By Niall
Debí de haberle dicho a Jaz, pero quiero que sea una gran sorpresa para ella. Había decido en el tour que apenas estuviera libre la iría a visitar a Argentina. Me dieron más vacaciones de las que creí, así que llegaría en 7 dias a Argentina. Iría con Zayn solamente por que los otros chicos no querían volver a viajar largas distancias. Entonces regresaríamos Zayn, Cami, Jaz y yo.
-¿Así que mañana vas a Argentina a visitar a una chica? -dijo mi mamá mientras me servía unas galletas con leche. -¿Es acaso la misma chica de la que me habías hablado Niall?
-Si mamá-dije sonriendo.
-Ay mi bebé ya tiene novia. -Sonrió haciendo un puchero.
-No mamá, no somos nada. -me sonrojé.
-Pero la quieres. -Dijo segura.
-Si.-sonreí nervioso.
-Ay Niall -suspiró- creo que lo que sientes por esta chica es fuerte. -Abrí los ojos como platos.
-Pues…no lo sé. -Bajé la mirada.- Solo sé que apenas ella venga a vivir a Londres le pediré que sea mi novia. -Mi mamá me abrazó cálidamente.
-Si, estoy segura. -me dio un beso en mi cabeza. -Prométeme algo.
-Claro, ¿qué cosa?
-Que un día me presentarás a esa chica que te hace sonreír de esa manera tan especial. -dijo sonriente.
-Cla…claro -afirmé tímidamente.
-Bueno -sonrió satisfecha- ahora acábate mis galletas que no las comerás en un buen rato.
By Jazmin
Era domingo, glorioso domingo, excepto por el hecho de que mañana tenía escuela, aunque la verdad ya no hacíamos nada. Todos estaban emocionados por el fin de curso porque los alumnos habíamos organizado el primer baile de graduación en nuestra escuela, y probablemente en nuestro país.
Me levanté y fui a mi calendario. Si, tenía un calendario en el que anotaba los días que faltaban para que se terminara la escuela…y para ver a Niall. Marqué con una cruz el día de hoy y me di cuenta que faltaban 2 semanas, hermosas y cortas semanas para ver al amor de mi vida.
Corrí al baño para ponerme una blusa estampada y un short de jean sobre un traje de baño. Hoy mis papás me dijeron que iríamos a la playa con Cami, según porque hacía mucho calor. No podía negarme a una salida así…así que me bañe, me arregle y guardé todo lo que iba a usar como mi toalla, mi bloqueador, unas sandalias y mis lentes de sol.
Fui a la cocina, como siempre, y vi el reloj. Dos de la tarde. Ni yo sé como pude dormir tanto, ha de haber sido por el viernes que me quedé hasta tarde con Cami, lo bueno que ya estaba arreglada para la playa.
-¡Wow! -exclamó mi mamá- no se como dormiste tanto si ni estuviste con Cami.
-Lo sé, ni yo me lo creo. El viernes me afectó-Tomé un pan tostado que estaba en la barra de la cocina.
-Si creo que si, pero ya te levantaste y ya estas lista-dijo mi papá.
-Sip-mordí mi pan-sabes que no me resisto a la playa.
-Eso es seguro-mamá dijo-solo come y pasamos por Cami. Queremos estar ahí a las cuatro.
-Bueno -tomé el plato con pan tostado y spaguetti y me dediqué a terminarlo rápido.
-¡Ya extrañaba la playa!-gritó Cami mientras bajaba de la camioneta.
-Si yo también-sonreí al sentir como la arena entraba en mis sandalias.
-Ven, vamos a caminar-Cami me jaló del brazo.
-¡No se vayan tan lejos!-escuché a mi mamá gritar a lo lejos.
-¡No se preocupe tía!-le respondió a gritos mi prima.
Corrimos hasta la orilla de la playa al grado que el agua nos tocaba los pies. Caminamos un buen de rato hablando de tonteras, desde una conchita de mar que parecía corazón hasta el por qué las gaviotas chillaban tan raro. Caminamos un buen de rato bajo el sol hasta que sentí que unas manos se posaban sobre mi cintura y se acercaban a mi cuello. Estaba tan asustada y nerviosa a la vez, no sabia quien era ya que no podía ver, hasta que reconoci esa voz tan dulce y hermosa que me decía sorpresa en mi oído.