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El fin de semana había terminado y el chico peliazul aún no podía sacarse a aquel hombre de la cabeza. Murdoc pensaba, creía que era un nombre genial igual que quien lo portaba; poco lo conocía pero el lo había entendido y escuchado como pocos lo habían hecho, y eso le había llenado el corazón con alegría.

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El joven Pot se encontraba en su clase de aritmética completamente abstraído del tema, miraba por la ventana sonriente en busca de aquellos recuerdos de conversación con su nuevo amigo Murdoc; y eso lo sorprendía, el poder llamar a alguien amigo con sólo unas pocas horas de relacionarse con él, pero así de íntimo había sentido el momento.

-Stu- Movió su hombro la chica que se sentaba enfrente de él.

Salió de sus pensamientos y miro hacía la persona -¿Qué ocurre Noodle?- Preguntó con una sonrisa.

-Ya es el descanso- Río a lo bajo -Creí que era el momento que más esperabas del día- Empujó levemente su hombro.

-Amigo estás un poco extraño desde que llegaste- Dijo el moreno examinadolo -¿Ocurrió algo en tú estadía de ayudante en la prisión?- Lo miró dudoso.

¡Bingo! Dío en el punto, ya que chico hizo una sonrisa tonta, se sonrojo un poco y asintió la cabeza.

Ambos amigos se miraron mutuamente y luego miraron al peliazul.

-¿Qué ocurrió?- Preguntó la joven emocionada.

-Bueno, conocí a alguien genial- Sonrió el chico, mostrando la falta de sus dientes frontales.

-¿A Sí?- Preguntó el neoyorquino con curiosidad.

Asintió felizmente el joven.

-¿Cómo es? ¿Donde lo viste? ¿Es agradable? ¿Te hablo él o le hablaste tú?- La chica bombardeo a su amigo con preguntas, se encontraba emocionada por saber que su amigo había conocido a alguien más.

-Bien - Suspiro el chico -El un hombre alto, de treinta y tres años, carismático y comparte muchos gustos conmigo- Sonrió ampliamente.

-¿No crees qué es un poco mayor para ser tú amigo?- Le cuestionó el moreno.

-Que importa la edad, si es genial no importa si es un viejo de sesenta años- Dijo la nipona mirando a su amigo -Y bien ¿Era otro pasante Cómo tú?- Preguntó con una sonrisa.

-No, era un preso de ahí- Respondió tranquilamente el joven.

Ambos amigos abrieron sus ojos como platos y se miraron mutuamente. Su amigo había perdido la cabeza al relacionarse con alguien así.

-Sabes 2D, no es muy bueno ser amigo de tipos como esos- Dijo la chica preocupada.

-¿Te dijo su nombre el hombre?- El chico robusto lo miro.

-Murdoc Nicalls- Le respondió.

-¿Sabes por qué se encuentra ahí?- Dijo la joven.

Todos se dirigían al comedor, entre críticas y burlas el grupo de amigos llego al lugar, tomaron algunos alimentos y fueron a sentarse en su mesa habitual.

-Aún no hemos hablado mucho sobre eso- Le dijo el peliazul -Además, lo conocí hace unos días y hablamos únicamente una horas, no obtuve información de su vida- Rasco su nuca, mientras comía un emparedado -No me quise sentar mucho en ello, la conversación era muy buena sin tocar ese tema- Tomo un poco de su bebida -Cuando lo conozca un poco mejor, tal vez le pregunte sobre ello- Termino rápidamente su emparedado y su bebida.

-Esta bien Dents, solo ten mucho cuidado- Sonrió la chica.

-Lo haré Nodz- Se levantó del lugar, tiro sus residuos y se dirigió a su siguiente clase.

Vaya que había cometido un error, el irse sin sus dos amigos era lo peor que podía haber hecho. Un par de chicos comenzaron a seguirlo hasta llegar a un punto ciego, lo acorralaron y golpearon.

Stuart tenía meses que ya no sufría de ese tipo de abusos y era porque siempre solía encontrarse acompañado de alguno de sus dos amigos, pero hoy no era el caso, así que sus acosadores aprovecharon la oportunidad e hicieron de las suyas con él.

Pudo librarse después de unos minutos y huyó del lugar; ahora tenía dos problemas, el primero estaba completamente golpeado y tenia el labio roto y sangrando, y el segundo era que llegaba tarde a clase. Así que no le tomo demasiada importancia a sus heridas y fue a su clase, limpiando lo más posible su labio y la sangre que brotaba de éste.

Entró disimuladamente al aula y tomó la clase como normalmente lo hacía. Le dolía todo el rostro, pero tenia que soportarlo no faltaba mucho para el término de las clases en ese día, así que espero. Y el timbre sonó después de todo, tomo sus pertenencias y salió corriendo a su hogar.

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Llegando a su casa, el joven Pot subió lo más rápido que pudo a su habitación, tomo un botiquín que siempre guardaba y sano sus heridas. Se astenia de ir con su madre, ya que está se preocuparía y haría más grande la situación, y él prefería dejarlo como un simple mal entendido.

Se quedo un tiempo en su habitación; quería grabar un cassette con aquella música que la había recomendado su nuevo amigo, porque a pesar de que podría tener aquella música en su teléfono, prefería seguir utilizando un viejo reproductor de cassettes para escuchar música.

Después de algunas horas escuchando música y poniéndola en el cassette, fue llamado para cenar y bajó. Su madre comenzó a cuestionarlo por sus golpes, el chico le dijo que una ardilla había caído de un árbol encima de su cabeza y comenzó a atacarlo; la madre del joven no puso mucho pero a sus excusas, sabía que siendo su pequeño Stuart le pasaban cosas locas todos los días. Así que ambos se sentaron a cenar.

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Se que esto no parece aportar mucho a la historia entre la pareja, pero aporta a lo que es Stuart y como son sus días.

Y tranquilos, pronto traeré otro capítulo en dónde ya interactuen Murdoc y 2D.

Se despide, Die~

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