bmblb improvisado

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Dejare que se me vaya la pinza con esto. Probablemente tenga algunos errores de continuidad (osea no tomo en cuenta varrias cosas que pasaron ni que pasaran).

Rwby ni sus personajes son propiedad mía, esto se hace sin fines de lucro.

En esa cálida tarde de verano veía distante los días en que combati con con todo el team RWBY, aquellos mis "momentos dorados". La llama que un dia tuve se apagó, Ember Celica colgaba de la pared del taller como un trofeo, por el cual de vez en vez los clientes preguntaban, entonces yo narraba las maravillos aventuras que viví. Tristemente toda la emoción se acaba cuando la pregunta de siempre se hacia presente "¿porque dejaste de ser cazadora?", en ese instante un abrumador silencia invadía la atmósfera, para luego continuar con el trabajo de reparación.

Eran ya las siete

-Hoy nadie pregunto por ti preciosa- Dije descolgando mi arma-Ya casi es la hora-

Tome mi casco, saque Bumblebee del taller, cerré con seguro y me dirigí al muelle.

El viento nocturno, algo que nunca cambiaba a pesar del tiempo, esa agradable sensación de la naturaleza abofeteando tu rostro. Acelere a todo lo que mi fiel compañera daba, aunque no hiciera falta para llegar a tiempo. 

Llegue al muelle, ví el reloj, aún era 7:30 el ferry partía 7:50, así que tocaba esperar. Me senté en una banca al contemplar el mar, era igual de bello que aquella noche, de cierta forma el esas calmadas aguas me la recordaban, creía conocerla por ver su superficie, pero no conocía su interior. Me perdí en mis pensamientos de tal forma que el tiempo voló y solo supe que era hora de partir al oír el ferry.

Subí mi moto en él y como de costumbre solo unas cuantas personas lo tomaban, este lugar hubiera quebrado hace mucho si no fuera por mi cuñada que paga todos los gastos, era un lindo detalle. Me sorprendía lo convincente que resultaba Ruby aveces, como cuando lograba conseguir un viaje de Atlas hasta Pach solo por mi cumpleaños o que se mantuviera en pie un negocio decadente.

El ferry arribó  pasadas las 8, era momento de volver a mi moto.

Cuando llegue a casa las luces estaban encendidas, guarde a Bumblebee  y me senté en el pasto.  Se escucharon un par de platos romperse, un poco de viento, una explosión de dust y al fin las luces se apagaron. Me levanté y me dirigí adentro. Fui recibida con un grito de "sorpresa" que luego fue opacado por:

-Ruby las luces-

-lo siento, lo olvide-

-Ya está mama- Y la habitación se iluminó.

-Waw que sorpresa sis, hola weiss ¿y dónde está mi pequeña ratoncita?-Dije fingiendo un poco de emoción

-Aquí tía Yang-Grito con emoción mi tierna sobrina

Inmediatamente salió disparada hacia mi, por supuesto no con la misma velocidad de su madre. Una vez que ella perfeccionó su semblanza obtuvo una velocidad inigualable, el único problema era lo mucho que la agotaba y que solo podía mantenerlo un par de minutos. 

-!Cuanto tiempo sin verte¡-Dije levantándola alto

-Un año tia- Me respondió sin darse cuenta que yo ya lo sabía. Su tierna inocencia me provocó una sincera sonrisa.

-¿Por qué no me cargas a mi tambien Yang?-Dijo Ruby arrojándose al aire.

Me quite de donde estaba rápidamente para esquivarla dejando que se diera un golpe seco de cara al piso.

-Vamos compórtate Ruby-Añadío Weiss con ese tono de superioridad que los años no le podían arrebatar.

-!Noooooo¡ En atlas todo es comportarse y las apariencias, por lo menos aquí puedo relajarme, además,-Rubi desapareció convirtiéndose en petalos, para reaparecer a espaldas de Weiss-Tú siempre dices que te gusta lo juguetona que soy-

La única respuesta que Weiss dio fue un rojo intenso en su cara.

