Aquél ansiado y esperado fin de semana había llegado. Stuart no solía tomar mucha importancia a los días de la semana o que hacía con su tiempo, pero ahora sentía que tenía una responsabilidad y algo que hacer en sus fines de semana; con un solo día y una sola charla, Stu se había quedado inmerso en la idea de ir a ver a Murdoc en su estadía como pasante, y eso haría, intentaría entablar una mejor relación con el hombre y así el lograr que ambos fueran buenos amigos.
Se preparó lo mejor que pudo y entre sus pertenencias llevó aquel cassette con música recomendada por su nuevo amigo y algunas de sus pistas personales favoritas, para mostrar un poco más de sus gustos al hombre. Fue difícil el que le pudieran permitir entrar con su reproductor y la cinta, no porque creyeran que podría ayudar o hacer algo con esa cinta, si no porque eran reglas de la penitenciaría, pero gracias al convencimiento de su profesor y la firma de un documento, pudo hacerlo.
Se dirigió a su lugar de "trabajo", pidió algunas cosas para la limpieza y retomó la limpieza de aquel lugar. Agradecía que nadie fuera a que la habitación, ya que así, su trabajo de la semana anterior no se perdía.
Puso la cinta en el reproductor y comenzó a escuchar las melodías que esta contenía e inconsientemente comenzó a entonar letras al azar de éstas. Se había percatado, que a su nuevo amigo le gustaba el rock pesado casi tocando con el metal, pero a pesar de no ser mucho del agrado del chico esos géneros, le había atraído algo en las líricas y el ritmo de las bandas que le había comentado el azabache. Así que sin darse cuenta, ya se sabía algunas de las canciones y las cantaba.
《《《
-Otro día de mierda- Pensaba Murdoc.
Su vida en la prisión era un basura. Dormir en un pedazo de concreto con sábanas y una sola almohada te destrozaba el cuerpo, sin mencionar en todos los líos que se metió para poder ganarse el respeto de los reclusos; por alguna razón todos comprendían al hombre y creían en sus palabras, sabían que el era inocente por dos razón: parecía ser muy estúpido para cometer un fraude y muy astuto para saber en que específicos lugares golpear para que no se notarán en un cuerpo, y por lo que habían escuchado ellos del caso, las heridas y golpes de la mujer de Nicalls era muy evidentes. Así que por cierta compasión y la fuerza moral y física que poseía, se ganó el respeto de la cárcel.
Y bueno, no tenía mucho que hacer en ese lugar. Durante los pocos años que tenía en el lugar descubrió la biblioteca, un lugar que nadie conocía y que quienes lo hacían, no les llamaba la atención; así que Murdoc decidió convertirlo en su refugio personal y disfrutar sus tardes leyendo o durmiendo, porque siendo sinceros ¿qué otra cosa se puede hacer en una biblioteca?
Se dirigía a su refugio, pero antes de abrir las puertas del lugar escuchó una dulce voz detrás de ella. Una voz tan angelical que hizo al hombre temblar, no parecía de este mundo.
Abrió la puerta encontrándose con el chico de la semana pasada, ese tal Stu al cual había ayudado. Y su cuerpo fue recorrido por un escalofrío ¿Esa hermosa voz provenía de aquel chico torpe y tonto? Sus dudas fueron aclaradas cuando el joven volteo, aún inmerso en las melodías, y comenzó a bailar con la fregona. El hombre que lo observaba quería reír a carcajadas, pero a la vez, aun se encontraba en shock ante tal voz; así que se decanto por simplemente tocar el hombro del chico.
-Hey- Susurro levemente al oído del joven mientras tocaba su hombro para llamar su atención.
El chico peliazul volteo y sus ojos se tornaron de un tono carbón a un brillante blanco y pegó un leve salto, volviendo sus ojos a la normalidad -No te ví entrar- Le dijo nervioso y quitando sus audífonos.
-Tienes que tener en cuenta que este es un lugar público- Lo miro con una sonrisa burlona.
-Cierto- Rasco su nuca y río nerviosamente.
-¿Qué escuchas?- Preguntó el mayor observando el reproductor que se encontraba en un bolsillo del pantalón del joven.
-Solo algunas canciones de las bandas que me recomendaste, un poco de mis gustos personales y mis propias pistas- Le dijo, y se percató de lo último. Había grabado algunas de sus pistas personales ahí, algo que era un secreto solo de él.
-Así que... ¿Tocas algún instrumento?- Preguntó interesado el azabache.
Asintió su cabeza el peliazul -El teclado y la melódica- Respondió con nerviosismo.
-Eso suena genial- Abrazo por un costado al chico y le sonrió -Y dime ¿también cantas?- Preguntó mirándolo.
El chico asintió tímidamente. Probablemente se lo preguntaba porque lo había escuchado cantar minutos atrás y un sentimiento de vergüenza lo invadió, era pésimo en ello y que alguien desconocido fuera la primera persona en escucharlo hacía que se sintiera mal -Acaso... ¿Me escuchaste cantar minutos atrás?- Preguntó jugando nerviosamente con sus dedos.
-Así es- Sonrió ampliamente. Esto hizo que Stu notará su afilada y amarillenta dentadura -Y déjame decirte algo amigo- Amigo lo había llamado amigo, al parecer Stuart tenía razón, ya eran una amistad -Tienes una voz hermosa- Revolvió el cabello del joven y se separó de él.
-¿En verdad lo piensas?- Preguntó el joven con ilusión en la mirada.
-No lo pienso, te lo aseguro- Dijo mientras se sentaba en su lugar habitual -¿Por qué no me muestras algunas de esas pistas tuyas?- Volteó hacía él joven y le sonrió.
-¿Para qué? ¿Para qué te burles de mí?- Dijo un poco decaído.
-Yo no soy como las demás personas que conoces. Yo solo quiero ver tú talento- Hizo una señal para que el chico se sentará a su lado.
El peliazul apoyo la fregona en una pared, fue al lado del hombre y se sentó en el lugar que le indicó. Le dío un auricular y puso la pista, junto con ella y minutos después de que comenzará, la voz del chico comenzó a surgir de su garganta.
Everybody's here with me
(We) got no camera to see
Don't think I'm all in this world
The camera won't let me roll
And the verdict doesn't love our soul
The digital won't let me goYeah yeah yeah
I'll pay (yeah yeah yeah)
When tomorrow
Tomorrow comes todayStereo I want it on
It's taken me far too long
Don't think I'm all in this world
I don't think I'll be here too long
I don't think I'll be here too long
I don't think I'll be here too longYeah yeah yeah
I'll pay
When tomorrow
Tomorrow comes todayLas líricas de la canción creada por el peliazul entraron completamente en la cabeza de Nicalls. Había algo en la voz del chico, en la melodía de fondo, en la sensación y sentimiento que todo irradiaba lograba que él hombre se introdujera en otro mundo.
♧♧♧
Hey!!
Podría haber terminado el capítulo con el término del día completo pero ya no tengo tantas ideas y esto quedo así. Lo lamento
Espero hayan disfrutado el capítulo, se despide
Die~
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Ayudante
FanfictionMurdoc Faust Nicalls es un hombre que fue apresado injustamente por circunstancias de la vida. Stuart Harold Pot es un estudiante universitario que necesita puntos extra para aprobar sociales. Estos polos opuestos se conocerán, descubrirán que tiene...