Capítulo 4

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Cuando era niña, nunca pensé que mi primera relación amorosa sería a escondidas y mucho menos con una mujer

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Cuando era niña, nunca pensé que mi primera relación amorosa sería a escondidas y mucho menos con una mujer. Había crecido viendo a mis padres y a todas las personas a mi alrededor, viviendo lo que parecía ser lo correcto, sin imaginar que existía algo más allá del amor entre un hombre y una mujer, por lo que pensar en Jimin de una manera muy diferente a lo que se suponía era una amistad hizo que algo en mí se quebrara inevitablemente. Entre un millón de cuestionamientos y lágrimas entre la confusión de suponer que lo que sentía estaba mal.

Probablemente, si mis sentimientos no hubieran sido correspondidos, ahora mismo sería un mar de miseria vagando y existiendo sin más. Para mi suerte, las cosas habían salido bien y ahora mismo gozaba de una relación llena de amor con una chica sumamente maravillosa, pero como todo en la vida, no siempre podía ser perfecto. 

 Las limitaciones eran algo constantes para nosotras; no podíamos tomarnos de la mano en la calle por más de unos segundos sin recibir miradas curiosas, tampoco podíamos besarnos en cualquier lugar, ni dedicarnos palabras amorosas y debíamos fingir constantemente que solo éramos amigas como todo el mundo pensaba. Y más que eso, existía el constante cuestionamiento de que opinarían las personas a nuestro alrededor si nos descubrían y a su vez, lo doloroso que era ocultar aquello de nuestros seres queridos. 

Muchas veces había querido decirles a mis amigas, TaeHee y JinHa, de lo que existía entre Jimin y yo. O lo mucho que deseaba contarle a nuestros padres, a mi madre, el cómo me había enamorado de mi mejor amiga y como se había transformado en lo que más quería en el mundo.

Los padres de Jimin eran mucho más estrictos que los míos, y sabía que a ella le importaba enormemente la opinión de sus padres. Trataba de ser la más fuerte y firme de las dos, y animarla cada vez que el pensamiento de estar haciendo algo mal cruzaba su mente, siempre odie verla triste.

 Quiero ser mejor para ella, quiero ser mejor por ella. 

 — ¿En qué piensas?— preguntó mi novia mirándome con sus ojitos llenos de brillo. 

Ya se nos había hecho costumbre irnos a su casa o la mía para estar finalmente a solas. Simplemente recostadas en nuestra cama, abrazándonos sin más e ignorando por completo lo que suceda fuera de esas cuatro paredes. 

 — En que ya vamos a cumplir un año.— dije mientras apartaba unos mechones de su rostro y besaba sonoramente su mejilla. 

 — Últimamente, he pensado en algo, Yoonie.— su voz temblaba a cada palabra que salía de sus dulces labios.

— ¿En qué, bebé?— pregunté ante el temblor de su cuerpo y el titubeo de su voz. 

 — Estaba pensando que— ella dudaba, así que coloqué una de mis manos en su hombro acariciando con lentitud—, bueno, que podríamos decirle a las chicas de lo nuestro. 

 La sorpresa adornó mi rostro ante la idea de lo que aquello suponía y mi mano detuvo sus movimientos. 

 — ¡Solo si así lo quieres!— se apresuró a decir al no obtener respuesta de mi parte. 

En la oscuridad. | Yoonmin - fem! (En edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora