Llegaron a Leganés, ya era lunes, por la tanto Nerea debía ir a entrenar.
Cuando llegó al pabellón, primero que hicieron Paula y Vanessa, fue llamarla y decirla:
-Nerea, enhorabuena, has estado increíble y muchas entrenadoras de otros clubes nos han dado la enhorabuena por tener una gimnasta con muchísimo futuro, y has quedado genial.
Nerea no se lo creía, pasaron los días y los meses y Nerea competía y competía, unas veces ganaba y otras perdía, pero ella aunque perdiese se llevaba lo que le decían Vanessa y Paula.