-Si, mamá Ruby es muy juguetona-dijo Yuki desbordando nuevamente toda su inocencia. 

Ahora Ruby era la ruborizada, yo solo solté una gran carcajada. Aunque me era duro soportar a este trío, siempre me alegraban, me traían muchos buenos recuerdos, pero también muchos malos, en especial la recordaba a ella, aunque eso lo hacia todo el tiempo.

-Bien será mejor que cenemos-Dijo Weiss con un tono de orden mas que de sugerencia.

Servimos la comida y cenamos las cuatro juntas, esa escena me hacia venir a la mente los tranquilos días que pasamos con summer, ella siempre me trató igual que a Ruby, aunque no tuviera motivo para ello.

Una vez que terminamos Yuki  fue a ver la tele hasta que cayó dormida, mientras tanto nosotras bebíamos acompañadas de historias chuscas de su vida en atlas. Al parecer Ruby no dejaba de meterse en líos, lo que le causaba muchos problemas a Weiss, por lo que puso a su mayordomo a cuidarla en vez de encargarse de Yuki, que solo se metia en problemas cuando estaba con mi hermana. Era una terrible madre, pero también era la persona mas maravillosa que conocía, aunque no a la que más ame.

Weiss trabajaba constantemente para enaltecer su apellido Schnee y de la misma forma el nombre de su empresa WhiteRose Industries, la principal rival de Schnee Dust Company. Entre todas esas historias había algún relato de Ruby yendo a matar a los pocos grimms que merodeaban las parajes más recónditos de Remenant.

Cuando el alcohol comenzó a apoderarse de mi hermanita se puso un poco juguetona, diciendo incoherencias que hacían sonrojar a Weiss y a mi solo me daban risa hasta que.

-HEY Yang! deberíamos jugar las cuatro juntas, como en los viejos tiempos ¡GOOO TEAM Rugui!-Acto seguido cayó al piso

-Yang- Weiss no sabia que decir, yo tampoco-Disculpa, la llevaré al cuarto-

Weiss salió con Ruby a cuestas, luego volvió por Yuki y se fue nuevamente.

Ahí estaba yo, sola como al principio de esa cálida tarde de verano, pensando aun mas en ella de lo que había pensando en mucho tiempo. Se que no fue la intención de Ruby, pero estaba muy molesta, demasiado molesta. Tome otra botella de alcohol y la bebí entera, como si no hubiera consumido líquidos en días, mis ojos estaban ardiendo en un intenso rojo, podía sentirlo, justo como aquella vez. Tome mis llaves, y salí, me dirigí al cobertizo, subí a mi moto y me eché a andar hasta detenerme donde regularmente entrenaba con mi hermana en nuestra juventud.

Deje caer mi moto a suelo, solo recogí mi arma. Mi brazo de combate se había perdido, solo contaba con uno de mecánico, lo arranque de un tirón y lo arroje tan lejos como pude (seguro muy lejos), forceje para hacer encajar a Ember Celica mi brazo sano. Estalle en ira, aún con un solo brazo podía hacer un buen alboroto, destroce una buena cantidad de arboles, e hice tanto ruido que llego la policía, rompí muchos robots hasta que lograron atraparme, esa parte no la recuerdo muy bien así que no se que fue lo que paso, me niego a creer que un par de pedazos de chatarra me derrotaron, así que le atribuyo mi derrota al alcohol, que me había vencido ya en varias ocasiones.

Cuando desperté estaba en una celda de Pach, seguramente esas dos arreglaron todo para que no me transportaran a Vale. Fue una noche dura, tan oscura como sus cabellos, y esas orejas que tanto me encantaban, pero ya era de dia, la noche se había fugado igual que Blake, los viejos hábitos nunca se pierden.

Un pensamiento sin 0Donde viven las historias. Descúbrelo ahora