Erase una vez una niña pequeña de tan sólo 5, casi 6 años, que quería tocar las estrellas.
Esta historia comienza en un verano del año 2007. Aquel día, Nerea vio por primera vez, a unas niñas mayores que ella, que bailaban de una forma preciosa por la tele sobre una curiosa alfombra, y con unos vestidos preciosos y brillantes.
En cuanto Nerea vio a aquellas niñas, no pensó en preguntar a su madre, que si ella podría hacer esos bailes tan "chulis".
Su madre, no tardó en contestarle que irían a buscar alguna escuela en la que pudiera cumplir esas ganas tan impresionante de realizar aquel deporte tan especial.