, es una idea muy arrogante lo se, pero en esos momentos me hizo feliz.

Pasaron algunas cosas más hasta que llegó la profesora Glinda para poner todo en orden.

El resto del día transcurrió sin percances ni sorpresas, al menos hasta que hablé con Yang de la pelea, estaba muy exaltada por todo, se mostraba alegre cuando contaba los golpes atinados, y muy molesta cuando le recordaba los que le dieron a ella, en algún punto respondió diciendo

-Pues si mi hermanita no hubiera estado ahí para evitar que esa columna te aplastará no tendrías que estar contando, así que yo gano-

En ese instante me congele, Rubi en la pelea no me había salvado una sino dos veces, pensar que ella diera tanto de si para mantenerme a salvo nuevamente me causo un sentimiento de alegría, en esta ocasión al punto de esbozar una sonrisa.

-Weiss, Weiss, pareces que te quedaste, fría de la impresión-

El mal chiste de Yang me trajo de vuelta a la realidad, seguramente las acciones de Rubi fueron mero compañerismo y nada mas, pero me si fueran otra cosa

-Ojala-Susurre para mi entre dientes.

Un pensamiento sin 0Donde viven las historias. Descúbrelo ahora